Predica en el templo

Objetivo: Aprender que el Templo es un lugar consagrado para adorar en la presencia de Dios.[pic 1]

Introducción: La Biblia menciona 208 veces la palabra templo, refiriéndose a un lugar consagrado para adorar, pero solo 53 veces lo menciona refiriéndose al templo de Dios. Esto nos confirma que un templo no solo es un lugar consagrado, sino un lugar dedicado y destinado para que Dios habite en él, y los que acudimos a congregarnos lo hagamos con fe y reverencia, dándole la importancia que merece, creyendo y entendiendo que Dios es real.

L EL TEMPLO DE MANERA COLECTIVA  O CONGREGACIONAL. 2 Co. 6:15-18

A. No hay relación entre el Templo y los ídolos

1. Los creyentes deben santificarlo con su vida
2. No haciéndonos al mundo, sino a Cristo, 1 Co. 5:9-13

B. Su presencia es real en el templo, Sal. 11:4

C. Su promesa es que habitará en medio nuestro, siendo Dios, Jer. 30:22 1. Al reconocerlo, lo aceptamos como Padre y acudimos a Su presencia

D. Nos pide no tocar lo inmundo, !s. 52:11

1. El deseo de Dios es mantener una relación exclusiva con Su pueblo

II. UN TEMPLO INDIVIDUAL. 1 Co. 6:19-20

A. Si atentamos contra nuestro cuerpo, lo hacemos contra el Espíritu Santo

B. Cuidar nuestro cuerpo es en todos los sentidos, Ro. 14:7-8

1. Sabemos que ahora vivimos para Cristo
2. Nuestra vida le pertenece

C. Comprados y limpiados por la sangre de Cristo 1. Para glorificar a Dios

D. Al cuidarnos, honramos a quien pertenecemos

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LIDS        REFRESCANDO LA VISIÓN 11 2025

I. HONRANDO EL TEMPLO. 1 Co. 3:16-20

1. El edificio es identificado como el templo de Dios
2. Es santificado por la presencia del Espíritu Santo
3. El Templo es la Iglesia local
4. El Templo es también el cuerpo del cristiano
5. Es vivir bajo una sana doctrina

1. De nada sirve la sabiduría humana, si no honramos a Dios
2. Sin Cristo no podremos cuidar ni honrar nuestro templo
3. ¿Cómo está hoy nuestra vida? ¿Nuestra fidelidad a Dios?
4. Tenemos que ser íntegros para poder honrar el lugar que hemos

construido no solo en lo físico, sino espiritualmente para que la presencia de Dios verdaderamente habite entre nosotros

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