SELECCIONES DE RABINDRANATH TAGORE

"El ideal de la verdad no radica en el misero presente; ni en nuestras sensaciones inmediatas, sino en la conciencia del todo que nos convence de lo que podríamos tener en lo que ya tenemos... Una perfección que no es absoluta tiene lo perfecto por ideal y es un motivo de excelsitud, su elevada

comprensión de la vida. Nuestra voluntad, nuestro carácter, han de lograr el perfeccionismo superando continuamente el bien… cuando un hombre empieza a tener una visión amplia de su yo, cuando se da cuenta de que él mismo es mucho más que lo que al presente parece, comienza a percibir claramente su

naturaleza moral…La vida tiene un sentido muy extenso para el hombre que vive trabajando por una idea, por su país, por el bien de la humanidad; y en proporción directa, el dolor se hace para el menos importante. Vivir la vida de la bondad es vivir una vida útil para todos. El placer es sólo para

otro yo; pero la bondad se preocupa por el bien de toda la humanidad y de todos los tiempos… vivir en bondad perfecta es concebir la vida en lo ilimitado. Esta es la idea más amplia que podemos tener de la existencia por obra de esa facultad inherente al ser que es la visión moral de la totalidad

de la vida… La elección más importante que el hombre puede tomar de su vida no es que el dolor exista en este mundo, si no que el hombre mismo depende convertirlo en ventaja; que le es posible transmitirlo a alegría… Esto sólo puede conseguirse cuando nos percatamos de que nuestro yo individual

no es el objeto más alto de los hombres; que tenemos en nosotros mismos el hombre-mundo que es inmortal, que no teme ni la muerte ni los sufrimientos, y que considera el dolor sólo si la sorprendida por su alegría. Quien ha comprendido esto, sabe que es el dolor lo que constituye nuestro tesoro verdadero como

seres imperfectos y que nos ha hecho grandes y dignos de sentirnos cerca de lo perfecto… porque el dolor es como una bestia consagrada al servicio de la perfección inmoral; y cuando ocupa su verdadero lugar ante la era de lo infinito, se despoja de su objetivo velo y desnuda su rostro como revelación

de su suprema alegría…

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