Autoridad Delegada.

Curso Autoridad Espiritual

Clase 1: autoridad y sumisión

Dios, es un Dios de autoridad, delega autoridad, el universo mismo está regido bajo autoridad, por esto, no podemos separar la autoridad de la vida cristiana. La autoridad se manifiesta en todo lugar y es nuestro deber reconocerla porque Dios nos demanda sumisión absoluta hacia ella.

Es necesario que entendamos el peso de la autoridad, pues si lo ignoramos habrá grandes consecuencias sobre nuestras vidas. Jesús enseño que si por instrucción decidimos no honrar a la autoridad serán los padecimientos los que nos perfeccionen en la honra, sumisión y obediencia a la autoridad. Heb 5:7-8

Estos son algunos puntos a aprender sobre la autoridad:

1. Dios está detrás de toda autoridad.

Cuando no nos sometemos a la autoridad estamos resistiendo a Dios mismo, pues él está detrás de toda autoridad. Lo grave de no entender la sumisión a la autoridad es que nos podemos llegar a convertir en enemigos de Dios y acarrear condenación para nosotros mismos. Ro 13

Autoridad (exousia): recibir una capacidad, privilegio, fuerza, competencia, influencia delegada, derecho, poder.

Todo en el universo se sostiene por la palabra de Dios. La autoridad de Dios se representa a sí mismo en su palabra y en las autoridades delegadas. Satanás quiso sobrepasar la autoridad, no se sometió y por lo tanto se revelo y se convirtió en un adversario. El principio de satanás es que desobedezcamos y nos revelemos en contra de la autoridad. Isa 14:12-15

1. La mayor exigencia en el reino es la obediencia.

Nuestro ejemplo de obediencia es Jesús. Esta es la mayor exigencia en el reino y una de las más grandes evidencias de que estamos caminando en amor hacia Jesús.

Obediencia (shama): oir inteligentemente, convenir, conceder.

La vida de obediencia solamente es posible cuando vivimos en el Espíritu. Lc 22:42

1. Vivir bajo autoridad es un asunto de revelación.

Es importante entender que el pecado es un asunto de conducta, pero la desobediencia es un asunto del corazón. Dios juzga con más severidad los asuntos de rebelión a la autoridad.

Solo hay dos principios rigiendo el universo: la autoridad de Dios y la rebelión satánica. No podemos servir a Dios y a la vez tener un espíritu de rebelión a la autoridad. Nos conviene vivir bajo autoridad.

Clase 3: David y su conocimiento de la autoridad.

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