Ensayo De Mi

Ensayo

Yo soy dueño de mis actos, y de mis decisiones. Al igual que soy consciente de ellos y de las repercusiones que traerían éstas.

Hasta ahora, estoy plenamente consciente y contento acerca de los resultados de mis decisiones, en sí, estoy muy feliz conmigo mismo. Cada persona es diferente. Cada persona puede tomar sus propias decisiones. Puede ver, escuchar o probar lo que quiera. Cada persona vive su propia vida, y por lo tanto hace con ella lo que quiera.

Yo vivo mi propia vida, por lo tanto soy consciente de lo que soy; y estoy muy contento con los resultados que he logrado. Así como puedo hacer lo que yo quiera, debo hacerme responsables de mis actos, porque pues precisamente es mi vida, y yo debo hacerme cargo tanto de lo positivo como de lo negativo.

Algunas personas dicen que soy muy serio, pero no es eso sino que sencillamente en ocasiones no hay nada que decir. Debemos detenernos un momento y ponernos a pensar: ¿Qué es lo correcto? ¿Y por qué?. Por ejemplo, matar a un persona es muy bien sabido que no tiene nada de correcto. Pero entonces, ¿Qué tiene de malo ser callado? No tiene nada de mal. El problema está en que la mayoría de las personas no son así, por lo tanto defienden su postura.

El ser humano es muy extraño, debido a que en cierta manera somos tan parecido, pero a la vez no tenemos nada por igual. A qué me refiero, aunque en ocasiones el comportamiento de alguna persona nos sea algo diferente o incluso nos incomode no tenemos porque querer que ésta cambie. Todos somos libres de hacer lo que queramos. Y pienso que precisamente, si todo siguiéramos la sencilla regla de: "has lo que quieras, siempre y cuando no te afecte ni a ti ni a los demás", la vida en sociedad y la convivencia resultaría más sencilla

Creo que tengo mucha confianza en mí mismo, porque en ocasiones cuando tengo que tomar una decisión y no estoy del todo seguro, tomo la decisión correcta o, si ése no es el caso, no me arrepiento de ella. Creo que el objetivo principal de la vida es vivirla Por ende, no debemos preocuparnos por cosas tan sencillas como el hecho de qué pensarán los demás de mi, por ejemplo.

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