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10 Trucos Para Hacer Que Tus Hijos Obedezcan Sin Esfuerzo


Enviado por   •  14 de Abril de 2013  •  1.404 Palabras (6 Páginas)  •  754 Visitas

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10 trucos para hacer que tus hijos te obedezcan sin esfuerzo

Berrinches, escenitas, cansancio, nerviosismo... Hay determinadas situaciones en las que conseguir que nuestros hijos nos escuchen y obedezcan puede llegar a ser una verdadera proeza. Y sin embargo, es fundamental para su bienestar y para la autoridad de los padres que aprendan a obedecer y, sobre todo, que comprendan la importancia de que lo se les pide.

En una época en la que la educación está cambiando, en la que el azote está cada vez peor visto y en la que se tiende a convertir al niño en el rey de la casa, Anne Bacus, psicóloga y psicoterapeuta, nos da 10 claves para hacer que nuestra prole nos obedezca y nos respete sin gritos ni azotes.

1. Mantén la calma y controla tus emociones

Situación: estás en el supermercado y tu hijo/hija grita y llora porque quiere una bolsa de caramelos. Cansado, pierdes la paciencia y también tú te pones a darle voces a tu pequeño diablo.

Los niños son el espejo de sus padres. Van a imitar lo que vean hacer a sus modelos. Si ante uno de sus berrinches, pierdes la calma, te pones a gritar y a amenazarle, o hasta le das un azote, tu hijo/hija repetirá lo que le acabas de enseñar.

La opinión de la psicóloga: “¿cómo hacer que tu hijo aprenda a controlarse si tú misma/o te dejas llevar por tus emociones? Ante una rabieta, el adulto tiene que mantener la calma.

Puede decirle lo enfadado que está pero no debe demostrarlo, de lo contrario cederá el poder al niño que se habrá salido con la suya sacando al padre o a la madre de sus casillas.” Mantenerse alejados un momento, ayudará a que uno y el otro recuperen la calma.

2. No busques la paz y la tranquilidad a toda costa

Situación: vuelves a casa del trabajo, tienes mil cosas que hacer antes de la cena y tu hijo/hija te pide un caramelo. Después de haberle dicho mil veces que no, acabas cediendo para que te deje tranquila. El niño interiorizará que tus “noes” no tienen valor y que a base de incordiar se consigue lo que se quiere.

La opinión de la psicóloga: “si dices que no una vez, tendrás que mantenerte firme. ¿Que el niño tiene un berrinche? No le prestes atención, pero adviértele de que si sigue así lo mandarás castigado a su habitación y tampoco tendrá caramelo después de cenar.”

3. No tengas miedo a ser autoritario/a (4/11)

Situación: sábado noche. Las 22:30 y aunque ya es tarde para que tu hijo siga despierto, te pregunta si se puede quedar un poco más. Te suplica con ojitos de cordero degollado y tú te sientes culpable, incapaz de imponer tu autoridad.

Decirle que no o negarle algo que le encanta no siempre es fácil. Pero las normas, las prohibiciones y los límites son importantes para su desarrollo. Si un día decidiste establecer ciertas reglas fue por su bien. Recuérdalo en aquellos días en los que te sientas vulnerable.

La opinión de la psicóloga: “hay que ser fuerte para decir que no a un niño, cuando decir que sí haría todo mucho más fácil y, sobre todo, a él le haría mucho más feliz. Pero la constancia y la coherencia son la base de la educación. Los padres establecen las normas y los niños protestan. No esperes que te den las gracias. Puede que suceda algún día… ¡cuando sean mayores!”

4. No entres en la discusión

Situación: le pides a tu hija adolescente que recoja su habitación y la situación se pone complicada. Hace temblar las paredes con sus gritos y te culpa de todos los males del mundo.

Retírate, cierra la puerta y déjala que se calme sola en su habitación. Tu presencia no haría más que alimentar su enfado y no olvides que para discutir hacen falta dos. Contigo fuera de su campo de visión, su irritación irá desapareciendo.

La opinión de la psicóloga: “cuando la decisión no es negociable, es mejor no buscar la discusión y el intentar razonar a toda costa. Puede que esta vez no te salgas con la tuya pero la discusión habrá sido menos violenta. Porque la discusión no es tan grave en sí misma, lo que importa es reducir su número, duración e intensidad.”

5. Promete solo aquello que puedas cumplir

Situación:

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