Dólarización

La dolarización es el uso de forma legal en un país determinado, de una moneda extranjera, en las diferentes actividades que sus habitantes realicen y que necesiten la utilización de dinero, en este caso estaríamos hablando del Dólar Estadounidense. Esta pequeña definición nos lleva a entender que dicha Dolarización es la adopción de una moneda extranjera para que cumpla alguna o todas las funciones específicas de la moneda local.

Con la Dolarización, el país pierde la posibilidad de “monetizar” el déficit público, es decir, pierde la capacidad de fabricar billetes para financiar el desequilibrio de sus cuentas. La Dolarización refuerza por tanto la estabilidad de un sistema financiero, creando mejores condiciones para la inversión nacional y extranjera, y con ello sienta las bases para un mayor crecimiento futuro.

Sin embargo, esto no quiere decir que la Dolarización no solamente se refiere al uso del Dólar, puede ser el uso de cualquier otra moneda, diferente a la moneda nacional, dentro del territorio del país determinado. Todo esto nos lleva a pensar por qué estos países tienden a cambiar su moneda local, y una de las razones más importantes por la cual lo hacen, es porque generalmente una economía nacional ha tenido crisis profundas que hacen que la moneda local pierda mucho valor frente a monedas extranjeras. Esto dentro del país crea un ambiente de desconfianza e incertidumbre en la economía, principalmente sobre la moneda (local).

Además de esto, el país pierde el tipo de cambio como instrumento fundamental de política económica exterior, sometiendo parte de su competitividad a la evolución del Dólar (US$).

Por lo tanto, desde mi punto de vista, con una economía dolarizada, las relaciones comerciales se facilitarán, puesto que las partes que negocian no han de realizar sus actividades con diferentes monedas y siempre habrá una estándar, así se podrá disminuir costos por conversión y cambios de monedas. De esta forma, habrá una mayor posibilidad de obtener más y mejores créditos de bancos extranjeros al negociar con una moneda más fuerte que tenga menor posibilidad de perder valor frente a otras, lo que genera una mayor confianza por parte de las instituciones en la negociación.

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