El Amar Transforma, Ser Amado Tambien

Tanto se hace mención sobre el amor, tanto se habla de él, tan requerido es, que llego a pensar hoy en día el amor sorprende menos o no se le da la importancia que merece debido a tanta palabrería. Sin embargo, creo firmemente que el amor transforma a la persona que ama así como al que se ama, pues venimos de un Dios quien es amor. “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios, si nos amamos unos a otros, Dios permanece entre nosotros, y su amor da sus frutos entre nosotros” (1 Juan 4:11-12 Reina – Valeria 1960).

“El amor es paciente y nuestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta no se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo, no se alegra de lo injusto sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo” (1 Corintios 14:4-7 Reina – Valeria 1960).

Que al amar sacamos nuestra máxima energía en beneficioso al crecimiento y desarrollo de otras personas, todos tenemos la capacidad de amar, no es solo en algunos de nosotros sino todo el mundo, y a medida que mostramos nuestro amor al prójimo inconscientemente liberamos a otras personas para hacer lo mismo, a medida que tratamos de ser mejores todo nuestro alrededor también se vuelve mejor. Al ser amados sentimos la seguridad, protección y apoyo, pertenencia a un grupo, y con mayor frecuencia sensaciones de felicidad.

Muchas veces al dar a otros lo que creemos es bueno para ellos, no lo perciben, con frecuencia experimentamos la frustración de que no hay correspondencia, que damos más de lo que recibimos o que simplemente nuestra inversión de tiempo y energía no tiene respuesta, con el tiempo descubrimos que todo lo que sembramos florece tarde o temprano, y nos damos cuenta que nada de lo que damos de corazón se ha quedado sin recompensa.

Me es común ver en estos días, mediante las redes sociales (Facebook) ofrecer una amistad y recibir a cambio en su mayoría indiferencia, como si prevaleciera más la cantidad de amistades y no la calidad de las mismas. Matrimonios en divorcio que no dan la debida importancia al compromiso que esto requiere, justificando no ser el matrimonio lo que esperaban o estar cansados de la vida que han llevado. Adolescentes y adultos en menoría, que dicen amar a su pareja y un mes después aman a alguien más, buscando de manera errónea el sentimiento de amor al querer ser escuchados sin importar de qué manera sea, o el sentido de pertenencia que demandan los medios de comunicación.

Pienso en tantas familias que tienen poca comunicación entre sí, amigos que conocen de traición, parejas momentáneas, adolescentes que sienten no ser escuchados por nadie en el mundo. La situación en su mayoría es acerca de la falta de equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe.

¿Cómo enfocar estas circunstancias

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