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EL CREDO DE LOS APOSTOLES – RESUCITO AL TERCER DIA


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2022  •  Apuntes  •  4.375 Palabras (18 Páginas)  •  69 Visitas

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EL CREDO DE LOS APOSTOLES – RESUCITO AL TERCER DIA

  1. INTRODUCCION Y PRIMERA PARTE DEL SERMON:

A lo largo de toda la historia de la humanidad, la provisión más grande de nuestro Buen Dios, ha sido, es y será, SU PALABRA. Porque la palabra de Dios es la referencia. Sin referencia no sabemos de dónde venimos, no sabemos a dónde vamos. Ese es el gran problema de la gente de hoy, no tiene referencia, por lo tanto no sabe a dónde va. Por eso vive por vivir.

Dios también ha provisto o levantado hombres en medio de Su Pueblo, como lo hizo con los profetas en el AT, los apóstoles, y los padres de la iglesia en los primeros siglos, y aún, en la época más oscura de la humanidad en el medio evo. Estos hombres buscaron la Palabra de Dios y en respuesta al sin número de herejías que se levantaban en contra de Cristo, elaboraron muchas doctrinas, catecismos y credos. Por esto hermanos estamos predicando de uno de esos credos, que tiene mucha historia y no tiene una certeza de inicio, pero si, que se usó para que lo repitan antes del bautismo de los nuevos creyentes, durante los primeros siglos. Doy gracias a nuestro Buen Dios, por permitir que este siervo inútil e infiel esté de parte de Él y delante de Él, compartiendo Su Palabra.

Hace algunos años se entrevistó a un monge de la orden de Cister, o monge cisterciense. Esta orden se caracteriza porque ellos pasan la mayor parte del tiempo en silencio y en soledad. El entrevistador le preguntó en medio del programa: “¿y que si al final de tu vida te das cuenta que el ateísmo es la verdad? y ¿Qué si en verdad no existe Dios?, el monge respondió: “la santidad, el silencio y el sacrificio, son hermosos en sí mismos, aun sin la promesa de una recompensa; así que, si Dios no existiera, yo habría usado bien mi vida”.

Puede ser que para algunos esto les suene muy bondadoso, o incluso muy espiritual, pero lo cierto es que esta respuesta desde el punto de vista bíblico, no tiene ningún sentido, si mis hermanos, no tiene ningún sentido, porque no tiene la referencia de la bendita Palabra de Dios.

Mis hermanos, si no existe Dios, y por lo tanto la muerte es el fin de nuestra existencia, lo mejor que podemos hacer es dedicarnos a disfrutar el tiempo que nos queda en este mundo, eso sí, cada cual según lo que entienda por disfrutar.  Este es uno de los argumentos del Apóstol Pablo, en el texto que vamos a leer a continuación y que es la base para el sermón de hoy: 1 CORINTIOS 15:1-20:

Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí. Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creísteis. Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe. Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que El resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Pues si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados. Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido. Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima. Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron.

Pidamos al ES que guie mis pensamientos y mis palabras y que sean semillas fructíferas en vuestros corazones, OREMOS:

Tras haber gritado desde la cruz «¡Consumado es!«, expiró y se entregó al Padre («En tus manos encomiendo mi espíritu»), entregando su vida de manera voluntaria por nosotros.

ÉL murió por nosotros y por nuestros pecados, sustituyéndonos como éramos, culpables y merecedores de la Ira de Dios. ÉL recibió enteramente la total Ira y furia de un Justo y Santo Dios que debía castigar al pecador, pero que todo lo proyectó sobre Su Hijo.

  • ¿CÓMO SABEMOS QUE SU OBRA REDENTORA EN LA CRUZ HA SIDO CUMPLIDA, SATISFECHA Y ACEPTADA POR DIOS?
  • ¿CÓMO DIOS NOS MUESTRA Y GARANTIZA QUE LA OBRA DEL HIJO HA SATISFECHO SUS JUSTOS REQUISITOS?

LA RESURRECCIÓN ES EL «AMÉN» DEL PADRE AL «CONSUMADO ES» DEL HIJO, EL RECIBO DEL PAGO DE JESÚS AL PADRE, UN PAGO POR NOSOTROS.

 R.C. Sproul dijo lo siguiente: «Durante 3 días, Dios guardó silencio, luego gritó»

Como, si de alguna manera, a través de la resurrección, Dios Padre dijera: «Estoy satisfecho con la Cruz, lo acepto»

Gracias a la gloriosa Resurrección del Señor sabemos que, Dios Padre ha aprobado y aceptado la Obra de la Redención del Hijo, que se dio en favor nuestro en la cruz, y que ha quedado más que satisfecho y complacido.

Aquel glorioso amanecer del domingo, primer día de la semana, unas humildes y sencillas mujeres (María Magdalena, María madre de Jacobo y Salomé) no esperan lo que va a pasar, ellas no esperan encontrar el sepulcro abierto y vacío, sino que se proponían terminar de ungir el cuerpo de su maestro para la sepultura, como una muestra de su devoción y amor por ÉL.

Ellas encuentran la piedra que sellaba y garantizaba que estuviera cerrada, removida, y la tumba estaba vacía, quedando petrificadas y perplejas, pues 2 ángeles las esperaban.

Lucas 24:4-6a  «Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron:

¿POR QUÉ BUSCÁIS ENTRE LOS MUERTOS AL QUE VIVE? NO ESTÁ AQUÍ, SINO QUE HA RESUCITADO»

Si ÉL no hubiera resucitado, entre otras cosas, podría haber duda e intranquilidad en nuestros corazones, ya que no sabríamos si la Redención, la cual fue consumada, fue aceptada. Pero ÉL volvió a la vida, ÉL regresó, ÉL triunfó, y eso nos da la certeza, la seguridad, la paz y el gozo de que Dios aprobó y dio el «visto bueno» a la Cruz de Cristo. Es el momento más importante para la humanidad entera.

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