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EL OBJETIVO COMO CATEGORIA RECTORA

iris86Ensayo29 de Marzo de 2012

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EL OBJETIVO COMO CATEGORIA RECTORA

En el proceso docente educativo, los objetivos de enseñanza constituyen la categoría didáctica rectora, son los que mejor reflejan el carácter social de este proceso y lo orientan de acuerdo con los intereses de la sociedad. A ellos se subordinan los otros componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque todos se interrelacionan.1-5 Por lo tanto, es de gran importancia que los objetivos sean elaborados correctamente.

En general, el personal docente comprende esta afirmación y elabora los objetivos de enseñanza basándose en su experiencia, sin embargo a veces se presentan algunas dificultades por falta de determinados conocimientos sobre el tema. También existen diversos criterios e interpretaciones al respecto,6 que hacen de los objetivos de enseñanza y en especial, de la determinación de su estructura, un problema científico de naturaleza compleja. Con el desarrollo pedagógico alcanzado en el sistema de educación cubano se ha podido profundizar en sus características fundamentales, lo que permite al personal docente su comprensión y facilita su elaboración.

Para definir los objetivos de enseñanza hay que tener en cuenta una serie de aspectos, entre los que se destacan sus cualidades generales, las características de sus componentes y la estructura de su formulación. Además, en el proceso de elaboración de los objetivos de enseñanza, es conveniente seguir determinadas etapas que ayuden a desarrollar este trabajo con mayor eficiencia.

El objetivo del presente trabajo es destacar los aspectos fundamentales de los objetivos de enseñanza que se deben tener en cuenta para su elaboración, y las etapas que deben seguirse en este proceso, basadas en un sistema de operaciones.

EL OBJETIVO COMO CATEGORIA RECTORA

El objetivo (¿para qué enseñar y para qué aprender?) es la categoría rectora del proceso de enseñanza aprendizaje, define el encargo que la sociedad le plantea a la educación institucionalizada. Representa el elemento orientador de todo el acto didáctico, la modelación del resultado esperado, sin desconocer el proceso para llegar a este (en un nivel de enseñanza, en un grado, en una asignatura, una clase o un grupo de clases).

La categoría de objetivo destaca en el proceso enseñanza-aprendizaje, puesto que cumple con la importante función de determinar el tipo y nivel de asimilación del contenido, las metodologías de trabajo y las actividades de evaluación. Esta relación es lo que constituye la lógica interna del proceso educativo. Los objetivos, por lo tanto, guían y orientan la labor del docente al expresar los conocimientos, habilidades, hábitos, actitudes y valores que sistemáticamente deben lograse en los alumnos. El cumplimiento de los objetivos garantiza, en gran medida, la calidad de la enseñanza.

Los objetivos se deben enunciar en función del alumno, de lo que este debe ser capaz de lograr en términos de aprendizaje, de sus formas de pensar y sentir y de la formación de acciones valorativas. Sus elementos constitutivos son: las habilidades a lograr (acciones y operaciones), los conocimientos, las acciones valorativas, las condiciones en las que ocurrirá la apropiación (nivel de asimilación, medios a utilizar, entre otros).

LA DERIVACIÓN GRADUAL DE LOS OBJETIVOS

Este aspecto expresa el carácter mediato e inmediato en el logro de los objetivos. Permite, también, reconocer que los objetivos constituyen un sistema rigurosamente articulado que se deriva de las necesidades sociales, culturales e institucionales.

Cuando se diseña una carrera, se establecen las características fundamentales que debe poseer el egresado de la misma, así como los aspectos de la personalidad a desarrollar en los planos: ético, estético, filosófico,...

Los objetivos se clasifican en objetivos instructivos y educativos.

Los primeros, como su nombre indica, pertenecen al dominio de la enseñanza, y los segundos al de la educación. Pero existe una interrelación entre educación e instrucción, por lo que resulta prácticamente imposible hacer una diferenciación radical de unos objetivos que pertenezcan únicamente al dominio de la enseñanza y otros objetivos que pertenezcan únicamente al dominio de la educación.

Sin embargo, tradicionalmente se ha expuesto que la adquisición de conocimientos, el desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades pertenecen propiamente al dominio de la labor de la enseñanza, mientras que la formación de convicciones se refiere a la labor educativa.

Esta división es bastante convencional y la pertenencia a uno u otro dominio, debe interpretarse solamente con carácter relativo: por ejemplo, la formación de una convicción en el alumno, sólo es posible a partir de que posea sólidos conocimientos relativos al aspecto de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento, sobre el cual se desarrolla la convicción.

El objetivo es la categoría rectora del proceso de enseñanza aprendizaje, define el encargo que la sociedad le plantea a la educación institucionalizada. Representa el elemento orientador de todo el acto didáctico, la modelación del resultado esperado, sin desconocer el proceso para llegar a este (en un nivel de enseñanza, en un grado, en una asignatura, una clase o un grupo de clases).

Los objetivos se deben enunciar en función del alumno, de lo que este debe ser capaz de lograr en términos de aprendizaje, de sus formas de pensar y sentir y de la formación de acciones valorativas. Sus elementos constitutivos son: las habilidades a lograr (acciones y operaciones), los conocimientos, las acciones valorativas,

1. Introducción

Todo docente, independientemente del nivel de enseñanza en que realice su labor, se ha planteado durante las etapas de planificación, organización, ejecución y control del proceso docente – educativo cuestiones tales como:

1. ¿Cuál es el lugar de mi asignatura en el sistema educativo?

2. ¿Qué aporte hace mi disciplina al conocimiento de los estudiantes?

3. ¿Cómo debo esperar que se refleje mi clase en los aprendices?

4. ¿Cuándo deberán los estudiantes recuperar los contenidos impartidos?

5. ¿En qué condiciones deberán aplicar esos conocimientos?

Cada una de estas preguntas nos conduce a la tarea de plantear (o precisar) los objetivos que se persiguen con determinado tipo de proceso docente.

Comencemos por poner en claro qué son los objetivos:

Los objetivos son el modelo pedagógico del encargo que la Sociedad realiza a la Escuela; son los propósitos y aspiraciones que durante el proceso docente - educativo se van conformando en el modo de pensar, sentir y actuar del estudiante y futuro graduado. Es la previsión del resultado de la actividad del estudiante.

2. Características generales de los objetivos.

A partir de las relaciones que la Sociedad establece con la Escuela, en la que esta última se subordina a la primera se infiere que el objetivo desempeña ese papel de intermediario, por lo que se constituye o elemento principal o rector del proceso, determinando el contenido a enseñar y precisando, además, los métodos, medios y formas organizativas de la enseñanza; que, dado el carácter de sistema del proceso, influirán en el logro de los objetivos.

El objetivo es de todas las categorías del proceso docente - educativo la que tiene un carácter más subjetivo, en tanto es aspiración, idea, propósito. Sin embargo, en el objetivo está presente la dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo, la cual se concreta en cuatro momentos fundamentales:

1. Cuando se formulan, es decir, cuando los encargados de la enseñanza se hacen conscientes del propósito a alcanzar con los estudiantes y los redactan.

2.

3. Cuando determinan el contenido de la enseñanza a través del plan de estudio, el programa, el texto, la preparación de la asignatura y el plan de clase.

4. Cuando se desarrolla el proceso docente, al profesor actuar en función de lograr el fin propuesto.

5. Cuando el estudiante realiza las tareas programadas, que es cuando el propósito, la idea del profesor se convierte en acción objetiva, en actividad práctica estudiantil; cuando lo subjetivo adquiere un carácter objetivo, al transformarse en aprendizaje, en atributos de la personalidad del estudiante.

Como se apuntó, una de las funciones del objetivo es la de orientar el proceso docente, la de precisar el sistema de conocimientos y la estructura u orden en que se enseñarán dichos conocimientos. Ello influye, en alguna medida, en la lógica que se seguirá en el desarrollo del proceso, en el método de enseñanza; lo cual determina el modo en que aprenderá el estudiante y en última instancia su futura manera de pensar y actuar. Las formas organizativas del proceso se adecuarán a la lógica descrita anteriormente, para propiciar la asimilación o dominio del contenido y el cumplimiento de los objetivos.

En resumen, las características fundamentales de los objetivos son las siguientes:

1. Manifiestan las exigencias que la Sociedad plantea a la educación (lo cual determina su carácter rector)

2. Orientan el proceso docente para transformar a los estudiantes según la imagen del hombre a que se aspira.

3. Determinan el resto de los componentes del proceso docente en su relación mutua.

4. Su formulación y realización de forma planificada es una condición esencial para el éxito del proceso.

3. Clasificación de los objetivos por su función.

Los objetivos se pueden clasificar de acuerdo con el grado con que aspiran a modificar la personalidad del educando, es decir, por su función.

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