ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Constitucion Teologica


Enviado por   •  4 de Abril de 2015  •  612 Palabras (3 Páginas)  •  253 Visitas

Página 1 de 3

PROEMIO

1. El Santo Concilio, escuchando re

ligiosamente la palabra de Dios y

proclamándola con confianza, hace suya

la frase de S. Juan, que dice:

«Os

anunciamos la vida eterna, que estaba en

el Padre y se nos manifestó: lo que

hemos visto y oído os lo anunciamos a vosotros, a fin de que viváis también en

comunión con nosotros, y es

ta comunión nuestra sea co

n el Padre y con su Hijo

Jesucristo»

(1 Jn., 1, 2-3). Por tanto, si

guiendo las huellas

de los Concilios

Tridentino y Vaticano I, se propone expo

ner la doctrina genuina sobre la divina

revelación y sobre su transmisión, para

que todo el mundo,

oyendo, crea el

anuncio de salvación; creyendo

, espere; y esperando, ame. Profetas para que lo reconocieran Dios ún

ico, vivo y verdadero,

Padre providente y

justo juez, y para que esperaran al Salvador

prometido, y de esta forma, a través

de los siglos, fue preparando el camino del Evangelio.

Cristo, culmen de la revelación

4. Después que Dios habló muchas veces

y de muchas maneras por los Profetas,

«últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo» (Hb., 1, 1-2), pues envió a su

Hijo, es decir, al Verbo et

erno, que ilumina a

todos los hombres,

para que viviera

entre ellos y les manifestara los secretos

de Dios (cf. Jn., 1, 1-18); Jesucristo,

pues, el Verbo hecho

carne, «hombre envi

ado a los hombres»

3

, «habla palabras

de Dios» (Jn., 3, 34) y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió

(cf. Jn., 5, 36; 17, 4). Por ta

nto, Jesucristo -ver al cual

es ver al Padre (cf. Jn., 14,

9),- con toda su presencia

y manifestación de

sí mismo, con sus palabras y obras,

señales y milagros, y, sobre todo, con su

muerte y resurrección gloriosa de entre

los muertos, con el envío, finalmente,

del Espíritu de verdad, completa la

revelación y confirma con testimonio di

vino que Dios está

con nosotros para

librarnos de las tinieblas del

pecado y de la muerte y resu

citarnos a la vida eterna.

La economía cristiana, por tanto, como

alianza nueva y definitiva nunca pasará, y

no hay que esperar ya ninguna revela

ción pública antes de la gloriosa

manifestación de nuestro Señor Jesucris

to (cf. 1 Tm., 6, 14; Tt., 2, 13).

La revelación hay que recibirla con fe

5. Cuando Dios revela hay que prestarle «l

a obediencia de la fe» (Rm., 16, 26; cf.

Rm.,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com