Economia.

La economía requiere inversión productiva.-

Semanas atrás, Moody´s Investors Services señaló que el incremento sostenido de la inversión privada podría mejorar la calificación de deuda del país en relación a la emisión de 500 millones de dólares en bonos.

En los últimos años, la inversión total en Bolivia estuvo entre 15 y 17 por ciento del PIB logrando tasas de crecimiento de la economía de 4 por ciento. Sin embargo, se requieren inversiones por encima del 25 por ciento para crecer a tasas superiores al 7 por ciento y así generar mayor empleo y reducir la pobreza.

La Cámara Nacional de Industrias (CNI) reitera la importancia de la inversión productiva privada para el desarrollo económico del país e identifica a la incertidumbre, entendida como la baja previsibilidad de las políticas públicas, como el factor que determina una mayor percepción de riesgo del inversionista nacional sobre el sector industrial.

En una encuesta realizada entre sus asociados, la CNI advirtió que el clima para invertir y hacer negocios en Bolivia logra una nota de 3,5 puntos en una escala del 1 al 7. La interpretación de este resultado equivale a un clima de incertidumbre para la inversión privada.

Parafraseamos a Moody´s, debido a que varias instancias del Gobierno estriban su opinión sobre la confianza y certidumbre de los inversionistas con base en la calificación de deuda del país que realiza esta empresa; esperamos que también sea considerado con la misma relevancia este criterio profesional respecto al efecto positivo que tendría para el país un incremento sostenido de la inversión privada y consideramos que éste sería aún mayor, si es en actividades productivas.

Para lograr los niveles de inversión deseables, se requieren muchas acciones que logren recuperar la confianza de los inversionistas en el país, pero se deben dar los pasos iniciales que parten por tener un marco legal que sea fruto de una construcción social con la participación del sector privado con arreglo a la nueva Constitución Política del Estado y su correspondiente reglamentación igualmente concertada.

A su vez, para impulsar la inversión privada se requiere mayor dotación de energía (gas y electricidad), mayor apertura del mercado interno y externo, reducción de la tramitología estatal, mayor infraestructura orientada a la producción, reducción de la competencia desigual que generan la actividad informal y el contrabando, entre otros.

Pese al auge de la minería y los precios elevados para el gas natural, durante el período 2000–2011, el PIB de Bolivia no pudo superar la barrera del 5 por ciento de crecimiento (excepto el 2006 por el efecto de Minera San Cristóbal). El sector industrial que por lo general registró tasas de crecimiento superiores a las del PIB, a partir del año 2007 inició una etapa de desaceleración pasando del 6,1 por ciento

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