Alimentación sostenible en Colombia

Alimentación sostenible en Colombia

Colombia al contar con una gran variedad de climas presenta una ventaja con respecto a los demás países debido a que esta característica contribuye al desarrollo de la agricultura. Actualmente la agricultura es uno de los principales sectores productivos del país por lo que resulta inviable detener su expansión.

El contexto de nuestro país se presta para aplicar dos de las soluciones planteadas en el texto. Por un lado está el utilizar con mayor eficacia los recursos que tenemos. Colombia maneja dos tipos de agricultura: la empresarial y la campesina. En la agricultura empresarial se utilizan fertilizantes inorgánicos y plaguicidas, dichos productos contienen una alta cantidad de químicos que al ser usados de manera excesiva deterioran los suelos sin que lleguen a recuperarse óptimamente, generado pérdidas. La agricultura campesina, por el contrario, utiliza fertilizantes orgánicos y aportes naturales para su riego dependiendo exclusivamente de las aguas subterráneas o de las lluvias.

El problema radica en que el valor que reciben los agricultores por su producción es muy mínimo y en que el gobierno no contribuye económicamente como se supone que debería hacerlo en este sector. Se debe implementar una maquinaria adecuada, subsidios a los agricultores para incentivarlos a realizar esta actividad teniendo una conciencia ambiental, hacer uso racional de los abonos (para evitar la contaminación del suelo), buenas prácticas en las etapas del cultivo y la cosecha que eviten las pérdidas del producto y técnicas ecológicas (como el riego por goteo) que contribuyan a la alimentación a nivel nacional.

Por otro lado, tenemos el reducir las mermas y desechos. Según un artículo publicado por El Tiempo, las perdidas y desperdicios de alimentos en Colombia equivalen a lo que se importa al año. Lo que más se desperdicia son las frutas y verduras debido a una mala manipulación. Debo resaltar que el país no es una potencia mundial, por lo que el hecho de tener que comprar los alimentos a otro país evidencia que los desechos son extravíos económicos que comprenden altas sumas de dinero. Al mejorar los sistemas de almacenaje, conservación y distribución esta situación se aminoraría sustancialmente.

Por último quiero mencionar que la alimentación sostenible del país no depende solamente de los agricultores, si no que recae en el gobierno. Si erradicáramos la corrupción de una vez por todas, los recursos se destinarían de una manera adecuada y lo más probable es que Colombia pasaría de ser la sombra de las potencias mundiales a un ejemplo a seguir por otras naciones.

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