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El Diablo


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2012  •  376 Palabras (2 Páginas)  •  301 Visitas

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El Diablo

Desde el comienzo de la historia, todos sabemos que Dios existió, que es nuestro padre y que se sacrificó para salvarnos. Pero así como existe el bien. Desde el comienzo también existe el mal, y ese mal lleva como nombre diablo.

El origen del diablo es una historia que nos ha acompañado a lo largo del tiempo. El diablo en verdad no nació siendo diablo. Primero exitió Dios, quien le dio vida. Dios dio vida a un angel llamado Lucifer, este era el angel más lindo y Dio le dio toda su confianza. Pero por la ambición y el deseo, Lucifer quizo desafiar a Dios, a quien le había dado la vida y lo amaba tanto. Fue desde entonces que el diablo se convirtió en el peor enemigo de del reino de Dios, al igual como de todos los hombres. El diablo ha existido siempre, es el mal que quiere impulsar a las personas a obrar de manera incorrecta. Al igual que sabemos que ha existido el diablo, se puede decir que también se sabe que las posesiones o exorcismos también han existido. Si crees en ellas o no depende de cada persona. Por ejemplo para muchos psiquiatras y cristianos escépticos, las posesiones no son sino una de las raras variedades de la psicopatología. En cambio para otro grupo de expertos, las posesiones -en tanto La Biblia habla de ellas y Jesús también fungió como exorcista- son un hecho que la Iglesia ha debido presenciar y presencia aún a lo largo de la historia. Es cuando el mal puede más que el bien y el diablo logra introducirse en la persona, la persona deja de ser ella misma y pasa a ser el mal, el diablo, quien la lleva a cometer cosas horribles y , es por eso que debe ser sometida a un exorcismo para poder recuperarla.

El Diablo, como parte espiritual del Hombre, no puede destruirse, porque es la misma Nada. Es la parte que guarda, en sí misma, latente, una fuerza creadora, pero inutilizada, por su tendencia al retroceso. No es como la Fuerza Creadora divina, que no retrocede jamás, sino que avanza siempre, buscándose a sí misma y, haciendo que quienes crean, puedan gozar de esa evolución infinita.

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