La Antigüedad No Es Un Grado

Definitivamente la antigüedad no mide el grado de rendimiento y eficacia profesional de una persona, este cuento es una gran enseñanza para aquellos que creen que merecen lo mejor monetariamente o bien una mejor posición por la cantidad de años que llevan laborando en un solo lugar y no por el resultado que dan.

El hecho de estar mucho tiempo en un trabajo no determina que seamos excelentes trabajadores, ni siquiera define que seamos suficientemente buenos para estar ahí, sin embargo, para muchos es así y lo creen, e incluso reclaman cosas que no merecen, reclaman mejores posiciones, mejores salarios o inclusive mejores horarios entre otros de este tipo, y simplemente no lo merecen, creen que por tener tanto años laborando para un solo lugar tienen prioridad y la realidad no es así, esas cosas se ganan con esfuerzo y dedicación, y más que eso buenos resultados en las labores.

Siempre debemos entregar todo de nosotros en cada función que se nos asigne, tomar todo aquello como si fuera propio para tomarle amor y dedicación en cada cosa que nos pongan a realizar, debemos dar frutos, ya que estos son los que nos colocan en una mejor posición y son quienes hablan por nuestras labores, los resultados son reflejo de nuestro rendimiento y eficacia, no el tiempo que se lleve laborando en un trabajo.

El rendimiento lo medimos nosotros mismos, no debemos mantener la mirada en lo que los demás están haciendo o recibiendo, debemos ser un poco egoístas y enfocarnos más en nosotros mismos y dar los mejores resultados, ya que todo fruto trae consigo su recompensa, todo lo que hagamos sea bueno o malo siempre se nota, y si bien queremos conseguir mejores salarios y/o puestos, debemos dar efectos positivos para poder alcanzarlos.

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