El Arte De Enseñar A Amar.

EL ARTE DE ENSEÑAR A AMAR

De Juan José Javaloyes

Editorial Palabra. Madrid, 2001

1. Con una extensión máxima de 2 folios, haz un elenco de ideas interesantes para tu labor de asesor/a educativo, fruto de la lectura de este libro.

• Antes de educar a los hijos hay que saber “Qué es el educar y sus reglas”.

• Hay que tener en cuenta la evolución psicológica, afectiva y personal y evitar someterle a pruebas de autoestima que puedan salir dañados.

• Los cinco principios que el autor señala para enseñar a amar a nuestros hijos son:

1- Todo a su tiempo. (Enseñando poco a poco)

2- La verdad aunque cueste. (No bajar la guardia y vigilar)

3- Planifica que algo queda. (Madre y padre trabajar en conjunto para ayudar a los hijos en el arte de amar)

4- Empezar es importante pero no basta.( Enseñarles y toda la vida.)

5- Solo lo valioso cuesta. ( No desfallecer y estar alerta )

• Hay que educar un conjunto, el cuerpo, los afectos, la inteligencia y la voluntad para que aprendan a amar. Enseñarles la sexualidad masculina y femenina, Los diferentes cambios en el cuerpo del hombre y de la mujer.

Como el placer está asociado a la entrega en el amor a la otra persona no para satisfacción personal sino complementarse armónicamente conociendo todo lo que Dios y la Iglesia transmite sobre el amor y la sexualidad.

• Recordar que todos los hijos son diferentes, hay que personalizar la educación de cada uno de los hijos tomando en cuenta el sexo de cada uno de ellos, ya que no se puede educar igual a un niño que a una niña. El desarrollo de la personalidad está en función de las etapas psicosexuales y psicosociales del sujeto. (Hombre o mujer)

a) Los primeros seis años: En ésta etapa el niño (a) es una esponjita, recibe toda clase de estímulos.

b) Esperando la pubertad: De acuerdo a los estímulos que recibió el niño (a) está preparado para educarlo en la llegada de la adolescencia.

c) La adolescencia: Aquí el se da cuenta que puede elegir, y entrar en competencia con lo que hasta ahora le han enseñado sus padres.

d) De 16 a 18 años: Aquí ya el adolescente va madurando, hay que enseñarle pero lo principal es guiarle, hacerle reflexionar sobre sus capacidades y sus límites.

• No basta con hablar con los hijos hay que observarlos y ver los aspectos positivos y los negativos, estar alerta ya que se pueden presentar algunas patologías de orden físico o psíquico. Los estados de ánimo de los hijos nos dicen más que mil palabras.

2. Sitúate en el periodo de edad que corresponde a tu labor educativa. Propón un plan para enfocar este tema con los padres de los alumnos en las entrevistas de asesoramiento

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