VÍNCULOS PSICOLOGÍA SOCIAL

PSICOLOGÍA SOCIAL

VÍNCULOS

Decimos que hay vínculo cuando sociabilizamos, interactuamos, relacionamos con otra persona o sujeto. Dicho vínculo va a ser único e irrepetible entre ambos.

Los vínculos también pueden darse entre sujeto y objeto (de interés al cual se apega) por ej., un cuadro, un auto, una herramienta, etc.

Se crea también una estructura relacional que marca la manera en que va a interactuar estableciendo qué pautas comunicativas y qué conductas son aceptables y adaptativas en el contexto de la vinculación. La estructura resultante es dinámica y fluida, variando y viéndose afectada por la retroalimentación que la conducta de uno produce en el otro.

El vínculo es la mínima unidad de análisis de la Psicología Social, fundamental para la supervivencia y se va construyendo desde el nacimiento. Vínculo y aprendizaje están interrelacionados y se dan simultáneamente. Todo vínculo es bicorporal y a la vez tripersonal. Posee una estructura conflictiva y compleja.

Vínculo sano: La comunicación es clara, no se estanca. Hay un aprendizaje como consecuencia de esa comunicación y por lo tanto los sujetos se modifican unos a los otros. Comunicación y aprendizaje van de la mano porque la comunicación también es consecuencia del aprendizaje.

Vínculo patológico: Es un vínculo enfermo, estancado, que ofrece resistencia. No produce aprendizaje y no hay dialéctica.

EJEMPLO DE VÍNCULO SANO:

Pedro: -¡Hola Juan! ¿Cómo estás?

Juan: -¡Hola Pedro!, ¡muy bien!, ¿cuándo regresaron?

Pedro: - Ayer. Pasamos unas vacaciones increíbles.

Juan: (Sonriente) –¡Qué bueno! Después mostrá las fotos.

Pedro: (Entusiasmado) –Sí, cuando quieras. Visitamos los lugares que nos recomendaste y un par de sitios más que nos comentaron los lugareños.

Juan: -Cuando nos juntemos me pasás el dato, sabés cuánto nos gusta salir de vacaciones para allá.

Pedro: -¡Dale! Por la tarde nos volvemos a hablar y acordamos.

(Se despiden)

EJEMPLO DE VÍNCULO PATOLÓGICO (HIPOCONDRÍACO):

Pedro: -¡Hola Juan!, tanto tiempo, ¿cómo estás?

Juan: -Y… acá ando

Pedro: -¿Qué te pasa?

Juan: -Me duele el estómago porque tengo apendicitis.

Pedro: -¿Pero no tuviste apendicitis hace un mes?

Juan: -No, al final era

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