Mi vida laboral

Hablando de los motivos por los que llevo 27 años ininterrumpidos en la docencia puedo asegurar que es así, por que definitivamente yo nací para esto, es mi vocación y mi vida laboral la he llevado acabo con mucho cariño, más que otra cosa, me he dedicado a ofrecer a mis alumnos mi disposición para que ellos posean ese aprendizaje constante que necesitan y merecen.

La mayor parte de mi antigüedad ha sido con los grados de primero y segundo, y aunque parezca trillado me encanta trabajar con los niños pequeños y que cuando ingresen a la escuela de preferencia no sepan leer, ya que mi satisfacción es mayor, cuando logran apropiarse de la lecto-escritura.

Reconozco que cuando un grupo de primero y segundo pasa a tercer grado me pone triste y no quisieran que se fueran, ya que me encariño mucho con ellos, mantengo una cercanía muy estrecha, conozco todo de ellos y muchos de sus conflictos emocionales y familiares, cuando llegan a tener algún problema mantengo el dialogo directamente con sus padres y si es posible se canalizan a dependencias de gobierno donde puedan atenderlos.

El primer día de clases que me presente a la escuela tenia emoción y al mismo tiempo ese sentido de responsabilidad, al no poder tener control de tantos niños en una escuela medio construida, con carencias y alumnos con niveles socioeconómicos muy bajos.

Una de las anécdotas que me han conmovido es un día que un alumno de primer grado que vivía en el basurero llego muy feliz el día de reyes con las “botitas” que le habían traído los reyes magos, poco a poco fueron llegando sus demás compañeros con sus juguetes que por sencillos y baratos no dejaban de ser eso “juguetes”, el niño se sentó hasta atrás del salón recostado en su banca y lloro sin descanso por que no quería levantar la cara y decir yo no quería zapatos porque a mí me gustan los juguetes, esa actitud de impotencia e inconformidad debido a su pobreza me sensibilizo tanto que nunca lo olvido. Otras de las situaciones es cuando llegan sin desayunar al salón de clases y se duermen de hambre o vomitan por no tener nada en el estómago por no contar con los medios para comprar sus alimentos, cuando no llegan a la escuela, por no tener dinero para el pasaje o comen o van a la escuela.

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