Amor Al Prójimo

Amar es la expresión más apacible de demostrar cuanto nos importan otros, por eso cuando hablamos del amor de Dios las palabras fluyen como el agua que baja de la cascada y reposa en el río, hablar del amor de Dios es hablar de perdón, de fidelidad, de paz, alegría y tranquilidad, porque puro es el amor que entrega Dios a sus pequeños hijos e hijas y en su amor no hay envidia, no hay castigo, por el contrario existe comprensión, benignidad y reconciliación. Dios es el novio que busca a sus amados hijos y los llama conforme a un propósito de amor, no hay duda que en el mundo existe aflicción, dolor y tristeza pero Dios dice “confiad pues yo he vencido al mundo”.

Dios no sólo adorno la palabra de amor en definición agradable, sino que para poner en evidencia su amor, hace más de dos mil años, Dios envió a su hijo Jesucristo a morir, para que todo aquel que crea en él no se pierda y tenga vida eterna. Esa fue la expresión más grande de su amor al mundo, entregó a su hijo por los y las que ama, sin embargo nuestros ojos están vendados y a veces no es imposible vivir y sentir el amor de Dios.

En la actualidad, nuestra era se ha denominado como: la era del estrés, la violencia, y la pobreza, desde el poder se escucha el discurso de un mundo en transformación. Sin embargo es un discurso que no trasciende a la práctica. ¿Acaso se nos olvidó del creador de todas las cosas?, o será que ¿lo asesinamos todos los días con nuestros conocimientos “de verdad”? Sí queridos amigos, lo hemos asesinado a él y a su inmenso amor por nuestra rebeldía, nuestra codicia por nuestro egocentrismo. Parece ilógico pues exterminamos todos los días el amor, la paz, la tranquilidad que por gracia nos corresponde. Pero tranquilos y tranquilas aún estamos en el camino, no desmayen dice Dios, y sobre todo tengan fe, he aquí la fe es la puerta a la salida del problema pues en la fe se regocija se Dios y aunque para el hombre natural le parezca locura creer en lo que no se ve, aquel que cree en Dios le es otorgado el don de fe, y por ende se le otorga el amor de Dios que resplandece como luz en el mundo. No olvidemos que somos hechos a imagen de Dios, es decir que él soplo espíritu en nuestro interior y dio vida a nuestros cuerpos muertos, por ello la espiritualidad lejos de Dios está muerta.

Pero el camino largo y angosto, Dios llama a la puerta de nuestro corazón si nosotros le abrimos y le invitamos a pasar, él entrará y habitará con nosotros y conforme a su voluntad viviremos y sentiremos la expresión más apacible llamado EL AMOR DE DIOS…

La materia de espiritualidad despierta en mí la sensación de volver mis ojos al primer amor el cual es Dios.

Mi idea sobre la materia es que vamos aprender sobre la personalidad de Jesús y eso llena por completo mi ser puies de él

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