La Frivolidad

INTRODUCCIÓN

Mediante la lectura del texto “Take it easy: esencia, apariencia y presencia de la frivolidad” pretendo poder aclarar la concepción que tengo de frivolidad, si realmente lo que se dice de ella es negativo o si quizás existan aspectos rescatables de tan bullada característica de la personalidad. De antemano creo que todos tenemos algo de frívolos, es parte tal vez inconsciente de nuestras maneras de ser y como mencioné, es generalmente muy mal vista por la sociedad, pese a que se critica mucho más en algunos sectores, dependiendo de su cultura y mayormente de su religión.

Espero sinceramente, poder disipar mis dudas y confirmar las teorías que presento ante esta compleja característica humana.

¿Qué entendemos por frivolidad?

La frivolidad ha sido calificada como pecado, defecto, rasgo de personalidad, actitud frente a la vida, entre otras cosas.

La mayoría de las religiones condena la frivolidad como pecado, sobre todo aquellas más extremistas cono el islamismo que consideran frívola la manera de creer, actuar, sentir y vivir nuestra fe occidental.

Por otra parte como defecto es una débil toma de conciencia y una frágil disposición a actuar frente a una situación que exige respuestas, que demanda opinión y análisis de largo plazo.

Como rasgo de personalidad, la frivolidad representa una inclinación a la excentricidad, a la diferenciación mediante las apariencias, un favoritismo por lo trivial, la vanidad y la necesidad de llamar la atención.

La frivolidad como actitud frente a la vida es un dejarse llevar por las circunstancias, la aceptación de lo dado como definitivo, el no cuestionarse a sí mismo; una particular y sofisticada forma de resignación.

Podemos también relacionar la frivolidad con una cronología personal, es muy difícil poder catalogar a un niño de frívolo; mas si podemos decir que un niño está siendo educado en un ambiente frívolo o rodeado de frivolidades y que se está haciendo de él alguien frívolo., más aún si viven bajo los estímulos de la vida moderna.

A lo largo de la historia la frivolidad ha sido atribuida sobre todo a las mujeres, tal vez tenga esto que ver con el prejuicio nefasto de que ellas poseen escasa capacidad para el pensar reflexivo, tienden a la volubilidad y tienen proclividad a la emotividad, rasgos distintivos de la frivolidad. Habladoras, chismosas, vanidosas, intrigantes, peligrosas, volubles, así eran vistas las mujeres en la mayoría de las sociedades hace no mucho tiempo. Hombres frívolos era difícil de imaginar, excepto en el caso de los homosexuales, vistos además como anormales y decadentes.

Sin embargo se ha descubierto que la frivolidad no es propia de uno u otro sexo, al contrario, los tiempos modernos apuntan a que es una característica independiente del sexo. De hecho, los tiempos modernos para muchos pensadores es sinónimo de frivolidad: consumir más que vivir, vivir a través del consumo, desempeñar con éxito roles sin preocuparse por la propia identidad, cultivar relaciones apropiadas con las personas y con las instituciones convenientes, la imposición de la imagen como vía de acceso al conocimiento, actividad

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