Normas de auditoría generalmente aceptadas

NORMAS PERSONALES

Kooten (1997) menciona que, las normas personales son aquellas a las que el auditor tiene que ajustarse en su aproximación personal hacia su trabajo, hacia su cliente , hacia sus compañeros profesionales y hacia el público.

1. Independencia

El auditor debe ser independiente de su cliente en cuanto a asuntos financieros y de otra índole para que pueda dar un juicio imparcial sobre datos que se le presentan. Esto implica no solo que sea reconocido por otros como independiente (es decir, libre de cualquier obligación hacía, o interés en, su cliente), sino también independencia en cuanto a estado de ánimo. La independencia del auditor se considera de suma importancia para que el público pueda tener confianza en él y confiar en los informes que emite. Con respecto a las medidas con las que el auditor puede evitar situaciones en que su independencia se pueda debilitar.

No es posible determinar criterios definitivos para identificar cada situación que pueda debilitar la integridad y objetividad del auditor y, por consiguiente, su independencia. Sin embargo, el auditor debe evitar lo siguiente:

1. Cualquier interés directo, o interés relevante indirecto en cualquier cliente.
2. Servir de director de un cliente o llegar a estar implicado en cualquier relación que se pudiera interpretar como que forma parte de la dirección o que trabaja para la dirección.
3. Otros negocios, relacionados personales o familiares con clientes, donde resulta probable que tal relación afecte o parezca la independencia.
4. Cualquier situación en la que el pago de honorarios recibido de cualquier cliente forme una parte importante de los ingresos totales del auditor en concepto de honorarios.

1. Incompatibilidad

Aunque está muy estrechamente relacionada con la independencia, la cuestión de incompatibilidad es considerado por separado en las regulaciones profesionales. Se considera que el audito compromete su objetividad si se encarga de otro trabajo profesional (p. ejemplo., servicios contables, asesoramiento fiscal, servicios consultivos a la dirección) para un cliente en el que también efectúa la auditoría. El auditor no debe realizar ninguna otra ocupación que sea incompatible con sus obligaciones profesionales.

1. Secreto profesional

Los códigos de ética profesional de la mayoría de los países contienen declaraciones sobre este tema. Al auditor se le exige la mayor discreción en lo referente a todos los asuntos relacionados con sus clientes.

No debe hacer uso personal de cualquier información referente a los negocios de su cliente, que pueda haber obtenido durante el curso de su trabajo profesional.

El auditor se ve obligado, d acuerdo con una disposición legal a informar a ciertas autoridades públicas sobre infracciones tributarias o de otras leyes por parte de su cliente, lo cual le pone en conflicto con la necesidad de guardar el secreto profesional. Tal exigencia se debe considerar como una excepción… el auditor debe guardar el secreto profesional de todos los asuntos relacionados con su profesión… excepto en el caso en que una obligación pública o profesional de relevar sus conocimientos.

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