Psicoanalisis

El Psicoanálisis

El psicoanálisis fundado por el genio Sigmund Freud es el sistema psicológico o escuela que más arraigo ha encontrado en nuestra cultura, en el gran público, especialmente, en el público no psicológico.

A pesar de su profesión médica y de su confesado empirismo Freud nunca se apartó de la reflexión sobre los grandes filosóficos y culturales di dejo de lado la alta especulación más o menos abstracta.

El Surgimiento del Psicoanálisis

Freud nunca se identificó totalmente con la medicina, prefería en sus años estudiantiles trabajar junto a Brücke en temas estrictamente científicos.

En 1897 inicia un autoanálisis, que supondría un importantísimo hito para el apuntalamiento definitivo del psicoanálisis.

En 1900 llega quizá el momento más importante de la carrera de Freud, la publicación de la interpretación de los sueños. Tras esta publicación comienza a ser reconocido y no faltan quienes desean ser sus colaboradores.

El psicoanálisis fue recibido como reserva por los experimentalistas, que le acusan de vaguedad en los conceptos, de carácter de pruebas concluyentes, sin respaldo de resultados terapéuticos y sin posibilidad de verificación experimental.

Aspectos Básicos de la Teoría Freudiana

Según Freud la vida psíquica de los hombres tiene dos partes principales: la consiente y la inconsciente. La primera es secundaria, insignificante y pequeña. Lo que uno sabe acerca de si apenas tiene importancia.

La Interpretación de los Sueños

La interpretación de los sueños es la vía regia que nos lleva al conocimiento del inconsciente. Uno de los mayores méritos del psicoanálisis es el haber mostrado que los mínimos gestos y palabras del hombre tenían un sentido y merecían ser interpretados como los signos de un lenguaje cifrado. Freud ha hecho del sueño el modelo de todas las expresiones disfrazadas del deseo humano. Los sueños son, en cierto modo, la válvula de escape de las tensiones acumuladas durante el día, la realización simbólica de un deseo reprimido.

Teoría de la Personalidad

Freud divide la personalidad en tres instancias principales de cuya interacción mutua surge el comportamiento humano: el yo, el ello y el súper-yo.

1. El Yo: Está compuesto por partes conscientes e inconscientes. El mundo real ejerce un fuerte control sobre él, que trata de mantener el equilibrio entre la realidad y el deseo.

2. El Ello: Es la más antigua de las instancias psíquicas. Cuando nace el niño, es la única que existe. Se rige por el principio del placer exclusivamente, y no se preocupa siquiera de la supervivencia del individuo.

3. El Súper-yo: Se forma a partir de la interiorización

...