Coopetencia
adrianita338 de Febrero de 2013
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Introducción
La globalización y la revolución de las TIC’S (Tecnologías de Información y Comunicación = Internet), han obligado al país y a sus organizaciones no sólo a perseverar en el proceso de adaptación al entorno, sino también a enfrentar nuevos desafíos: ser más competitivos y trabajar en equipo. Sin embargo, cabe preguntarse ¿podemos competir y trabajar en equipo a la vez?
En primer lugar, hay que comprender que la competencia es inherente a la naturaleza humana, y obedece en cierto modo a la evolución del proceso de selección natural que vivimos como especie. Ocurre en la comunidad humana y por supuesto en las empresas, aunque ello no siempre es reconocido, también se gesta como una competencia natural.
En segundo término, debemos entender que los tiempos están cambiando, y que el lenguaje empresarial ha acuñado un nuevo término para describir a esta situación: la “Coopetencia” = cooperación para una mejor competencia.
Esto, de alguna manera, ya se usa desde hace mucho tiempo con la práctica de una herramienta de la moderna gestión empresarial: el Benchmarking, que consiste en que las empresas que logran los mejores estándares de desempeño, es decir, las empresas más calificadas, enseñan a sus competidoras, el cómo se logra alcanzar estos altos estándares de desempeño. Dependerá de las demás empresas, las menos aventajadas y eficientes, aprender de estas mejores prácticas y aplicarlas con éxito en su propia gestión.
Este nuevo concepto, la Coopetencia, nos invita a asumir una nueva ‘visión’ para enfrentar todo desafío en la vida, no sólo en el ámbito de los negocios.
La visión antigua y tradicional de la competencia sólo beneficia a algunos, los más poderosos en cuanto a tenencia de recursos; en cambio la nueva y moderna, da la oportunidad y fortalece a todos quienes desean aplicarla, pues le permite lograr metas que antes, tal vez no serían posibles. El campo de batalla de los negocios se transforma en centros de colaboración y cooperación, permitiendo significativos ahorros de costos, pues los intereses son comunes, permite la generación de nuevas “relaciones sociales” y genera ámbitos de participación cada vez más activos.
Este nuevo concepto, la Coopetencia, genera alianzas del tipo Ganar – Ganar, es decir, todos quienes se unen en torno a un objetivo y meta común, se ven muy favorecidos. Sugerir la idea de trabajar por alcanzar objetivos comunes con quienes competimos, es una real posibilidad y a la vez un gran desafío que nos plantea la sociedad del conocimiento y que destacadas empresas han adoptado como un moderno factor para mejorar su competitividad.
Sobre cooperación y competencia
Hoy en día resulta complicado definir o acotar qué se entiende por Cooperación, porque es un término que se utiliza para muchas y diferentes relaciones. La cooperación es definida por Pérez, (2005), como la práctica de los individuos o grupos que trabajan en común, con objetivos, y posiblemente métodos, acordados previamente, y en las que el éxito de un individuo es dependiente y contingente del éxito de los demás. La cooperación es la práctica opuesta a la de quienes trabajan por separado o en competencia mutua.
Según la Real Academia Española de la lengua (RAE), competencia, significa: “Oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa”. Y, cooperación, significa “Obrar juntamente con otro u otros para un mismo fin”. Las dos palabras coinciden en que hay dos o más personas que persiguen un mismo fin, la diferencia está en que pueden hacerlo juntos, ayudándose, o como rivales. La diferencia es muy pequeña y puede resultar confusa, muchas veces a lo largo de la vida queremos conseguir algo, pero la línea divisoria que hay entre cooperar y competir es muy fina y no queda clara.
En ese mismo sentido, se puede inferir que la cooperación es la antítesis de la competencia; sin embargo, la necesidad o deseo de competir con otros es un impulso muy común, que motiva en muchas ocasiones a los individuos a organizarse en un grupo y cooperar entre ellos para poder formar un conjunto mucho más fuerte y competitivo. La necesidad de cooperación y trabajo con otros, está implícita en el ser humano y por ello en las bases de las sociedades, es en el inicio del lenguaje que se puede comenzar a coordinar acciones conjuntas con otros (Maturana, 2002), y de esta forma construir las ciudades, monumentos, establecer reglas, crear empresas y con ello generar cultura y sociedad. Es desde esta perspectiva compleja que aparece la fuerza creadora del Ser Humano, y por ende toda estrategia debe considerar la cooperación como uno de sus elementos fundamentales.
Según Pérez, (2005,) el dilema de confrontación o cooperación en la estrategia se puede encontrar desarrollado en los trabajos de teoría de juegos, en donde se hace la distinción entre juegos de suma cero - aquellos en que los jugadores tienen objetivos totalmente opuesto y los resultados de un jugador, son inversamente proporcional al del otro – y los juegos de suma distinta de cero, en donde todos los jugadores tienen la oportunidad de obtener resultados favorables negociando hábilmente con los demás jugadores, de forma que ninguno pierda y todos puedan sacar un beneficio aceptable.
La competencia es un elemento esencial para un entorno empresarial saludable, pues las empresas dependen de la competencia como un medio para evaluar su posición dentro de una industria, lo cual es útil para el desarrollo de estrategias de crecimiento futuro y proporciona puntos de referencia en la financiación con las empresas prestamistas e inversores. Sin embargo, un entorno competitivo también ofrece una variedad de beneficios para los consumidores:
Precio
Una sana competencia en una industria puede ayudar a controlar los precios para los consumidores. En un entorno donde solo una o dos empresas le ofrecen un producto o servicio en particular, los consumidores pueden tener pocas opciones con respecto a los precios que pagan. Por el contrario, en un ambiente donde numerosas empresas compiten por la misma base de clientes, las empresas deben considerar cuidadosamente los precios para atraer nuevos clientes y retener a los ya existentes. Como resultado, los clientes pueden obtener productos o servicios sin tener que preocuparse de pagar más de lo necesario.
Productos y servicios de calidad
Un entorno competitivo motiva a las empresas a mejorar la calidad de los servicios y productos para atraer clientes y mantener la viabilidad del negocio. Dado que los clientes pueden elegir entre varios proveedores, las empresas que ofrecen productos de calidad inferior son rápidamente excluidas del mercado, a menos que se centren en la venta a los consumidores que buscan precios más bajos. Un alto nivel de competencia obliga a los proveedores a innovar continuamente para agregar valor a sus servicios y mejorar su oferta de productos.
Servicio al cliente
Las empresas en un entorno competitivo deben ir más allá de la simple venta de productos y servicios para fomentar la repetición de negocios y obtener referencias. Las empresas deben ofrecer servicio al cliente para asegurar que los compradores están satisfechos con sus compras, y deben responder rápidamente a las preocupaciones de los consumidores. Para un cliente, la competencia empresarial puede aumentar la disponibilidad de un servicio atento, tanto durante como después de la venta.
Incentivos
Los incentivos pueden ayudar a las empresas a atraer y retener a los clientes, para mantener la viabilidad del negocio. El cliente puede tomar ventaja de recibir ofertas, tales como productos gratis o con descuentos, y servicios cuando hace una compra. Las empresas en un entorno competitivo también ofrecen descuentos y otros incentivos a las compras futuras para obtener su lealtad como cliente.
VENTAJAS POTENCIALES DE LA COOPERACIÓN EMPRESARIAL
La cooperación fue concebida inicialmente como un medio para reducir inversiones de capital, y disminuir el riesgo asociado con la entrada en un nuevo mercado. También sirvió para lograr un acceso más rápido y fiable a mercados cerrados, o para responder a las presiones de los gobiernos.
En la actualidad, por el contrario, son el dinamismo de la tecnología y la intensificación creciente de la competitividad en los mercados globales, los principales móviles de este tipo de actuación. Los socios se unen para compartir y diversificar riesgos inherentes al desarrollo de nuevas tecnologías, evitar duplicaciones de esfuerzos aprovechando complementariedades y explotar economías de escala u obtener poder de mercado.
En una alianza, ambos socios aportan la confianza en que juntos serán más fuertes de lo que sería cada uno por separado. Ambos creen que cada uno de ellos posee capacidades singulares y aptitudes funcionales de las que el otro carece y ambos tienen que trabajar para que la unión tenga éxito. Cuando un socio es débil o perezoso o no quiere esforzarse en explorar lo que los dos pueden hacer juntos, la unión puede deshacerse. Tan pronto como uno u otro socio empieza a sentir que la situación es injusta o desigual, empezará a separarse. Las alianzas son así. Solamente dan resultado cuando los socios trabajan.
Algunos ejemplos de cooperación en el mercado mundial han sido:
La asociación de AMC con RENAULT proporcionó al constructor de automóviles estadounidense una inyección de capital y de experiencia en los coches de tracción delantera
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