ENSAYO DE PSICOLOGÍA: “EL AMOR”

ENSAYO DE PSICOLOGÍA: “EL AMOR”

En este ensayo se desarrollará el tema “El amor”, los tipos de amor, sus vertientes y la relación entre lo tratado por Erick Fromm en “El Arte de amar” y lo que plantean los distintos filósofos en el “Banquete de Platón”.

Erick Fromm en “El Arte de Amar” plantea la existencia de dos vertientes del amor bien diferenciadas. La primera, sobre la cual basa su obra, identifica al amor como un arte que implica esfuerzo. Él plantea que para dominar cualquier arte, primero hay que dominar la teoría y luego la práctica; y que esto tiene que ser aplicado en el arte del amor. La segunda vertiente (la cual Fromm considera como errónea) relaciona al amor con el azar, con la idea de que mucha gente considera que amar es algo sencillo de hacer, que es una cuestión de azar con la que uno se halla si se tiene suerte. Según Fromm, ésta creencia incorrecta es en la que la mayoría de la gente cree, y se sustenta de tres puntos importantes:

1. La gente ve al amor como una cuestión de ser amados en vez de amar. “…Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar…” (El Arte de Amar: p. 13) Con esta cita hace hincapié en que para ellos el problema es cómo lograr ser amado; y para lograrlo buscan tener éxito, poder, dinero, ser atractivos físicamente, ser amables, sociables, carismáticos, populares, agradables, etcétera. Es decir, ser dignos de ser amados se ha convertido en una mezcla de popularidad y atractivo físico.

2. El amor se ha convertido más en una cuestión de objeto que de facultad. El problema no está en amar, ya que eso es considerado sencillo, sino que el problema es encontrar un objeto apropiado para amar. Hoy en día para decidir a quién amar, se busca al mejor individuo dentro de las posibilidades de cada uno, o más bien, al más poderoso, al más atractivo o incluso al más rico posible.

3. El tercer error es pensar que no hay nada que aprender sobre el amor y así se produce una confusión entre “la experiencia inicial de ‘enamorarse’ y la situación permanente de estar enamorado, o, mejor dicho, de <permanecer> enamorado” (El Arte de Amar: p. 15). Muchos consideran la intensidad del apasionamiento, eso de estar “locos” el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando en realidad se está mostrando su grado de soledad interior.

En el Banquete de Platón, los distintos filósofos se turnan para hablar y dar su propia teoría sobre el amor:

El primero en dar su discurso es Fedro: “…Pero aun cuando los dioses estiman sobremanera la virtud en el amor, la admiran y se complacen en ella y la recompensan más cuando es el amado el que siente afecto por el amante que cuando ocurre a la inversa, pues el amante es cosa más divina que el amado, ya que es poseído por la divinidad…” (Platón: p. 149). La idea de que el que ama tiene algo más divino que el que es amado se relaciona con el amor como arte, y el que es amado refleja al amor como objeto, azar.

El siguiente en hablar es Pausanías, quién habla de Afrodita (refiriéndose al amor). Dice que hay dos Afroditas, por lo tanto, dos amores. El primero es un amor más vulgar, carnal, donde lo físico es lo más importante y no se tiene en cuenta el alma. Pausanías piensa que este amor, es temporal y no estable, ya que se ama una cosa que tampoco es estable: el cuerpo. “…Y es vil aquel amante vulgar que ama el cuerpo más que el alma, ya que, además, no es un amante estable, pues ama una cosa que tampoco es estable. En efecto, tan pronto como llega a su fin la frescura de su enamorado, se marcha, mancillando muchas palabras y promesas…” (Platón: p. 153). Y la segunda Afrodita, el segundo amor, es un amor más celestial, espiritual, que se dirige a la inteligencia, al alma y no al cuerpo. Pausanías creía que este amor sí es eterno, ya que los amantes son bellos el uno para el otro por siempre ya que se enamoran del alma, que es eterna, y no del cuerpo, que no lo es. “…En cambio, el enamorado de carácter virtuoso permanece firme con el paso del tiempo, ya que está inseparablemente unido a algo estable…” (Platón: p. 153)

Podemos relacionar estos amores con la confusión entre la experiencia inicial de enamorarse y la situación de permanecer enamorado que plantea Erich Fromm; donde el primer amor, el amor vulgar, es esa primera experiencia en la que se cree estar completamente enamorado de todo lo que se relacione a esa persona, cuando en realidad, sólo se está demostrando el interés hacia el ‘atractivo físico’ de la misma y la soledad interior. Por lo general,

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