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¿Qué Valor Le Otorga La Ciencia Y El Psiconálisis Al Error?

reneser121 de Diciembre de 2013

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¿Qué valor le otorga la ciencia y el psicoanálisis al error?

Elaboró: Jessica Servín Méndez

“Los que no quieren ser vencidos por la verdad

serán vencidos por el error”

San Agustín

Resumen

Este trabajo es realizado bajo la iniciativa de plantear algunas consideraciones y aportaciones, en relación a ¿Qué valor le otorga la ciencia y el psicoanálisis al error?

En ocasiones la ciencia repudia al error por considerar que es incorrecto, sin embargo en otras ciencias el error se considera parte del desarrollo para nuevas teorías. Mientras que para el psicoanálisis es una verdad del inconciente.

Abstract

This work has been made by the initiative of establish some considerations and contributions, in relation to what is the value that the science and the psychoanalysis give to the error?

Sometimes the science repudiate to the error because is considerate that is incorrect by the way in other science the error is considerate part of develop for new theories. While for the psychoanalyst the error has to be a true of the inconciente.

Introducción

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el error es definido como una “acción desacertada o equivocada” (RAE, 2010), también es considerado como una falla.

El error en el conocimiento científico es indeseable, la existencia de éste señalaría que el procedimiento no ha sido elaborado correctamente o que requiere ser perfeccionado.

La misma historia de las ciencias tiende a ser estructurada de manera historiográfica, de forma lineal y objetiva en donde lo más destacable son los acontecimientos efectivos, otorgando un estatuto de desecho a los errores, menospreciando aquello que fungió como posibilidad para la generación de nuevos conocimientos.

Error y ciencia

Thomas S. Kuhn, en parte de su obra realiza un cuestionamiento al ámbito científico, especialmente a aquellas comunidades que producen y validan el conocimiento científico.

Así mismo realiza una comparación entre las comunidades científicas y las comunidades religiosas por poseer una estructura apoyada en la creencia, en los supuestos establecidos, en el esquema de leyes definidas, no muy distantes de los mandamientos o tablillas escritas por seres superiores, de los que sería considerado un “pecado” insertar la duda.

A pesar de las pretensiones científicas por mostrar unidad, completud, objetividad, y un conocimiento fuera de sesgos, el error se impone al proceso de método científico.

Las más grandes aportaciones científicas no han sido a través de la acumulación de conocimiento ni por la realización de estudios historiográficos, es precisamente por intervención de error que las diferentes ciencias han tenido procesos de crisis, que no solo han servido para desacreditar y disolver saberes sino también para la generación de teorías y paradigmas nuevos.

Al respecto Kuhn en el texto de La estructura de las revoluciones científicas dice: “El surgimiento de teorías nuevas se ve usualmente precedido por un periodo de profunda inseguridad profesional debido a que exige una destrucción a gran escala del paradigma, así como grandes cambios en los problemas y técnicas de la ciencia normal” (Kuhn, [2006 (1962)], p. 152).

Tal como se plantea en la anterior cita, un paso atrás al surgimiento de una nueva teoría existe un período de crisis, ni la misma historia de la ciencia está exenta al error ya que no ha sido construida a través de una cronología perfecta, fuera de sesgo y de error, incluso se plantea con una gran dificultad para relatar históricamente el desarrollo de las ciencias ya que en el recorrido hay pasajes que no alcanzan a ser capturados.

Los hechos que se producen en la ciencia en ocasiones están fuera de los esperado, tampoco los conocimientos que produce están a salvo, “la ciencia normal debe esforzarse continuamente, y de hecho lo hace, por producir un acuerdo más estrecho entre teoría y hechos” (Ibíd.p.169) y es precisamente porque los llamados rompecabezas de la ciencia normal “existen únicamente porque ningún paradigma que ofrezca fundamento para la investigación científica resuelve nunca por completo todos sus problemas” (Ibíd.)

A partir de la crisis “La nueva teoría por más restringido que sea su rango de aplicación, nunca o rara vez se limita a ser un mero añadido a lo que ya se conocía, pues su asimilación exige la reconstrucción de la teoría previa y la reevaluación de los hechos anteriores, un proceso intrínsecamente revolucionario que rara vez lleva a cabo una sola persona y nunca es de la noche a la mañana” (Ibíd. 59)

A pesar de identificar que no hay un saber perfecto, desde el campo científico existen posturas que descreditan al psicoanálisis, por argumentar que no es ciencia, debido a la reducción que realizan de ésta a hechos comprobables, sin considerar la posibilidad de un método diferente, que no es carente de estructura, método y efectos destacables.

El psicoanalista José E. Tappan Merino en el libro “Introducción epistemológica al psicoanálisis” , escribe que “no existe una sola epistemología, sino varias” (Tappan, 2008, p.13) , si bien el psicoanálisis no obedece al método científico si posee una epistemología

En momentos se apoya en otros saberes ya que “no cabe todo en ese recipiente llamado “la ciencia”, existen otros continentes como la poética, la ética, la filosofía, la mitología que dan cuenta de fenómenos de competencia del psicoanálisis” (Ibíd. 12) incluso tal como lo hizo Lacan, la topología y la lingüística al apoyarse en estos saberes para bordear, ubicar y materializar algo de los procesos psíquicos.

El psicoanálisis, por propios y extraños es reconocido como un gran hallazgo. Plantea Foucault que es una de las heridas narcisistas al mundo, por mostrar el poder preeminente del inconciente, que precisamente rescata y empodera al error, la falla, los lapsus, actos fallidos, chistes y sueños; descubridor de que ese error era al mismo tiempo la congruencia del inconciente.

Si la medicina fuera completamente objetiva, si los seres humanos respondiéramos a esa lógica pretendida por la objetividad; sin fallas. Si en realidad tuviera solución a partir de un fármaco, no existiría el psicoanálisis. Hay quien afirma que precisamente en esas hiancias producidas por la medicina que surge el psicoanálisis y que es en hueco nuestro campo de acción.

Frente a la mirada medica guiada por los signos que determinan la patología, Freud decidió poner “en juego su oreja –dejando en suspenso la mirada de médico – nació el psicoanálisis” (Bicecci, 2005, p. 277).

Este descubrimiento del inconciente, Althusser plantea que es precisamente lo que le podría dar al psicoanálisis el estatuto de “ciencia nueva que es la ciencia del objeto nuevo, el inconciente; declaración rigurosa, si el psicoanálisis es una ciencia, es porque es la ciencia de un objeto propio (…)” (Althusser, 1977, p.17).

Error y biología

La neotenia se define como la “persistencia de caracteres larvarios o juveniles después de haber alcanzado el estado adulto” (RAE, 2010)

Es lamentable para algunos y afortunado para otros, ser seres neotenizados, por un error que no se ha podido solucionar genéticamente con la evolución.

A comparación de algunos animales que al nacer a las pocas horas o días son capaces de ponerse en pie, que a los pocos meses pueden alimentarse por si mismos y que a los pocos años son capaces de conseguir su propios alimentos, el ser humano tarda años en realizar estas actividades; sin el auxilio ajeno sería imposible la sobrevivencia.

Aunque es precisamente por esa neotenia que bajo el argumento de sobrevivir hubo la necesidad de producir una serie de escrituras exógenas. Al respecto habla Dany Robert Dofour y realiza la distinción entre leyes endógenas y exógenas, en donde una de las diferencias es que “la ley endógena está escrita en mí; en cambio la ley exógena es escrita por mí” (Dofour, Inédito), el ser humano se

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