El ejemplo clásico de la Profi-día de la Familia Аbsalón
d3oxsResumen19 de Junio de 2014
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La familia de Absalón se destacó por su belleza física. En toda la nación se alababa la sobresaliente hermosura de Ab-salón. Todos los años se afeitaba la cabeza, y el peso de su abundante cabellera, probablemente incrementado por el uso de aceites o ungüentos, era de unos doscientos siclos (unos 2,3 Kg.). Su hermana Tamar también era hermosa, y su hija, llamada Tamar como su tía, era “de apariencia sumamente hermosa”. (2Sa 14:25-27; 13:1.) Sin embargo, lejos de favo-recerles, su belleza hasta contribuyó a ciertos sucesos la-mentables que causaron inmenso desconsuelo a David, el padre de Absalón, y también a otros, y que produjeron gran perturbación a la nación.
Asesinato de Amnón. La hermana de Absalón, Tamar, era una mujer de gran belleza. Amnón, el medio hermano mayor de Absalón, se enamoró locamente de ella. Fingiéndo-se enfermo, se las arregló para que se enviara a Tamar a su habitación a fin de cocinar para él, y entonces la violó. El amor erótico de Amnón se convirtió en odio y desprecio, e hizo que se la echara a la calle. Allí la encontró Absalón, con ceniza sobre la cabeza y después de haberse rasgado el tra-je talar rayado que la había distinguido como hija virgen del rey. En seguida se dio cuenta de lo sucedido y sospechó de Amnón, lo que indica que antes de este suceso ya era consciente del deseo apasionado de su medio hermano. Sin embargo, le dijo a su herma-na que no presentase ninguna acusación, y se la llevó a su casa para que residiera allí. (2Sa 13:1-20.)
Según John Kitto, el que fuese Absalón quien se encargase de Tamar y no su padre estaba de acuerdo con la costumbre oriental, pues en una familia polí-gama los hijos de la misma madre son los que están más unidos y las hijas “llegan a estar bajo el cuidado y la protec-ción especial de su hermano, a quien, [...] en todo lo que tie-ne que ver con su seguridad y honra, se acude más que al padre mismo”. (Daily Bible Illustrations, Samuel, Saúl y Da-vid, 1857, pág. 384.) Mucho antes, Leví y Simeón, dos de los hermanos carnales de Dina, también fueron quienes asumie-ron la responsabilidad de vengar la deshonra de su hermana. (Gé 34:25.)
Al enterarse de la humillación de su hija, David se encole-rizó mucho, pero no juzgó al ofensor, quizás por no existir ninguna acusación directa o formal respaldada con pruebas o testigos. (Dt 19:15.) Absalón tal vez prefirió que no trascendiera el hecho de que Amnón había vio-lado la ley registrada en Levítico (Le 18:9; 20:17) con el fin de evitar mala publicidad para su familia y su propio nombre, pero de todas formas abrigó un odio asesino contra Amnón, aunque exteriormente se contro-laba a la espera del momento propicio para vengarse a su propio modo. (Compárese con Pr 26:24-26; Le 19:17.) Desde entonces en adelante su vida es un ejemplo clásico de perfi-dia, y ocupa la mayor parte de seis capítulos de Segundo de Samuel.
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