Proceso Diagnóstico En Abuso Sexual Infantil

1. ¿Cómo cree Usted que el proceso diagnóstico ayuda a la posterior reparación?

Lo primero que habría que señalar es que un diagnóstico certero y oportuno ayuda indudablemente al proceso psicosocial de reparación, toda vez que permite obtener un conocimiento seguro de qué es lo que se debe reparar y cuáles son las estrategias más adecuadas para lograrlo.

Aun cuando “el mapa no es el territorio”, el diagnóstico sirve de “mapa”, de guía para intervenir psicoterapéuticamente. Es decir, se necesita “conocer” para saber “qué hacer”. Su utilidad consiste en determinar un determinado proceso, en este caso el ASI, para establecer la manera más adecuada de abordarlo e intervenirlo y, por lo mismo, remediarlo, a objeto de generar un buen pronóstico.

A la hora de diagnosticar es importante preguntarse: ¿qué es lo que se desea saber?, ¿cuáles son los medios más adecuados para obtener esa información?, ¿son confiables y válidos los métodos utilizados?, ¿qué tipo de inferencias deben hacerse y cuáles no?, ¿qué vamos a hacer con la información recogida?, etc.

No es consistente la hipótesis que señala que no existan indicadores patognómicos de ASI (signos y síntomas tanto de sospecha como específicos; indicadores compatibles y concluyentes)… sin embargo, como señala la profesora Marcela Quijada C., “los diagnósticos orientan el tratamiento y constituyen procesos recursivos”. Los terapeutas deberíamos estar siempre dispuestos a ser recursivos, flexibles, constructivistas y trabajar desde una perspectiva ecosistémica. De allí la importancia de privilegiar procedimientos no lineales sino recursivos, identificando todas las variables implicadas y el contexto donde ocurre el ASI.

2. ¿Qué miedos, fantasías, preocupaciones tendría usted al momento de evaluar a un niño?

Varios:

1) Evitar al máximo la victimización secundaria, entendida como aquella relación posterior establecida entre la víctima y el sistema jurídico penal y, a veces, con los procesos reparatorios de intervención.

2) Asegurarme de discernir de manera adecuada los signos y síntomas de sospecha de aquellos denominados como “más certeros”.

3) Generar culpa innecesaria y traumática en el niño niña víctima Esto incide en una adecuada terapia reparatoria.

4) Favorecer y promover la credibilidad ya que “para los niños y niñas más que el abuso mismo, la falta de credibilidad de parte del resto de los adultos es un hecho aún más traumático.

5) Preocuparme que se proteja adecuadamente a las víctimas del contexto abusivo de vulneración de sus derechos e integridad, ya que no es posible la reparación si primero no se realiza la protección.

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