Comprar Del Contrabando, Mejora Mi Calidad De Vida?

COMPRANDO PRODUCTOS DEL CONTRABANDO, AYUDAMOS A NUESTRA ECONOMÍA FAMILAR?

En nuestro país, la evasión tributaria es algo que preocupa a las autoridades encargadas de administrar la hacienda pública. La misma preocupación tienen los administradores gubernamentales en los países desarrollados como en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. Pero la preocupación, es algo que soluciona el problema?

Honestamente creo que sólo ocupándonos del problema es que lo vamos a solucionar. La aplicación de una política fiscal efectiva por parte de las actuales autoridades es más que urgente. Es por eso que en éstos momentos el Gobierno Nacional tiene un alto interés en reducir los niveles de evasión combatiendo el contrabando. ¿Pero cómo lograr tal propósito si al contrabando se lo trata como algo propio de la cultura paraguaya? Y es más, muchos lo justifican por “falta de trabajo”!.

Se observa diariamente en los medios periodísticos lo que vienen haciendo en procura de encausar a aquellos contribuyentes que no cumplen en debida forma con sus obligaciones fiscales frente al Estado, lo mismo que quienes debiendo tributar nunca lo han hecho. Controlan en las calles, en las rutas, en inmediaciones de los centros comerciales, pero lo único que hasta ahora fue el factor común en todas las intervenciones fue la protesta generalizada y premeditada de los supuestos afectados por las intervenciones legalmente realizadas.

A éstas personas, llamados por ellos mismos “vendedores de la calle” se debiera exponer la problemática y presentarles alternativas para reducirla, además de hacer un intento por mostrar los comportamientos evasores, mediante casos narrados por los mismos fiscalizadores, y tratar de hacerles entender que, ellos están generando y sosteniendo el circulo vicioso del desempleo.

Como la evasión fiscal está ligada totalmente a la economía informal y al contrabando, éste último, perjudica sistemáticamente a quien lo practica. Veamos el siguiente escenario: Un contrabandista, trae mercaderías sin pagar impuestos aduaneros, y lo vende a un comerciante informal, callejero, quien nuevamente pone a la venta los productos y los ofrece a un menor precio del ofertado en los negocios legalmente constituidos y que sí contribuyen al fisco con los impuestos que pagan.

Un consumidor, compra el producto, a un menor precio pero desconociendo el impacto que genera en su misma economía el supuesto pequeño ahorro que acaba de realizar. En tal sentido, el consumidor lleva a su casa un producto que alegremente lo presenta, lo utiliza, lo consume diciendo: “lo compré más barato”.

Con ésta última expresión, se ha mentido a sí mismo. Nada más alejado que la verdad. Acaba de propiciar que un mejor futuro para sí y para su familia, se aleje de todos un poco más en el tiempo. Pero, ante esta situación de desesperanza, cuál es la solución?

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