Desarrollo Prenatal Afectividad

Desarrollo prenatal afectividad

La etapa prenatal es quizá una de las más difíciles en todo nuestro desarrollo, ya que es esta etapa la que marcará posteriormente muchos otros de nuestros desarrollos, así como también nuestros gustos y afecciones en la vida.

El no tener un buen desarrollo en esta etapa muchas veces significa a lo largo de nuestra vida preguntamos qué clase de relaciones interpersonales tenemos con la sociedad y quienes son aquellos que consideramos seres amados.

Las relaciones humanas no son hechos ni estrategias que de la noche a la mañana desaparezcan y reaparezcan, más bien son estructuras que con el tiempo solidificamos que formamos y una vez hechas son difíciles de deshacer o rehacer en caso contrario, algo semejante describen algunos autores como el vínculo afectivo de una madre hacia un hijo y viceversa.

“Así, el amor materno en la infancia es tan crucial para la salud mental como lo son las vitaminas y las proteínas en la salud física” (Sayers, 2002).

Es por ello que el desarrollo prenatal no sólo marca el comienzo de una nueva vida sino también quizá el comienzo de todo aquello que seremos.

Bowlby propuso que los patrones de interacción con los padres son la matriz desde la cual los infantes humanos construyen “modelos de trabajo internos” del sí mismo y de los otros en las relaciones vinculares. La función de dichos modelos es interpretar y anticipar el comportamiento del compañero, así como planear y guiar el propio comportamiento en una relación.

Con lo cual podemos decir que gran parte de las relaciones personales que formemos en el futro como humanos se verán íntimamente ligados con el vínculo y modelo que creamos y tenemos con nuestros padres.

Además en esta teoría también se describen diferentes tipos de vínculos afectivos uno de ellos es el vínculo seguro, con el cual se han hecho estudios a varios adultos que tuvieron este tipo de vínculo al lado de sus padres y se demuestra que las personas con este tipo de vínculo tienden a tener una mejor relación y satisfacción en su vida de pareja y sexual.

Así que no sólo alimentamos a nuestros bebes con un poco de leche materna sino que también se les tiene que alimentar con una serie de lazos afectivos llenos de amor cariño.

Rogers y en su psicología humanista nos afirma que por naturaleza todos los seres humanos al nacer somos buenos y que es el sistema el que nos corrompe.

"Todo individuo vive en un mundo continuamente cambiante de experiencias de las cuales es el centro" (Rogers, Carl R. 1977: 410)

Rogers al decirnos que nosotros somos el centro de aquellas experiencias no sólo se refiere al egocentrismo que de algún modo habita en todos nosotros sino también a que en nuestra vida somos los protagonistas de ella y sólo a través de nuestras vivencias es como de alguna manera formamos nuestra personalidad, la cual desde el punto del desarrollo prenatal no sólo tiene comienzo aquí sino también a las actitudes que desarrollaremos en un futuro se ven íntimamente relacionadas con nuestras experiencias infantiles.

Maslow psicólogo estadounidense nos habla de los diferentes niveles de necesidades que tenemos como seres humanos. Uno de estos niveles y el máximo de ellos es la autorrealización, la cual no se podría llevar a cabo de no ser por la estima que nosotros nos tenemos como personas.

Está se empieza a formar en los primeros años de vida y se basa principalmente en la confianza y cariño que se nos infunda desde pequeños por nuestros padres ya que esta no sólo nos acompañara a lo largo del camino sino que también gracias a esta autoestima podremos enfrentar diferentes retos cotidianos en nuestras vida, además de que podrá afinarse y reconstruirse con el tiempo.

Tal y como nos lo dice Erickson quien nos postula que la confianza básica vs la desconfianza

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