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Lobo Lobo


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2012  •  1.881 Palabras (8 Páginas)  •  434 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Desde antes del nacimiento de la persona, ya estando en el vientre de la madre y, tras un breve periodo de tiempo en que debe satisfacer su necesidad de comer, pone en acción la pulsión de vida al ingerir la leche del seno materno, este puede ser un niño deseado, buscado, un niño por accidente, o no deseado. Cuando llega a este mundo necesita de los otros. Esos otros jugarán un rol y una función en su constitución. A través de las palabras y de las acciones, los Otros irán introduciendo en el sujeto ciertas divisiones. El sujeto esta sujetado a los deseos de la madre, a lo que la madre dice que puede o no puede, a la instauración de la relación con el padre que también prohíbe, castiga o premia. La prohibición del incesto se va instaurando en el sujeto. Y esto ya es una estructura, conjunto de relaciones padre-madre-hijo que va estructurando al sujeto, que va dividiendo al sujeto entre lo que puede y no. Entonces podemos decir que los efectos mismos del lenguaje son la causa del sujeto.

De acuerdo a como transite el deseo en la triada (padre-madre-hijo) el sujeto advendrá en una estructura psicótica, perversa o neurótica. Para lacan Su originalidad consiste en considerar a estas categorías como estructuras y no como meras colecciones o inventarios de síntomas. Esto significa que el sujeto no puede ser Psicótico y Neurótico al mismo tiempo, porque cada estructura se distingue por una operación diferente, en la primera forclusión y en la segunda represión. Lacan ubica la forclusión psicótica como aquello que ocurre cuando fracasa la afirmación simbólica. La forclusión sirvió como base a la noción de una estructura dentro de la psicosis. Una consecuencia provocada por esta de orden imaginario, puede resumirse a la relación imaginaria del yo, con un otro elegido. Lacan dice que es una regresión del psicótico al estadio del espejo. Es el modo real en que el sujeto alcanza a traducir la posición pasiva frente al padre, la función de feminidad.

Durante Freud hubo una distinción básica entre Psicosis y Neurosis, según esta clasificación, la psicosis designaba la forma extrema de enfermedad mental, y la neurosis los trastornos menos graves.

“En la psicosis es el desenlace análogo de una similar perturbación en los vínculos entre el yo y el mundo exterior... El yo se crea soberanamente, un nuevo mundo exterior e interior, y hay dos hechos indudables: que el nuevo mundo se edifica en el sentido de las mociones de deseo del ello, y que el motivo de esa ruptura con el mundo exterior fue una grave frustración de un deseo por parte de la realidad, una frustración que pareció insoportable. ”

El lobo! ¡El lobo!

El caso de Roberto

Este es un caso de psicosis. Por su historia clínica, por todo lo que vivió, por el estadio del espejo y el sistema florero y flores, donde reconoce las flores pero no el florero o al contrario, por su delirio. (Juicio patológico falseado), (es una respuesta en lo simbólico, un intento de restauración de lo simbólico que falta) y por supuesto la madre paranoica que no lo mencionan pero tal vez tenga algo o mucho que ver con su enfermedad. Roberto, es un niño que llega a análisis a los tres años de edad, con madre paranoica, que van de casa en casa y que no lo alimenta ni hace ninguna función de madre, que lo deja a los 5 meses enfermo de desnutrición, anorexia e hipotrofia, devuelto a la mama 2 meses y recayendo en lo mismo, abandonándolo esta vez definitivamente, teniendo que cambiarlo de residencia 25 veces por cirugía y estudios médicos. Estos cambios eran para él una destrucción. En el punto de vista motor tenia gran incoordinación de movimientos, hiperagitacion.

En el lenguaje tenia ausencia total, gritos, risas guturales, solo gritaba dos palabras ¡señora¡ y ¡el lobo¡. En el comportamiento era hiperactivo, movimientos bruscos. Trastornos del sueño, crisis de agitación convulsiva, sin verdaderas convulsiones, con enrojecimiento del rostro, alaridos desgarradores; estas crisis estaban relacionadas con escenas de su vida cotidiana: el orinal, y sobretodo el vaciado del orinal, vestirse, la alimentación, las puertas abiertas que no podía soportar, al igual que la oscuridad, los gritos de los otros niños, los cambios de habitación. Con el adulto era hiperagitado, indiferenciado, sin verdadero contacto. A los niños parecía ignorarlos, pero cuando uno de ellos lloraba o gritaba, entraba en una crisis convulsiva. En esos momentos de crisis se volvía peligroso, fuerte, intentaba estrangular a los otros niños, y debió ser aislado por la noche, y durante las comidas. A veces se quedaba mirando al vacio pareciendo maniaco depresivo.

Para la analista fue difícil clasificarlo por su historia clínica, y por la gravedad del caso pero así lo atendió observando cambios en cada sesión, lo que no se menciona en ningún momento es si ella se comunicaba con él a través de lenguaje hablado o con señas o de qué forma. En un principio era un problema el hecho de que Roberto solo decía dos palabras y al final fue de gran ayuda y a través de esas palabras que él comenzó a cambiarlas por reconocerse y bautizarse como Roberto.

Roberto prácticamente no tuvo una estructuración de ninguna forma y me pareció que la analista hizo el papel del Otro (trasferencia) para que el niño iniciara de cero, para empezar a estructurarse por medio de vivir de nuevo las etapas oral, anal, fálica y complejo de castración lo cual por su situación no pudo pasar por ello y era necesario para no haber sido psicótico.

Este niño había permanecido siempre en el estadio en el que los fantasmas eran realidad. Esto explica

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