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Psicoanalisis


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2014  •  4.864 Palabras (20 Páginas)  •  205 Visitas

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Psicoanálisis

Creado por Sigmund Freud, el psicoanálisis es un método terapéutico consistente en el análisis de la mente, es decir, en el estudio sistemático de los deseos y complejos inconscientes (las palabras, actos y producciones imaginarias como los sueños, fantasías, delirios etc.) que motivan nuestras acciones. Esto implica trabajar con los hechos de la vida diaria, con los recuerdos, las emociones y los sueños. Es, a la vez, una situación y un proceso, ya que lo integran dos personas situadas en un lugar determinado, dadas a la tarea de proceder con un trabajo.

El campo de acción del psicoanálisis es el dialogo entre analista y paciente. Al paciente le corresponde hablar, al analista, escuchar y devolver su discurso al paciente, ya sea con una interpretación, señalamiento o confrontación. De ahí que por su forma de operar, se dice que el psicoanálisis es la cura por la palabra; funciona, efectivamente, haciendo que el sujeto se escuche a sí mismo, de forma que descubra y construya su propia verdad.

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Lo Inconsciente

El término inconsciente es el más popular del psicoanálisis, hasta el punto que identifica al psicoanálisis mismo. Los psicoanalistas prefieren explicar el inconsciente como una dimensión de lo psíquico, radicalmente diferenciada de la conciencia aunque vinculada con ella, o también con las expresiones verbales del sujeto que se infiltran a través del discurso. La idea del inconsciente llega al psicoanálisis a través de dos caminos_: la filosofía y la psicología de la época. En síntesis, se podr4ía concebir lo inconsciente como una degradación de la conciencia. Esta idea se encuentra ilustrada en la ya famosa metáfora de la linterna: <<un haz de luz con foco de luminosidad central y zona de progresiva oscuridad hacia los bordes de esa circunferencia de luz>>. La zona central de la luz es la representación de la conciencia; la zona de progresiva degradación de la luz se identifica con lo inconsciente.

Freud a partir de un hecho simple para ilustrar lo inconsciente: cualquier representación o elemento psíquico puede estar presente en nuestra conciencia y luego desaparecer. Y, sin embargo, puede volver a reaparecer a través del recuerdo, no como otra consecuencia de la representación sensorial. Esto equivalía, para Freud, a que dicha representación o elemento había estado latente (no explicitado a nivel consciente), y este hecho era una dimensión del inconsciente.

Un sujeto es sometido a un estado hipnótico durante el cual se le da una orden cualquiera: por ejemplo que beba agua. Acto seguido, se le despierta y es invitado a explicar lo que recuerda. En este momento, la persona realiza la orden recibida en estado hipnótico, es decir, beber agua. Interrogado sobre el motivo de esta acción, manifiesta que no lo sabe, aunque trata de justificarla de una manera obvia; porque tenía sed.

Sin embargo, la explicación de la acción descrita anteriormente no está en la sed, sino en la orden de beber agua (de la que el sujeto no tiene conciencia porque es incapaz de recordar). La conciencia sólo retiene beber agua; la orden y la figura del hipnotizador permanecen en el inconsciente.

Consciente, Preconsciente e Inconsciente

De la experiencia anteriormente relatada Freud extrajo diversas conclusiones:

La conciencia es sólo una parte de lo psíquico (parte visible), peor en ella no se pueden encontrar respuestas a muchos de nuestros actos

- hay representaciones que, en un momento dado, no son conscientes (no están en la conciencia), pero pueden devenir en conscientes. A este consciente Freud le dará el nombre de preconsciente.

- existe un novel inconsciente que nunca llega a la conciencia (la acción de ordenar en el ejemplo). El inconsciente sólo se abre paso a la conciencia a través de asociaciones, como por ejemplo los sueños, los actos fallidos (equivocaciones u olvidos en la realización de cualquier acción), los lapsus y los síntomas. A este tercer nivel Freud le da el nombre de inconsciente.

Según la teoría psicoanalítica, las representaciones del inconsciente tienen la particularidad de incidir de manera decisiva en la vida psíquica del sujeto (neurosis); son eficaces. Para los psicoanalistas, los síntomas propios de la neurosis o la psicosis son el efecto de algo que el sujeto no conoce, pero la suficientemente eficaz como para contrariar la misma voluntad. Piénsese en un síntoma como el insomnio, en que el propósito consciente de dormir, se ve obstaculizado por alguna preocupación inconsciente.

En función de lo expuesto, la vida psíquica no tiene su centro emisor en la conciencia del hombre, en su racionalidad. Y como en consecuencia de ello se produce un desplazamiento del interés del estudio hacia lo inconsciente para determinar las leyes y mecanismos de su funcionamiento.

Según Freud, el hombre a sufrido un triple desentrenamiento. En primer lugar y como consecuencia de los descubrimientos en el campo de la física y la astronomía, la Tierra dejó de ser el centro del universo; con el Evolucionismo, el hombre mismo paso a formar parte del reino animal ; el descubrimiento del inconsciente resto a la conciencia su importancia como centro regulador de la actividad psíquica.

El Desarrollo Libidinal

El psicoanálisis emplea el término de pulsión ( impulso que tiene a la consecución de un fin) para el estudio del comportamiento humano. Antes de seguir adelante convendría aclarar las diferencias que existen entre la pulsión y el instinto. Los instintos tienden a una finalidad predominante biológica, mientras que la relación entre la pulsión y el instinto. Los instintos tienden a una finalidad predominante biológica , mientras que la relación entre la pulsión y el objeto que la promueve es extremadamente variable.

La pulsión es un impulso que se inicia con una excitación corporal (estado de tensión), y cuya finalidad última es precisamente la supresión de dicha tensión.

Hay dos tipos de pulsiones, la pulsión sexual o de la vida y la pulsión de la muerte. Para el psicoanálisis el impulso sexual tiene unas acotaciones muy superiores a lo que habitualmente se considera como sexualidad , al tiempo que introduce la diferenciación entre sexualidad y genitalidad : si todo lo genital es sexual, no todo lo sexual es genital. La libido es la energía que pone en marcha la pulsión sexual , y puede presentar diferentes alternativas según esté dirigida a los objetos ( libido objetal), o bien se dirija al propio Yo (libido narcista).

El psicoanálisis establece una serie de fases a través de las cuales se verifica el desarrollo del sujeto. Desde el punto de vista de dichas fases, los conflictos psíquicos - y su posibilidad de resolución- dependerán

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