El Edipo según Freud - Un análisis del libro: El Edipo de Juan Nasio

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

PSICOLOGÍA

EL EDIPO - REFLEXIÓN

Es una fase que ocurre durante la etapa fálica (de Falo) de desarrollo sexual del infante, que ocurre entre los 3 y 4 años, donde el niño sexualiza a su figura paterna. Es el primer acercamiento al deseo sexual que tiene el niño, de obtener placer del otro, se da hacia el padre del sexo opuesto, es decir en el caso del varón hacia la madre y en el de la niña, aunque un poco más complejo, hacia el padre.

        Este deseo incestuoso, es inconsciente e incontrolable por el niño, por lo cual el fin es tener relaciones con su padre y no de una manera genital, sino simbólico, en que el padre brinda seguridad. La  fantasía, para el niño sería volver a la seguridad que se daba en el útero (en el caso del varón); y en el caso de la niña ocupar, tener y ser aquello de lo que no ha sido dotada (el falo).

        El pene, aquello de lo que está dotado el niño y aquello que le ha sido arrebatado a la niña, tiene un simbolismo de poder, el Falo. El varón tiene el Falo, sinónimo de poder y también de debilidad; la niña en principio piensa que lo tiene, pero luego se da cuenta que ha nacido sin él, sin poder.

        Para el varón, poseer el Falo significa la posibilidad de poder poseer a la madre, ya que el Falo le da seguridad, autoridad y potestad sobre la misma; también quiere ser poseído por la madre, ser el objeto fálico de la madre. Él no puede obtener a su madre, ya que ella se encuentra con el padre, el padre que prohíbe y que significa una amenaza para su Falo, ya que infunde en el niño angustia de perderlo (el Falo). Asimismo, cuando el niño se ve amenazado por el padre, debe tomar una decisión: continuar con su deseo por su madre o renunciar a su objeto de deseos y salvar su Falo; con esto se da la desexualización de la figura materna.

        En la niña, al comienzo cree que tiene un Falo, pero cuando se da cuenta que no culpa a su madre por eso, por no haberle dado un Falo, se siente humillada por no tener El Poder. Sin embargo su padre si lo tiene, el poder, ella lo desea, desea el tener su Falo, pero ya que obviamente su padre no le dará el Falo, ella quiere serlo, ser el objeto fálico del padre (ser poseída por él). Como la niña sabe que el objeto de deseo del padre es la madre, ella ya no la odia por no haberle dado un Falo, sino que ahora quiere ser como ella (modelo de feminidad), para así ser el objeto del padre, a pesar de que la madre también sea una rival. La salida del Edipo para la niña es más larga que para el niño, para ella desexualizar al padre resulta más complejo, lo logra, sin embargo el padre sigue siendo modelo de identificación de objeto sexual para la niña.

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