Complejo De Edipo

El sepultamente del complejo de Edipo

Este tema se centra mucho en la etapa sexual de la primera infancia, después se sepulta o se reprime por el periodo de latencia, pero no se ha sepultado en su totalidad ya que pasa por algunas desilusiones en esa etapa.

Otra concepción dirá que el complejo de Edipo debe eliminarse por su tiempo de disolución así como los dientes de leche. Pero esto se vive de manera individual, pero también es un fenómeno determinado por la herencia, dispuesto por ella, tiene que desvanecerse de acuerdo con la fase evolutiva siguiente.

Ambas tienen razón y son compatibles, queda espacio para la ontogenética junto a la filogenética.

Últimamente se ha aguzado nuestra sensibilidad para la percepción de que el desarrollo sexual del niño progresa hasta una fase madura o un papel recto, esto solo es para los varones y no así para la mujeres. Esta fase contemporánea a la del complejo de Edipo, no prosigue su desarrollo hasta la organización genital definitiva, sino que se hunde y es relevada por el periodo de latencia.

Cuando el niño varón toma interés por sus genitales y después tiene que hacer la experiencia en que por los adultos es reprobable esto acto. Al serle arrebato esto de golpe o castigado, la mayor parte de castración viene de la mujer.

Desde el psicoanálisis se dice que al niño se le dificulta asimilar el desprendimiento del pecho y el control de esfínter. Pero lo realmente significativo para es el pensamiento que tiene de La castración; al hacer la comparación de su pene con la vagina piensa que está en algún momento fue pene; con todo este proceso inicia el periodo de lactancia que viene a interrumpir el periodo sexual del niño. Con todo esto se tiende a pensar equívocamente que el complejo de Edipo es reprimido pues este subsistirá inconsciente en el ello y más tarde exteriorizara su efecto patógeno.

Por otra parte las niñas también pasan por este proceso; ya que para ellas el clítoris se comporta como un pene, se lo explican mediante el supuesto de que alguna vez poseyó dicho miembro por lo tanto pasan por la aceptación de la castración asimilándolo como un hecho consumado. Mientras que el varoncito tiene miedo a la posibilidad de su castración.

El análisis de esto me lleva a pensar que el complejo de Edipo del varoncito se va al fundamento a raíz de la angustia de la castración.

La pulsión sexual en los neuróticos

La psiconeurosis descansa en fuerzas pulsionales de carácter sexual. Con ello no quiero decir que la participación es la única fuente energética constante de las neurosis, y la más importante, de suerte que la vida sexual de las personas afectadas se exterioriza de manera exclusiva, o predominante, o solo parcial, en estos síntomas.

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