¿El amor soy yo mismo?

¿El amor soy yo mismo?

El tiempo del amor es repentino y fugaz, es difícil vivir enamorado, sin embargo así se siente cuando se vive según lo que se escucha y hasta el momento se experimenta. Y ese sentimiento no tiene un núcleo definido. El tema es precisamente la posición desde el psicoanálisis sobre el amor, que de hecho parece describir casi que a la perfección el amor en juventud, en este ensayo dejaremos avivar estos análisis junto algunos pensamientos con los que se espera conecte el mismo lector.

Principalmente se tiene en cuenta la noción de sujeto, el cual es vacío y es así porque no encuentra manera de realmente definirse en el mundo, siempre se es algo, siempre se es un trabajador, estudiante, hijo y las demás cotidianidades que se acostumbran escuchar. Pero ¿Cuándo es alguien él mismo? Es cuando entra el protagonista, el capricho, la ilusión, el amor es el que lleva a distraer al mismo vacío, incluso este toma mil formas sólo por la presencia del amor porque todo se justifica cuando se habla de amor. El sujeto encuentra una razón para distraerse de la cotidianidad de lo que tiene que ser real, pues está en la presencia de algo que ni él mismo sabe interpretar pero lo hace sentirse mejor, algo diferente. Por esto justifica su actuar, incluso idioteces que en su tiempo despreció, se da cuenta que tiene una excusa para ser, decir algo distinto a lo que se espera.

Lo que hace que el sujeto se refugie y sea dentro de esa ilusión es la idea que él se hace de las personas y más de la amante, pues vive imaginando cómo los dos son perfectos para cualquier aspecto de la vida, aún sin haberlo experimentado, se encuentra en una realidad que sólo es para ellos dos, le parece que todo estará bien sólo con la compañía de su amante, esto es limitado y cuando lo empieza a notar se da cuenta que hay un conflicto en la realidad y en sí mismo. El ser humano nunca está satisfecho, siempre aspira tener más, poseer, incluso tiene la capacidad de faltar a la aparente moralidad social apenas para conseguir lo que considere que es mejor que su ahora.

Es por esto que el amor se rompe, no es nada de lo que él construyó, su amante no es como él la imaginaba en escenarios mentales, ella tiene en sí otro mundo que no es para nada lo que él esperaba. Lo imaginario está presente siempre, la forma en que se anhelan las cosas es distinta a la cortante realidad, el ser se busca a sí mismo o una extensión de sí, he ahí un fallo que vive repitiéndose y muy pocas veces se puede sobrellevar.

Por consiguiente cuando un sujeto logra lo que él considera estabilidad, inicia un proceso por decirlo de alguna manera transformación, pues debe aprender a manejar una rutina, y a todos les cuestan las rutinas. Entra entonces un tercero, amante, pasión, algo nuevo que despierta en el sujeto todo eso que él ya daba por olvidado y además está acompañado de la adrenalina de lo prohibido, lo fugaz, el alter ego que no puede sacar al mundo, pues lo consideran un insensato lleno de lujurias y faltas a la ética de la sociedad. Todo este conjunto de vivencias llevan al sujeto a encontrar el máximo de sí mismo, pero sólo y apenas cuando tiene encuentros furtivos con su amante.Quien además está en sintonía con él, los dos saben lo que arriesga cada uno, lo que se entrega en cada encuentro al otro, pero nuevamente por amor todo es justificable.

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