ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Violencia En La Administración Publica Nacional

reneesilva6 de Mayo de 2013

6.184 Palabras (25 Páginas)389 Visitas

Página 1 de 25

La violencia laboral en la Administración Pública Argentina ¿una “normal anormalidad” social?

1. Introducción

El punto de partida de este trabajo fue un mail que recibí en mi lugar de trabajo que informaba la realización de un seminario de “Políticas Públicas para la prevención y atención de la violencia laboral y su incidencia en la salud” organizado por Comisión Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades entre Varones y Mujeres en el Mundo Laboral (CTIO) de la CTA - Central de Trabajadores Argentinos- .

Las múltiples manifestaciones con las que se expresa la violencia social en el mundo actual, vienen siendo investigadas durante los últimos años desde distintos abordajes científicos a nivel mundial. La OMS ha reconocido que la violencia resulta, en la actualidad, una amenaza para la salud pública y un obstáculo para el desarrollo de las naciones (Primer Informe mundial sobre la violencia y la salud, 2003).

Muchos estudios coinciden ampliamente en destacar que la violencia laboral, llamada “la plaga del siglo XXI”, es una de las expresiones más preocupantes, en primer lugar en lo que atañe a la problemática de la salud en el sentido más amplio. La Organización Internacional del Trabajo destaca que la violencia en el ámbito laboral –tanto física como moral o psicológica (psicoterror)– viene creciendo en los casos registrados, alcanzando niveles preocupantes tanto en la frecuencia de las conductas violentas como en las consecuencias devastadoras que impactan no sólo a los directamente afectados, sino también a sus entornos familiares.

Si bien el fenómeno en sí no es nuevo y tiene raíces estructurales profundas, los investigadores han identificado –aún reconociendo la causalidad plurifactorial–, una progresión evidente ligada a las características que el capitalismo ha desarrollado en su versión neoliberal de los últimos años, con relación a la perversión de las relaciones sociales en general y los vínculos laborales en particular. Precisamente fue hacia fines de la década de los ’80 cuando fue detectado el carácter pertinaz de esta forma específica de violencia, alcanzando magnitud epidémica hacia mediados de los ’90.

Entre otros elementos, el predominio de un “darwinismo social” que no apunta a la supervivencia del más apto sino del más desalmado, ha hecho posible la pérdida o el desprecio por los códigos de conducta; el relativismo moral, la enunciación meramente verbal de valores que no se sustentan en las acciones. Resultante de ello son las fracturas sociales que incitan a la competitividad individualista y a la ruptura de los lazos solidarios. En este marco, la fragmentación social impacta como fragmentación de la subjetividad y ataque a la identidad, lo cual genera una amenaza para los trabajadores en general, agudizándose para las víctimas del maltrato laboral.

Mi experiencia laboral cotidiana, como personal permanente del sector público nacional desde 1989 me permitió padecer, observar y experimentar ese territorio desde adentro, como así también me ha colocado, muchas veces, frente a idénticas situaciones en el ambito de la administración pública.

La violencia en la Administración Pública, es violencia hacia adentro –hacia los propios agentes, trabajadores, funcionarios- que se traduce a su vez en violencia hacia fuera, hacia el público entendido como beneficiario o usuario de la gestión pública. “Esta violencia es una “epidemia soslayada”, que pronto superará a las enfermedades infecciosas como causa principal de morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo” (Scialpi, 1999)

Una investigación exploratoria “Violencias en la Administración Pública. Casos y Miradas para pensar la Administración Pública Nacional como ámbito laboral” (Scialpi, 1999) verifica que la conducta violenta es perpetrada, en democracia y en las instituciones estatales, por quienes tienen la responsabilidad de proteger a todos los ciudadanos. La transformación de la fuente de protección en fuente de violencia, produce efectos mucho más devastadores por cuanto se convierte en “modelo autorizado”, además de resultar condición necesaria para el desarrollo permanente de la corrupción.

El análisis de este trabajo se centrará en el eje poder- control social, considerando la violencia laboral en la Administración Publica Nacional desde el punto de vista de los siguientes paradigmas: Psicología Social Latinoamericana, Interaccionismo Simbólico, principalmente la teoría de George Mead y las ideas de Salomón Asch dentro del paradigma de la Cognición Social. Por otra parte, es un intento de responder porque esta violencia es realmente considerada socialmente como una “normal anormalidad” según palabras de Martin Baró.

2. Psicología Social Latinoamericana

La Psicología Social Comunitaria, la Psicología Social Crítica y la Psicología Social y Política de la Liberación constituyen tres expresiones de la denominada Psicología Social Latinoamericana que atienden a las particulares configuraciones del poder que se instalan en América Latina, a la vez que pretenden contribuir a la transformación de las sociedades, los grupos, los individuos y sus relaciones, es por eso que cada una influye sobre las otras.

La Psicología Social Comunitaria fue definida como: “el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y el poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar sus problemas y producir cambios en el ambiente y en la estructura social (Montero, 1982).”

Este enfoque aborda los procesos de cambio y transformación situando el origen en la propia comunidad o grupo, al considerar que sus integrantes son sujetos activos, o actores y actrices capaces de conducir y modificar sus vidas. “Esta psicología ofrece un marco que permite problematizar la cuestión del poder, la desigualdad, las transformaciones del ambiente y la constitución de una comunidad…”

La Psicología Social Crítica, se ha propuesto subvertir lo que puede denominarse el modo “natural” de ver las cosas, evidenciar los mecanismos del poder que sostienen posiciones establecidas y abrir nuevas perspectivas al conocimiento.

“Parker (2002) presenta tres definiciones para intentar abarcar a esta psicología que adquiere el calificativo de crítica:

• “(...) es, por lo tanto, y antes que nada, el examen sistemático de cómo algunas variedades de experiencia y acción psicológica son privilegiadas sobre otras y de cómo explicaciones dominantes de la ‘psicología’ operan ideológicamente y al servicio del poder” (Parker, op. cit., p. 94).

• cuando estudia las formas de construcción histórica de sus distintas perspectivas y el modo en que las psicologías alternativas confirman o resisten los supuestos ideológicos de los modelos oficiales.

• cuando estudia las formas de vigilancia y autorregulación de la vida cotidiana y el modo en que la cultura psicológica transciende al mundo académico y profesional.

Este enfoque intenta desmarcarse de los modos convencionales de decir y hacer psicología y también psicología social, en relación a las prácticas profesionales y también a la producción de conocimientos científicos. “

La Psicología de la Liberación consiste en el estudio psicosocial de las formas de ejercer el poder y el control social sobre la propia persona. Su psicología social intenta contribuir a la transformación radical de las estructuras sociales. Dentro de esta corriente seguiré el aporte de Ignacio Martín –Baró, quien define como traumas sociales a “aquellas experiencias que afectan a toda una población, y no sólo en cuanto individuos, sino precisamente en su carácter social, es decir como totalidad, como sistema.” Posee tres aspectos que considera esenciales: tiene carácter dialéctico, lo que no significa solamente que es producido por la sociedad aunque el principal afectado sea el individuo, sino que la naturaleza del trauma hay que ubicarla en la particular relación social de la que el individuo es sólo una parte, el trauma debe explicarse desde la relación en la que se encuentra el individuo con su sociedad, el trauma psicosocial es producido socialmente y tanto para su comprensión como su solución requieren atender no sólo al problema del individuo sino a sus “raíces sociales, a las condiciones sociales traumatógenas” y finalmente las relaciones sociales son las causantes de los traumas y su mantenimiento es el que multiplica los casos de individuos traumatizados.

Los procesos psicosociales que la psicología social comunitaria ha ido identificando y teorizado, son los de naturalización, habituación, problematización y conscientización que ponen de manifiesto la postura acrítica de considerar naturales las situaciones que se viven, aunque sean adversas o claramente injustas e inequitativas. Fue Martín Baró quien describió una realidad en la que se acepta pasivamente aun lo que daña y lo que excluye. Estos desarrollos pueden estar en consonancia con el proceso de habituación como organizador de la realidad de la vida cotidiana.

Los fenómenos de violencia en ámbitos laborales, implican una problemática que comprende fenómenos y conductas violentas recurrentes, no-episódicos ni únicos que afectan a todos los integrantes del sistema de la Administración Pública Nacional.

Si bien la palabra violencia, evoca de inmediato, imágenes que tienen

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (40 Kb)
Leer 24 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com