DESPUES DE LA MUERTE

La muerte es la separación del alma y el cuerpo, es el fin de la peregrinación terrena: el tiempo es breve y no hay marcha atrás. La iglesia ha rechazado ideas como la de la reencarnación: cada vida humana es una existencia personal, única e irrepetible.

La muerte es una consecuencia lógica de las limitaciones biológicas. Sin embargo hay una causa mucho más profunda: la Iglesia enseña que aunque el hombre posee una naturaleza mortal, en el momento de la creación Dios lo destina a no morir. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios y entro en el mundo como consecuencia del pecado.

Es lógico el miedo a la muerte porque morir es contrario a nuestra inclinación a la vida, pero, el cristiano vive alegre por la esperanza de la feliz resurrección.

Mucho se habla de lo que pasa tras la muerte y lo que la mayoría se pregunta es: cual será nuestro destino después de morir?

Según investigaciones después de la muerte esta:

- El juicio particular: en este juicio el alma será retribuida en función de sus obras

- El juicio universal: tendrá lugar al final de los tiempos, en el se ratificara la sentencia para todos los seres humanos

- El cielo: es la perfecta comunión de la vida y amor con la Santísima Trinidad, la Virgen, los Ángeles y todos los bienaventurados.

- El infierno: aparece mencionado veintitrés veces en los evangelios como una realidad y se afirma que algunos irán a él.

- El purgatorio: aquí están destinados los que mueren en gracia y amistad con Dios pero necesitan purificarse.

En síntesis no podemos vivir de espaldas a la muerte y a nuestro destino eterno. Vivir de cara a la muerte nos ayuda a valorar las cosas realmente importantes y conducirnos para ser mejores. Tras la muerte, el destino último de cada persona queda definitivamente establecido en el juicio particular. Las almas, antes de la resurrección ya están el Cielo, el Purgatorio o el Infierno.

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