El apostol

     La escena final nos demuestra que respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Todas las personas somos diferentes, y por lo tanto nuestro accionar es distinto también, al igual que nuestros pensamientos, nuestras creencias. Por este motivo no se debe juzgar al otro, sino intentar comprenderlo… Y si no logramos comprenderlo, al menos debemos aceptarlo, respetarlo.

No te enojes porque no estás de acuerdo con la decisión de otra persona, aunque no logres comprenderlo. No es tonto. No es malo. No es indiferente. Es otro…

Cuando hablamos de respeto, estamos hablando de otra virtud muy importante que es la tolerancia. Las diferencias nos enriquecen, la tolerancia nos une. Así mismo, el respeto ayuda a mantener una sana convivencia entre las personas. Es sumamente importante mantener una unión familiar, lo cual trae consigo una buena convivencia, y cuya base es el respeto y la confianza. En este caso estamos hablando de un tipo de tolerancia específico que es la “tolerancia  religiosa”,  la cual trae  consigo  ciertas  dificultades.

“Tolerar”  consiste  en   aceptar  la  existencia  de   ideas  ajenas,  distintas  a  las  propias. Cada  quien  que   tiene  una  religión   piensa  que  su  credo   es  la “Verdad revelada”, es por eso que surgen conflictos y discusiones, pero ante esto debemos buscar la solución en la tolerancia, que es una actitud que depende exclusivamente de la persona, para que respete las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas aunque no coincidan con las propias.

Ante las discusiones o conflictos muchas veces debemos optar por dar segundas oportunidades, comenzar de nuevo. Nadie es perfecto y se debe intentar de conservar ante todo la unión familiar.

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