DIARIO DE UN CRUZADO

Y en este séptimo día del segundo mes del año 1096 de nuestro señor me eh unido a las filas de la lucha pese al llamado de su santidad en esta mi tierra Clermont - Ferrand contra la obscuridad que opaca nuestras tierras sagradas, no puedo afirmar que obtendré la victoria y más aún si la vida me será o no arrebatada pero lo que si se, es que todo es por una causa justa algo que va más allá de mi comprensión.

Es el veintavo día que me encuentro en esta lucha santa, me eh enfrentado a horrores pues pisando tierras extrañas me encuentro a merced de tierras de Oriente, eh visto y echo cosas que a ojos de los ciudadanos no se darían por bien observados pero más sin embargo todo es por bien de la gloria de nuestro Señor ante los pecadores.

Este es un día obscuro pues las fuerzas del rey Coloman nos han dispersado y muchos de mis hermanos han sucumbido mas no lloro su perdida pues ahora ya se encuentran en grandes lares, en campos de nuestro señor, esta lucha seguirá hasta que mi vida sea llamada a sus reinos.

Y hoy a un año se separarme de mi bella tierra, regreso a los brazos de Clermont, a los brazos de mi mujer y de mi único hijo, cansado y abatido pero con la frente en alto pues espero ser merecedor de la gracia del señor y que mis servicios hacia el hayan sido gratos para cumplimiento de esta gran causa.

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