La Iglesia Católica Como Ente De Prejuicios

Introducción y Planteamiento

Para el desarrollo de la postura a exponer conformaremos primero la tesis como propuesta de desarrollo y como premisa de profundización. La tesis, entonces es: La iglesia católica como motor de prejuicios ante la diversidad especificando y ejemplificando su dogmatismo en las tendencias homosexuales.

El propósito constituyente de este ensayo es exponer como desde la institucionalidad se normalizan creencias que son propias de doctrinas y que no necesariamente responden al contexto en que los conflictos se desarrollan, por otra parte hacer patente el grado de influencia que ejerce una institución como la iglesia católica y que afecta a la gran mayoría que se siente católico. Este sentir cristiano es indiferente a una u otra tendencia de orden sexual, la fe no discriminaría, sin embargo, la institucionalidad cristiana si discrimina con sus propios fieles, haciendo eco de sus contradicciones históricas.

Desarrollo y Contextualización

En una sociedad como la de hoy, no puede ser la iglesia quien juzgue a las personas por como deciden vivir su vida, ya que es ella quien ha caído en contradicciones en lo que predica, se debe saber el cómo y los porqués de los prejuicios al grupo homosexual por parte de ésta, para tener presente que las personas no pueden ni deben regirse por normas que dicta esta institución de poder dogmatico. Así también se debe entender que la homosexualidad no constituye un pecado y mucho menos da lugar a una condena, más bien da lugar a la autonomía que posee cada uno, de ser libre y elegir como una decisión que posee los mismos derechos e igualdades que cualquier otra.

Las actitudes prejuiciosas han existido siempre, acompañando al ser humano en su comportamiento social, entendiendo estos como, “una actitud usualmente negativa hacia los miembros de algún grupo que se basa exclusivamente en la pertenencia a dicho grupo” es decir el individuo vá a prejuiciar por el solo hecho de creer, pensar o tener expectativas de lo que es un individuo y ese pertenecer a dicho grupo. Lo que se manifiesta en lo que señala Shelton, 2000 citado en Bayron, R. Y Byrne, D.(2005). “El prejuicio es real y perjudicial aun cuando se manifiesta de manera sutil” puede ser a través de sentimientos o emociones negativas, que se desencadenan a través del pensamiento o cuando hay contacto con individuos pertenecientes a los grupos que son no agradables para aquellos prejuiciosos que refuerzan a través de esto tanto su autoconcepto, su autoimagen y la creencia de superioridad.

Los prejuicios que se crean en torno a la homosexualidad o a otras dimensiones son producto de un aprendizaje social es decir se desarrollan y aprenden como si fueran actitudes intrínsecas del ser humano, tan comunes como aprender a caminar o a escribir. Lo lamentable es cuando surgen de lo que se conoce como norma social, es decir; las reglas que un grupo dado (iglesia católica) sugiere sobre las acciones o actitudes que son o no apropiadas, pero también pueden nacer de la división que las personas hacen del mundo social, estas son dos categorías distintas, una que pertenece al nosotros y la segunda que pertenece a un ellos, también conocidas como endogrupo y exogrupo. Los primeros se visualizan de manera positiva, y tachan negativamente a los del exogrupo. Bayron, R. Y Byrne, D.(2005).

A pesar de los cambios de conciencia y aceptación en las distintas sociedades donde se presenta el tema de la homosexualidad, no se ha dejado de lado las actitudes negativas como el alejamiento, criticas y rechazo hacia quienes nacen u optan por esta tendencia, viéndolos y tachándolos como señala (Withley, 1987) de “enfermos, desviados y peligrosos” estas reacciones negativas son las que se incluyen dentro del concepto prejuicio, “ya que aluden al estado de ánimo favorable o desfavorable que acompaña a un juicio previo y sin fundamentos” (Allport, 1963). Lo principal aquí, es recordar que por aquellos que prejuzgan éste grupo de individuos se ha visto prohibido y alejado de igualdades y libertades que otros poseen, siendo las principales demandas adoptar hijos, casarse, y vivir una vida como formadores de familia. (Acuña, A y Oyuela, R 2006). Tal como lo señala Herrera, F (2010)

Tener hijos, en nuestra cultura, es considerado como algo esencial para la realización personal y para la sobrevivencia de la sociedad. Se espera que las parejas, tarde o temprano, se conviertan en padres. Sin embargo, al desear hijos, las personas y parejas homosexuales no se acercan, sino que se alejan de las expectativas sociales. Homosexualidad y parentalidad son vistos como antagónicos e incompatibles

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