Equilibrio Y El Gusto

EQUILIBRIO ENTRE EL GUSTO Y EL DEBER

Lo formal en los valores es el deber. En efecto, la axiología se construye a partir de la percepción directa del deber ser en alguna acción concreta o materia de la conciencia moral, que es el nombre tradicionalmente dado a la intuición axiológica del ser humano, percibe con mayor nitidez ese deber ser cuando no es (ante la injusticia se siente la necesidad de la transformación). El deber ser vacío de contenido, es menos entendible que la conducta concreta que lleva a su realización.

Por otra parte, ¿Siendo el hombre un ente dotado de voluntad, cómo podrá sostener sus relaciones con sus semejantes cuando su voluntad se oponga a las de ellos?, por la observación de la justicia.

Así mismo, el gusto proclama la satisfacción, placer o sensación agradable que produce una cosa. Es decir, el gusto reserva una amplia gama de estrategias que intervienen en lo que nos gusta hacer o previamente a realizarla actividades extra al deber.

Por consecuencia, se trata de una apreciación que varía según las convenciones sociales y culturales, pero también de acuerdo con las costumbres particulares de cada persona. Se sabe que en algunas partes del mundo es normal tocar los alimentos directamente con las manos, sin utilizar cubiertos; trasladar esta Costumbre o manera de hacer las cosas a los países occidentales sería muy difícil, dado que se trata de una situación que se opone al concepto de buen gusto que ha sido imprimido en el inconsciente de sus habitantes durante generaciones.

Del mismo modo, encontrarse en un país con costumbres de este tipo y negarse a actuar como los demás puede ser considerado de mala educación. Los seres humanos no siempre somos conscientes de que la normalidad forma parte de una estructura creada por otras personas, y no de la naturaleza misma. El buen gusto está sujeto a las necesidades y convicciones de cada uno, tanto como el deber.

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