PSICOLOGIA SOCIAL Barras Bravas

Introducción

Hablar de Fútbol, es hablar de una de las pasiones más grandes de los Argentinos, un ámbito donde se mezclan lo económico, lo cultural, lo político y lo deportivo. El fútbol produce una fuerte identificación de individuos hacia su equipo de preferencia, buscando defender creencias, valores e incluso un territorio simbólico, lo que los llevó en muchos casos a incurrir en actos de violencia.

Las hinchadas de fútbol, son actores principales en este fenómeno mundial, y en el que se destacan, principalmente en Argentina, las Barras Bravas de las cuales trataremos en este informe.

El grupo en este caso, entra en juego en el momento en que el actor se asume como perteneciente a un colectivo específico, en contraposición a un otro diferente y antagónico, que garantiza la cohesión del grupo de origen. Dentro de las Barras Bravas estos procesos se materializan en las prácticas que, como colectivos, implementan buscando la negación de las otras Barras Bravas, incluso de subgrupos pertenecientes a la misma hinchada, lo que genera ese clima violento.

Este informe, pretende realizar una pequeña descripción de este “Grupo” relacionado al fenómeno de masas, desarrollado por Freud (1921), a través de la teoría de Le Bon sobre el alma colectiva y la multitud, quien postula que el individuo al formar parte de una masa queda dotado de un alma colectiva a partir de la cual su comportamiento cambia por completo cuando se encuentra en forma aislada.

Desarrollo

El fútbol, en Argentina siempre fue el deporte más popular, ello se puede notar fácilmente observando la cantidad de espectadores que asisten a los estadios de fútbol, , el merchandising de productos existe en contraposición a otros deportes, cantidad de programas de televisión y radio, cantidad de artículos dentro de los diarios que hablan de este deporte.

El fútbol despierta los argentinos una gran pasión, emotividad y un sentido de pertenencia, es así que el equipo de fútbol se convierte en un objeto representativo para estos sujetos, ya sea de su país o simplemente de su región, este apoyo se convirtió poco a poco en un ritual, que agrupó posteriormente a centenares de personas con un mismo objetivo, que es ver ganar al equipo con el que se identifican.

Este agrupamiento de espectadores, quienes tienen un mismo sentimiento hacia su equipo, dio paso a la conformación de grupos organizados que poco a poco irían conformándose como "Barras".

El surgimiento de las "barras" se dio originalmente en Inglaterra con los denominados "Hooligans", quienes además de mostrar ese sentimiento de unidad y pasión, ya desde sus inicios se presentaban de una manera agresiva, aspecto que actualmente se ve reflejado como una problemática latente, “La Violencia”, que en su caso ejercían en los estadios donde su equipo jugaba. Posteriormente por la década de los 60's en América Latina se le asignó el denominativo de "Barras bravas" a ese grupo organizado de personas, dentro de una hinchada de un Club, que se organiza para alentar a su equipo. A medida que estos grupos tomaban más protagonismo en los espacios deportivos y su crecimiento se vio evidente, fueron surgiendo definiciones con cierto grado de valoración negativa y estereotipos como la violencia generalizada dentro de estos grupos, el consumo de alcohol y drogas además de verlos como iniciadores de hechos delictivos por parte de sus componentes.

Buscando darle un marco teórico a este fenómeno, podemos comenzar definiendo el término “grupo”. Este reconoce su origen en el término italiano groppo o gruppo, que aludía a un conjunto de personas esculpidas o pintadas, pasan­do luego a significar una reunión de personas. Una de las primeras acepciones del término, antes de llegar a ser reunión o conjunto de personas era nudo. Derivaría del antiguo provenzal grop=nudo, éste a su vez de­rivaría del germano Kruppa = masa redondeada, aludiendo a su for­ma circular.

          En síntesis, su etimología refiere a un núme­ro restringido de personas asociada por un algo en común. Se des­tacan dos líneas en tal rastreo etimológico: la figuración nudo, que sugiere interrogación sobre qué es lo que hace nudo y lleva implí­citos necesarios enlaces y desenlaces entre sus integrantes, y la fi­guración círculo, que remite a las formas de intercambio que se producen entre los miembros de tales grupos.

Si hablamos de características que debe tener un grupo, podemos mencionar que la pluralidad de sujetos y la unidad “temática” son rasgos fundamentales en su conformación. Martin Baró (1976), menciona también 3 características principales: El número de personas, el influjo mutuo entre sus integrantes y la identidad grupal. En el primero de los casos, aunque pareciera arbitrario definir un número, podemos decir que un grupo chico puede ser de menos de 10 personas y uno grande de más de 25.  El influjo tiene que ver con la influencia entre los miembros del grupo, su contenido e intensidad. Y por último,  el factor más importante de esta caracterización, que es la identidad grupal, en donde los individuos demuestran factores que se manifiestan a través de distintas características similares a otros individuos por lo que se sienten identificados entre ellos y esto daría lugar a una configuración del sentido de pertenencia.  En el caso de los barras bravas en Argentina, cuya identidad se podría definir a través del objetivo de apoyar a un equipo de fútbol, muchas veces emergen otros objetivos menos visibles que están relacionados con aspectos políticos y económicos del club, o hasta incluso, vínculos con los poderes del estado municipal, provincial o nacional.

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