ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Cristianismo

richiegmoon22 de Mayo de 2013

4.640 Palabras (19 Páginas)320 Visitas

Página 1 de 19

El cristianismo surgió originariamente en los grupos sociales inferiores, las poblaciones con vida laboral extrema, los hombres libres arruinados a punto de ser esclavizados, los artesanos y los esclavos. Más tarde llegaría a ser el movimiento religioso que incluiría a todos aquellos que se consideran seguidores de las enseñanzas de Jesucristo.

Esto grupos, reducidos a la miseria por el Imperio romano, buscaron en los siglos II y I a.c. varias salidas a su condición, como las insurrecciones violentas que fracasaron debido a que toda resistencia al poder romano carecía de posibilidades. Por esto, en los grupos sociales inferiores nació y se extendió la esperanza en la llegada de un ''salvador celestial'' que acabara con los males y penas de la Tierra.

Los documentos arqueológicos muestran que donde se manifestó con mayor fuerza esta esperanza fue en Judea, región palestina harta de sufrimientos, así como en las colonias judías de Asia Menor donde particularmente en el siglo I se esperaba la salvación milagrosa de un Mesías ''rey de los judíos'', enviado de Dios. Tanto el hebreo Mashiaj como el griego christôs significan ungido. Figura en el Antiguo Testamento como la persona llamada por Dios a una misión de alcance universal (David es llamado Cristo en el Antiguo Testamento). La población nativa de esta zona se dedicó también permanentemente a sus dioses menores o a sus cultos redentores, muy extendidos. Revisando estos cultos encontramos importantes antecedentes del cristianismo.

El Cristianismo es una corriente religiosa que surge en los países de Oriente, gracias a la diversidad de culturas que han existido en el mundo y gracias a la conquista de México, muchos mexicanos practicamos esta religión. Originalmente, se dice que los primeros cristianos eran gente sencilla, de bajos recursos, pero también comentan algunos autores que el Cristianismo surge a partir de la existencia de Jesús, pues él viajaba por todos los lugares de Jerusalén y países de Oriente, así con su testimonio y su predicación se difundía la “buena nueva”.En realidad hablar sobre el Cristianismo es muy difícil, pues existen muchos libros y teorías que nos hablan acerca del origen de este, cada uno maneja diferentes puntos de vista que en lugar de aclarar mejor algunos aspectos.

Historia del Cristianismo

Se considera que la Iglesia de Cristo fue fundada en el momento en el que Jesús le dice a Simón Pedro: “Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18).

Después de su resurrección, Jesús envió a los discípulos a recorrer todo el mundo para predicar el Evangelio; los discípulos, en cumplimiento del mandato, comenzaron su predicación en el mundo Hebreo y Romano.

La predicación de san Pablo, al que la iglesia considera uno de los apóstoles, fue decisiva en la configuración inicial de la doctrina dentro del medio social y cultural de la época, y a él se le debió el énfasis en la universalidad.

La extensión del cristianismo se produjo con una extraordinaria rapidez, pese a las persecuciones ordenadas por los gobernantes romanos, para el siglo II, el cristianismo ya se había extendido en todo el territorio Romano, Persa y Arábigo.

El Imperio Romano en el año 313, el emperador Constantino legalizó el cristianismo mediante el Edicto de Milán; para este entonces, el cristianismo ya no era más una pequeña secta surgida de los judíos, sino que ya alcanzaba una amplia consideración social, pues se encontrada en un estado de organización complejo, que contaba con altas cotas de prestigios que sus seguidores tenían, ya fuera por actos de heroísmo, sacrificio o líricos, cualquiera de estos actos se le entendía en un estado tan alto como los ideales griegos.

El credo fue aprobado en el año 325, en el concilio de Niceay para fines del siglo IV, el emperador Teodosio proclamó el cristianismo como religión oficial del estado.

Ya desde los primeros momentos de la configuración de una doctrina en torno al cristianismo surgieron en su seno controversias teológicas y posiciones cismáticasque, por otra parte, contribuirían a perfilar y aquilatar la propia doctrina; el arrianismo, que negaba la consustancialidad de Padre e Hijo, y el gnosticismo, esencialmente una forma de dualismo, fueron sin duda los movimientos más destacados y arraigados en estos primeros tiempos.

Frente a éstas y otras herejías, el donatismo y el pelagianismo, los sucesivos concilios y la labor magistral de los padres de la iglesia, como san Ambrosio, san Jerónimos y san Agustín, permitieron fijar progresivamente el dogma.

Iglesia y estado

Las relaciones entre la iglesia y el poder civil o en la época originaron también la adopción por parte de los cristianos de dos posturas antagónicas, marcadas respectivamente, en sus inicios por el evangelista san Juan y por el apóstol san Pablo. El primero, en el Apocalipsis, identificaba a la ciudad imperial de Roma con Babilonia: “la grande, la madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra” (Apocalipsis 17:5). La postura de san Pablo, que prevalecía con pugna, defendía la idea de que “no hay autoridad sino por Dios; y las que existen, por Dios han sido establecidas. De modo que quien resiste a la autoridad, contra el orden establecido por Dios, se rebela; y los que se rebelan, acarrearán sobre sí mismos su condena” (Romanos 13:1-2). Tal actitud paulina resultaría decisiva en el desarrollo y estructuración futuros del cristianismo a este respecto; por otra parte, la interpretación “diabólica” del estado perdería peso y vigencia a medida que el Imperio Romano remitía en su consideración de los cristianos como enemigos públicos, hasta que el cristianismo se convirtió en la base de la ordenación del estado. Así, entre la comunidad cristiana adquirió cada vez más cuerpo la conciencia de ser a un tiempo miembros de la “iglesia imperial”, tomó forma el concepto de “armonía” entre estado e iglesia.

Durante los turbulentos siglos que siguieron a la caída del Imperio romano, la iglesia centró sus esfuerzos en la evangelización de los pueblos bárbaros. Este imperio dio rápidos frutos y ya en el siglo V, Clodoveo, rey de los francos, se convirtió al catolicismo, lo que hicieron también en la cintura siguiendo los visigodos y los anglosajones de las islas británicas, y en siglos posteriores los teutones y eslavos. Tal labor fue posible gracias sobre todo a las órdenes religiosas, originadas en ellos monacatos surgidos durante el Imperio Romano, y que constituirían desde su fundación uno de los más firmas pilares de la religión cristiana y cultura occidental.

En la etapa de la baja edad media resulta de manera imprescindible la relación que hay entre el poder religioso y el estado civil, para entender el desarrollo político de Europa occidental tras la desintegración del imperio.

En este contexto caótico, el desarrollo y fortalecimiento de la idea de que el papa es el represéntate de Cristo en la tierra y el sucesor de Pedro a la cabeza de la iglesia, contribuyó poderosamente a que la iglesia occidental se separara cada vez más de la oriental, regida esta última por una estricta tutela “cesaropapismo” del emperador bizantino.

Por parte de los monarcas occidentales se tendió a considerar que los emperadores eran protectores del papado, a fin de que éste, a su vez, legitimara el poder del soberano. En la Navidad del año 800, Carlomagno fue coronado emperador, en San Pedro de Roma, de manos del papa León III, dando así un equilibrio entre estado e iglesia, sin embargo a su muerte el imperio se desmembró,

El siglo X vio el ascenso de una nueva dinastía, la otónica, que trajo consigo el nacimiento del Sacro Imperio Romano Germánico; este último trató de ejercer poder sobre la iglesia, dando pie al conflicto “querella de las investiduras” con el coronado de Worms en 1122 y el concilio de Lentran un año más tarde.

Por lo que se refiere a las relaciones entre la iglesia oriental y la occidental en el año 1054 se produjo la ruptura definitiva, el llamado “cisma de oriente”, De esta forma el cristianismo sufrió su primera gran escisión interna.

Alta edad media.

Los siglos XII y XIII fueron sin duda los de mayor prestigio y autoridad de la iglesia cristiana en occidente. El primero de ellos estuvo marcado por el inicio de las cruzadas, fiel reflejo de la unión entre la unión de la iglesia con el estado. El papado poseía independencia respecto a los poderes temporales e imponía a éstos su jurisdicción espiritual

En el terreno religiosa, las escuelas estimularon los estudios teológicos El siglo XIII constituiría el apogeo de la cristiandad. En él se fundaron las universidades, se erigieron las grandes catedrales góticas y la teología alcanzo su máximo esplendor

Sin embargo, la connivencia entre los dos grandes poderes, iglesia y estado, generó numerosos movimientos de revuelta que tenían un carácter tanto teológico como social, pues propugnaban la vuelta a la austeridad eclesiástica y el retorno a la pureza de la iglesia primitiva. Dando así una confusión entre el poder temporal y el poder espiritual llegando de una manera extrema. Constituyendo de esta manera una serie de conflictos, los cuales se debían al movimiento del papado, enfrentando así a lo que llamamos “cisma de occidente” cuando hubo hasta tres papas, apoyados por diferentes facciones y por reinos enfrenados a la iglesia, reclamando el derecho al suelo pontífice.

El reconocimiento general de la elección de Martín V en 1417 no estuvo acompañado de un intento serio por parte de la iglesia romana para emprender su necesaria

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (29 Kb)
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com