ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

NEUMATOLOGÍA


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2014  •  38.083 Palabras (153 Páginas)  •  434 Visitas

Página 1 de 153

Neumatología - La Doctrina del Espíritu Santo

Neumatología

I. La Personalidad del Espíritu Santo.

A. Propiedad Personal.

B. Pronombres Personales.

C. Hechos Personales.

D. Reacciones Personales.

E. Relaciones Personales.

F. Designaciones Personales.

II. La Deidad del Espíritu Santo.

A. El es identificado como Dios en el Antiguo Testamento.

B. El es llamado Dios.

C. El posee atributos Divinos.

D. El hace las obras de Dios.

E. El ejercita la Soberanía de Dios.

F. El debe ser reconocido como Dios.

G. Debemos depender de El como Dios.

H. Podemos llegar a pecar contra El, Dios.

III. La obra del Espíritu Santo.

A. En el Antiguo Testamento.

B. En el Nuevo Testamento.

Capitulo III

Neumatología

Neumatología deriva de la palabra griega pneuma, que significa espíritu, viento, o aliento. Por lo tanto, Neumatología es la doctrina del Espíritu, o aliento de Dios: la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es en realidad una doctrina bíblica. La Biblia es la única fuente de la que podemos tomar información segura concerniente a El. Solo la fe cristiana tiene al Espíritu Santo.

Mientras estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, mantengamos en mente que Cristo es el centro de este libro, el gran tema de toda la revelación. Si no ponemos a cada uno en su lugar, tendremos confusión. El Espíritu Santo no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no viene a hablar de si mismo, sino de Cristo. Alguien que hable continuamente del Espíritu y omita al Hijo muestra evidencias de que realmente no tiene al Espíritu.

I. La Personalidad del Espíritu Santo.

Primero una palabra de precaución: No llames al Espíritu Santo “algo.” A veces confundimos personalidad con visibilidad. Personalidad no es atributo de un cuerpo; es atributo de un espíritu.

En un sentido, usted mismo nunca ha sido visto; porque usted no es un cuerpo, sino un espíritu en un cuerpo.

A. Propiedad Personal.

1. El posee Inteligencia. “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; ” (I Cor. 12:8). Ver también Isaías 11:2, 3; Nehemías 9:20; I Pedro 1:11; II Pedro 1:21; I Corintios 2:10, 11.

2. El posee una Voluntad. “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (I Cor. 12:11).

3. El posee Poder. “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. . . con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.” (Rom. 15:13, 19). Ver también Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.

4. El posee Conocimiento. “las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, ” (I Cor. 2:10-12).

5. El posee Amor. “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, ” (Rom. 15:30).

B. Pronombres Personales.

El Nombre Personal del Espíritu Santo es desconocido. El titulo “Espíritu Santo” es una designación, lo que El es; no es Su Nombre. El silencio de las Escrituras respecto a Su Nombre Personal es muy significativo. El oculta su propio nombre, para que el nombre del Señor Jesucristo sea exaltado. El título “Espíritu Santo” es un sustantivo neutro en griego, pero cuando un pronombre se usa en su lugar, siempre se usa pronombre masculino. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. . . Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:16, 17, 26). Ver también Juan 16:7, 8, 13-15; Romanos 8:16, 26.

C. Hechos Personales.

¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque lo somos. ¿Por qué el Espíritu Santo actúa como un persona? Porque es una Persona.

1. El habla. “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.” (Hechos 13:2).

2. El Intercede. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Rom. 8:26).

3. El testifica. “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26).

4. El da mandatos. “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.” (Hechos 16:6, 7).

5. El supervisa. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.” (Hechos 20:28).

6. El guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13).

7. El enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26).

D. Reacciones Personales.

Es notable que ciertos hechos que pueden ser cometidos contra el Espíritu solo pueden ser cometidos contra una persona. El Espíritu tiene sentimientos.

1. El puede ser contristado. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef. 4:30).

2. Puede ser enojado. “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.” (Is. 63:10).

3. Puede ser tentado. “Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.” (Hechos 5:9).

4. Puede ser resistido. “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.” (Hechos 7:51).

5. Puede ser blasfemado. “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.” (Marcos 3:29, 30).

E. Relaciones Personales.

1. Con el Padre. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ” (Mat. 28:19).

2. Con Cristo. “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (Juan 16:14).

3. Con los cristianos. “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: ” (Hechos 15:28).

F. Designaciones Personales.

1. El nombre Paracleto. Esta es una palabra griega que significa uno llamado al lado para ayudar. “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26).

2. Otras especificaciones.

a. Espíritu de la promesa. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13).

b. Espíritu de Poder. “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.” (Is. 11:2).

c. Espíritu de verdad. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” (Juan 14:16, 17).

II. La Deidad del Espiritu Santo.

El es una Persona Divina. El es Dios! El es coigual, coeterno, coexistente con el Padre y con el Hijo. De todos modos, El es designado como la tercera persona de la Trinidad. En nuestras propias vidas, puede haber personas que son iguales en estado, pero son subordinados en posición. Lo mismo sucede con el Espíritu Santo. Como un ser, El es igual al Padre y al Hijo, pero en posición El es subordinado al Padre y le da precedencia al Hijo. Tomen nota: No hay celos en la Deidad.

A. El es identificado como Deidad en el Antiguo Testamento.

Jesús del Nuevo Testamento es Jehová del Antiguo Testamento; el Espíritu Santo del Nuevo Testamento es Jehová del Antiguo Testamento. “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” (Jer. 31:33). “porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,” (Heb. 10:14, 15, 16).

B. A El se lo llama Dios.

1. En Hechos 5:3, 4. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios." Ananias y Safira murieron instantáneamente por haber mentido al Espíritu Santo. Ellos mintieron en el tiempo de la consagración. Ellos no cayeron bajo juicio por no dar de su dinero, sino porque aseguraron que lo habían dado todo. Ellos mintieron a la iglesia pero aun más, mintieron al Espíritu Santo.

2. En I Corintios 3:16. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” Nosotros somos el templo de Dios porque el Espíritu mora en nosotros.

3. En II Corintios 3:17. “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”

C. El posee atributos divinos

1. Omnipotencia. “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35).

2. Omnisciencia. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” (I Cor. 2:10). Ver también Lucas 2:25-32.

3. Omnipresencia. “¿A dónde me iré de tu Espíritu?

¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú;

Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano,

Y me asirá tu diestra.” (Sal. 139:7-10).

4. Eternidad. “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Heb. 9:14).

5. Amor. “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, ” (Rom. 15:30).

6. Santidad. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef. 4:30).

D. El lleva a cabo las obras de Dios.

1. Creación. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Gen. 1:1,2). “Envías tu Espíritu, son creados,

Y renuevas la faz de la tierra.” (Sal. 104:30). “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo delOmnipotente me dio vida.” (Job 33:4).

2. Regeneración. “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. . . Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.” (Juan 3:3,5-8).

3. Resurrección. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” (Rom. 8:11).

4. Transformación. “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.” (Rom. 8:10).

5. Salvación. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (I Cor. 6:11).

E. El ejerce la Soberanía de Dios.

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (I Cor. 12:11). Ver también Zacarías 4:6.

F. El es reconocido como Dios.

1. En la Gran Comisión. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mat.28:18-20).

2. En Bendición Apostólica. “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” (II Cor. 13:14).

3. Por designación escritural. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” (Ap. 3:22).

4. En la administración de la iglesia. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.” (I Cor. 12:4-6).

G. De El debemos depender como de Dios.

“Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.” (Marcos 13:11). Ver también Romanos 8:26.

H. Podemos pecar contra El como contra Dios.

“Y dijo Pedro: Ananás, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.” (Hechos 5:3-4).

III. La obra del Espíritu Santo.

A. En el Antiguo Testamento.

Alguien ha dicho que el Espíritu Santo es mencionado 88 veces en el Antiguo Testamento. Sin embargo, la enseñanza de Espíritu Santo no es tan clara en el Antiguo Testamento como lo es en el Nuevo Testamento.

1. Sus manifestaciones.

a. Viniendo sobre los hombres. “y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.” (Num. 24:2). “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.” (Jueces. 11:29). Ver también Jueces 3:10; 14:6.

b. Como vestiduras de hombres. “Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón (lo revistió), y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.” (Jue. 6:34). Ver también II Crónicas 24:20.

c. Como derramado sobre los hombres. “Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría. . . hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.” (Is. 32: 13, 15).

d. Como llenando hombres. “y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, ” (Ex. 31:3). Ver también Miqueas 3:8.

e. Como reposando sobre hombres. “Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.” (Num. 11:25). Ver también Números 11:26; Isaías 11:2.

El Espíritu Santo nunca es representado como morando entonces en el creyente. El Espíritu Santo los llenaba, pero nunca hacia su morada en ellos.

Ningún santo del Antiguo Testamento fue jamás bautizado con el Espíritu Santo. Ese bautismo inicial vino en Pentecostés de Hechos 2, cincuenta días después que Cristo se había levantado de entre los muertos.

2. Su ministración.

a. En relación a la creación.

(1) Generación.

(a) De los cielos y de la tierra. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.” (Sal. 33:6-9). Ver también Job 26:13.

(b) De los animales. “¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!

Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios . . . Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.” (Sal. 104: 24, 30).

(c) Del hombre. “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4). Ver también Génesis 1:26, 27; 2:7.

(2) Regeneración.

(a) De la tierra. “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Gen. 1:2b).

(b) Del hombre caído. “Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.” (Ezeq. 37:9, 10). Ver también Isaías 55:3.

(3) Preservación. “Envías tu Espíritu, son creados,

Y renuevas la faz de la tierra.” (Sal.104:30).

b. En relación a Satanás. Desde el principio el Espíritu Santo ha sido el antagonista de Satanás. “Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.” (Gen. 6:3).

c. En relación a Israel.

(1) Sus padres (Abraham, Isaac, y Jacob etc.). “y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?” (Gen. 41:38).

(2) Sus fundadores (Moisés y sus ayudantes). “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.” (Num.11:16, 17). Ver también Números 27:18, 19; Deuteronomio 34:9; Nehemías 9:20.

(3) Sus Jueces. “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla” (Jue. 3: l0a).

(4) Sus reyes. Saul: “Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera.” (I Sam.11:6). Ver también I Samuel 6:14.

David: “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.” (I Sam.16:1:3). Ver también Salmos 51:11, 12; 143:10.

(5) Sus sacerdotes. “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: ” (II Cron. 24:20a).

(6) Sus profetas. “pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.” (Zac. 7:12). Ver también Nehemías 9:30; Ezequiel 2:2; Daniel 5:1-14; Miqueas 3:8.

(7) Su santuario.

(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana; no fue hecho por la habilidad humana. “y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, ” (Ex. 35:31). Ver también Éxodo 28:3; 31:1-5.

(b) El Templo, “Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa de Jehová, para todas las cámaras alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas.” (I Cron.28:11, 12).

d. En relación al Mesías. “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;” (Is. 61:1, 2). Ver también Isaías 11:2.

e. En relación al milenio. “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” (Joel 2:28, 29). “y después” significa después de la restauración de Israel. Ver también Ezequiel 36:25-28 37:14.

f. En relación a la inspiración. “Estas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de Isaí, Dijo aquel varón que fue levantado en alto, El ungido del Dios de Jacob, El dulce cantor de Israel: El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua.” (II Sam. 23:1, 2). Ver también Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro 1:10-12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16, 17.

B. En el Nuevo Testamento.

1. El Espíritu Santo y Cristo.

a. En referencia a su obra en la antigua dispensación.

(1) En la predicación. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.” (I Pedro 3:18-20), Este pasaje de las Escrituras ha sido usado por distintas sectas, para enseñar que Dios da al hombre una segunda oportunidad después de la muerte. Ellos interpretan esta porción de las Escrituras como entendiendo que Cristo, entre su crucifixión y su resurrección, fue al Hades y ofreció salvación a los muertos impíos. Si ellos entonces creían en El, ellos serian salvos.

Sabemos que ese enfoque no es verdadero, porque, “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, ” (Heb. 9:27). No hay una segunda oportunidad. La correcta interpretación es que Cristo, por el Espíritu Santo en Noe, predico el evangelio a las personas, avisándoles acerca del juicio sobre el mundo. Ellos rechazaron el mensaje; ellos murieron en el diluvio; por eso, sus espíritus están ahora esperando por la resurrección y el juicio.

(2) En Profecía. “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” (I Pedro1:10, 11).

(3) En Tipos. El Tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo en él revela al Salvador, y fue el Espíritu Santo quien capacitó a los hombres para edificar el Tabernáculo. “Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado;” (Ex. 31:2-6).

b. Referencias a Su Obra en Su manifestación terrenal.

(1) El nacimiento de Cristo. “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). Nunca en las Escrituras encontramos que Jesús es declarado ser Hijo del Espíritu. El Santo Ser era Hijo de Dios.

(2) El Bautismo de Cristo. “Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” (Lucas 3:21, 22). Ver también Marcos 1:10, 11; Juan 1:32, 34.

(3) La tentación de Cristo. “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1, 2a). Ver también Mateo 4:1; Marcos 1:12.

(4) El ungimiento de Cristo. “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38). Ver también Lucas 4:16-21.

(5) La enseñanza de Cristo. “Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.” (Juan 3:34).

(6) Los milagros de Cristo. “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.” (Mat. 12:28).

(7) La Vida de Cristo. “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1). Ver también Lucas 10:21; Hebreos 9:14.

(8) La muerte de Cristo. “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? ” (Heb. 9:14).

(9) La resurrección de Cristo. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” (Rom. 8:11).

(10) Los mandamientos de Cristo previos a su ascensión. Lucas nos dice lo que escribió en su primer libro: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; ” (Hechos 1:1,2). Ver también Hechos 1:8.

c. En referencia a su obra durante este tiempo.

(1) El glorifica a Cristo. “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (Juan 16:14).

(2) El testifica de Cristo. “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.” (Hechos 5:30-32).

(3) El entrona a Cristo. “Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.” (I Cor. 12:3).

2. El Espíritu Santo y la Palabra.

a. Convicción. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.” (Juan 16:8-11).

(1) De pecado. No es el trabajo del Espíritu Santo convencer al mundo de asesinato, adulterio, etc; la ley del país hace eso. El Espíritu Santo convence al mundo deincredulidad: “De pecado, por cuanto no creen en mí; ” (Juan 16:9). Muchas veces tomamos la palabra “convencer” en el sentido de sentirse culpable; pero ese no es su significado aquí. El pecador ya ha sido hallado culpable de pecado— incredulidad — ya sea que lo sienta o no. Si, el pecador ya ha sido convicto, condenado, y espera ser sentenciado. “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios...la ira de Dios está sobre él.” (Juan 3:18, 36c). El Gran Trono Blanco no será el lugar para determinar la culpabilidad del pecador, sino el lugar para sentenciarlo al grado de castigo que merece.

(2) De Justicia. ¿De qué manera el Espíritu Convence al mundo de justicia? El Espíritu Santo no convence al mundo de justicia por la que este tiene, sino que convence al mundo apuntando a donde la justicia está: en Cristo: “Por cuanto voy al Padre” (Juan 16:10).

(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, nada le queda sino el juicio. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12). La concepción del mundo respecto al juicio futuro es confusa. El hombre tiene una falsa idea tras otra. Pero más allá, estas creencias universales, aunque equivocadas, son prueba suficiente de cuando el hombre deba dar cuenta de sí mismo ante Dios. La Biblia es la única fuente segura del Juicio del Gran Trono Blanco.

b. Regeneración. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (II Cor. 5:17). Ver también Juan 3:5. El hombre puede bajar la medida, pensando que puede llegar a ser hijo de Dios de otra manera, pero Dios no lo avala. El todavía requiere que debes nacer de nuevo.

c. Refrenando la maldad en el mundo “ Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.” (II Tes. 2:7). La iniquidad total uno de estos días será encabezada por un solo hombre, el anticristo. Pero todavía hay una persona en el mundo que impide la manifestación completa del pecado; y esa persona es el Espíritu Santo. Durante la gran tribulación, cuando el anticristo sea revelado, el Espíritu Santo dará un paso al costado, quitando su mano que detenía la manifestación del hombre de pecado, permitiendo que él lleve al mundo a la más completa degradación.

3. El Espíritu Santo y la iglesia. Ver Efesios 1:22, 23; 2:12-16; 3:4-16.

a. El Espíritu Santo constituye la iglesia. El bautismo del Espíritu Santo es la operación por la cual la iglesia es constituida. “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” (I Cor. 12:13).

Hay 7 referencias al Bautismo del Espíritu Santo. Cinco son proféticas (Mat. 3:11; Mar.1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos 1:5); una histórica (Hechos 11:16); y una didáctica (I Cor. 12:13). En las 5 referencias proféticas, encontramos que 2 se refieren al bautismo con Espíritu Santo y fuego. El bautismo del Espíritu Santo y el de fuego, no son lo mismo. El bautismo del Espíritu Santo habla de la formación de la iglesia, mientras que el bautismo de fuego habla de juicio. Mateo 3:11 y Lucas 3:16 son esos pasajes que hablan de bautismo de fuego.

Las 5 referencias proféticas apuntan al futuro; el pasaje histórico mira hacia atrás; por tanto, el bautismo del Espíritu vino entre ambos. Eso es Pentecostés

El bautismo del Espíritu Santo no fue esa envestidura de poder que capacitó a los apóstoles para hacer milagros, porque ellos hicieron milagros antes de ser bautizados por el Espíritu. La iglesia es un organismo, no una organización, y el bautismo del Espíritu Santo es ese acto de Dios por el cual une a los creyentes en ese organismo. Dondequiera que las palabras “bautismo del Espíritu” son usadas, son siempre aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca a un individuo. ¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios (I Cor. 12:13) bautizados con el Espíritu? En Pentecostés, una vez para siempre. Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el Espíritu. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13). Y recibe el bautismo del Espíritu Santo en ese mismo momento.

En cuanto a Dios le concierne, hubo un solo Calvario, y hubo un solo Pentecostés. El pecador, de todos modos, se debe apropiar del calvario por fe, y debe reconocer Pentecostés por fe, para hacer de ambos una realidad para su propia alma. Esto toma lugar inmediatamente al aceptar al Señor Jesucristo como Salvador.

Nos gustaría dar una explicación del siguiente versículo: “un Señor, una fe, un bautismo, ” (Ef. 4:5). No habla aquí del bautismo del Espirita, sino de bautismo por agua. El versícula anterior explica el bautismo del Espirita: “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; ” (E. 4:4). Ese "un cuerpo" es constituido por el bautismo del Espíritu Santo.

Pentecostés siempre llega 50 días después de la fiesta de las primicias. La fiesta de las primicias es un tipo de la resurrección de Cristo. El segundo capitulo de Hechos registra lo que aconteció a aquellos 120 discípulos en el aposento alto. El Espíritu Santo no vino a ellos en respuesta a sus oraciones, porque todas sus oraciones y ayunos no habrían apresurado su venida. El vino en tiempo señalado. Es inconcebible pensar que el Espíritu viniese 49 o 51 días después de su resurrección. El vino a tiempo, 50 días después de la resurrección.

El Espíritu Santo hubiera venido aun si ellos no hubieran orado. Ellos habrían sido bautizados y habitados por el Espíritu aunque no hubiesen orado, pero no hubieran recibido poder; no hubieran sido llenos del Espíritu si ellos no hubiesen orado.

La fiesta de pascuas fue cumplida en el sacrificio de la cruz. Cristo nunca volverá a morir otra vez. La fiesta de Pentecostés se cumplió en el bautismo del Espíritu, y no habrá otro Pentecostés. Nunca más habrá un recumplimiento de la pascua y el sacrificio del cordero, y nunca más habrá un recumplimiento de Pentecostés.

La fiesta original de Pentecostés fue también conocida como la fiesta de las semanas, cuando la cosecha era recogida. En Levítico 23:22 leemos: "Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.” De modo que, vemos que la cosecha era para 3 clases de personas:

1. Israel en general.

2. Los pobres.

3. Los extranjeros.

Estos 3 recibían bendiciones de la cosecha. El bautismo del Espíritu, el cual fue el cumplimiento de la fiesta de la cosecha (semanas), fue para 3 clases de personas:

1. Israel. En Jerusalén (Hechos 2:37, 39).

2. Samaritanos (los pobres). En Samaria (Hechos 8:9-17).

3. Gentiles (extranjeros). En Cesarea (Hechos 10:34-44).

El siguiente es el proceso por el cual las 3 clases de personas recibieron el Espíritu Santo:

1. Los judíos en Jerusalén.

(a) Por la fe en Cristo.

(b) Se bautizaron en agua.

(c) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.

2. Los Samaritanos en Samaria.

(a) Por la fe en Cristo.

(b) Se bautizaron en agua.

(c) Les impusieron las manos.

(d) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.

3. Los Gentiles en Cesarea.

(a) Por la fe en Cristo.

(b) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.

(c) Entonces se bautizaron en agua.

Hay 2 operaciones del Espíritu en el día de Pentecostés. No deben confundirse. Las 2 operaciones fueron “bautismo” y “llenura.” Los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en Pentecostés, pese a que la palabra “bautismo” no aparece en Hechos 2. Sabemos que el bautismo ocurrió entonces, por las palabras habladas por el Señor Jesucristo justo antes de su ascenso. “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” (Hechos 1:5).

Hay algunos que creen que hablar en lenguas fue una señal del bautismo del Espíritu, pero si miramos detenidamente, observamos que ellos hablaban en lenguas a causa de que fueron llenos del Espíritu. Pedro declaró, “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.” (Hechos 2:16-18). ¿Qué es “Mas esto es? ¿El evento? ¿El hecho de hablar en lenguas? No. “Esto” es una cita de Joel, y yo lo estoy citando. Pedro estaba dando a Joel como un ejemplo, porque El, Dios, que hará suceder aquellas cosas que ha anunciado Joel, ha hecho que sucedieran estas cosas de las cuales ustedes son testigos.

b. El Espíritu mora en la iglesia. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (I Cor. 3:16).

c. El Espíritu edifica la iglesia. “en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” (Ef. 2:22).

d. El Espíritu administra la iglesia.

(1) El nombra los ministros. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.” (Hechos 20:28). Ver también Hechos 6:3, 5, 10.

(2) El dirige la obra. “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.” (Hechos 13:2). Ver también Hechos 29; 10:19; 16:7.

4. El Espíritu Santo y el cristiano.

a. Comenzando por el Espíritu. “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" (Gal. 3:1-3).

Llegamos a ser cristianos por la operación de Dios. Una nueva vida es impartida por el Espíritu Santo. Es un nuevo nacimiento: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (Juan 3:6, 7). Dios no tiene comunión con personas no regeneradas hasta que el hombre recibe una nueva naturaleza de parte de El.

b. Morada del Espíritu. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (I Cor. 6:19). ¿Qué certeza tiene el cristiano de tener la morada del Espíritu? Por sentimientos? Por algún gran éxtasis? No, ¡por la Palabra de Dios! El Espíritu mora en el creyente cuando la persona entra en concordancia con lo que Cristo ha hecho, cuando acepta a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del Espíritu no se basa en sentimientos, porque los sentimientos de una persona pueden cambiar de un día para el otro. La obra de Cristo en el calvario nunca cambia.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” (Juan 7:37-39). Esta porción de la Palabra de Dios plenamente establece que los discípulos todavía no habían recibido el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y eso sucedió en Pentecostés. Otro pasaje revela que los discípulos todavía no habían recibido la morada del Espíritu Santo: “mora con vosotros, y estará en vosotros.” (Juan 14: 17c). Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; después de Pentecostés, el Espíritu estaría en ellos. Ningún creyente de este tiempo debe orar como David: “No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu Santo Espíritu.” (Sal. 51:11), porque David no tenia la morada del Espíritu Santo. Y cada cristiano sí lo tiene. “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” (Rom. 8:9).

Otra Escritura que también ha confundido a los hijos de Dios es Lucas 11 13: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Algunos proponen que nosotros debemos pedir el Espíritu Santo a fin de tenerlo; pero recuerda, esto fue dichoantes de Pentecostés. No hallamos ningún texto en la Escritura, después de Pentecostés, que diga que nosotros debemos pedir el Espíritu. ¿Hubiera dado el Padre el Espíritu a los discípulos antes de Pentecostés si ellos se lo hubiesen pedido? El Señor Jesús dijo que lo hubiera hecho, pero la realidad histórica es que ellos no se lo pidieron.

La ultima Escritura que vamos a considerar tocante al tema de la morada del Espíritu es Juan 20:22: “Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.” Muchos dicen que en ese momento los discípulos recibieron la morada del Espíritu Santo, en vez de en Pentecostés. Sabemos, de todas maneras, que ellos no recibieron el Espíritu Santo en aquel momento, porque a ellos se les dio el mandamiento de: “que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” (Hechos 1:4, 5). Ahora, si ellos ya hubiesen recibido el Espíritu Santo, ¿por qué ellos habrían de esperar para recibirlo?

c. El sello del Espíritu Santo. ‘En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13). “El sello” es usado muchas veces en la Escritura.

(1) El que sella. El que sella es Dios el Padre. “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (II Cor. 1:21, 22).

(2) Los sellados. Hay 2 que son sellados por el Padre: el Hijo y los creyentes. “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.” (Juan 6:27). “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef. 4:30). El Hijo fue sellado por causa de lo que El es. Nosotros somos sellados por causa de Cristo y nuestra posición en El. El momento en que el creyente es sellado es cuando acepta a Cristo como su Salvador: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13).

(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no se asegura a través de alguna experiencia emocional, sino a través de creer en Cristo: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13).

(4) Significado.

(a) El sello significa propiedad. Si fuimos sellados tenemos el sello de propiedad de Dios sobre nosotros. “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (II Tim. 2:19).

(b) El sello significa identificación. Es nuestra identificación para el futuro. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (Ef. 1:13, 14).

(c) El sello significa seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 habrá 144,000 sellados. Además Satanás será sellado y encarcelado en el abismo durante el milenio (Ap.20:3). El libro de Apocalipsis capitulo 5 tiene 7 sellos que ningún ser humano común podrá abrir (Ap. 6-8). Nosotros, los creyentes, somos sellados hasta el tiempo de nuestra redención (Ef. 1:13, 14).

(d) El sello significa transacción finalizada. “Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza.” (Jer. 32: 10). El sello del Espíritu Santo es aquella evidencia legal que testifica el hecho de que hemos entrado dentro de la obra terminada de Cristo.

(e) El sello significa que es algo genuino. “Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; ” (Rom. 4:11). Ver también Ester 3:12.

(f) El sello significa que algo es inintercambiable. “Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado.” (Est. 8:8).

(g) El sello significa valor. “¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros?” (Deut. 32:34).

(h) El sello significa impresión. El sello siempre deja su impresión en la cera. Si estamos sellados con el Espíritu, Su impresión estará sobre nosotros. “Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello, Y viene a estar como con vestidura;” (Job 38:14). “siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.” (II Cor. 3:3).

d. Las arras del Espíritu. “[el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (II Cor. 1:22). Ver también II Corintios 5:5; Efesios 1:13, 14.

“Arras” es un emblema que habla del futuro. Es una parte del pago por algo que se terminará de pagar en una fecha futura. Cuando el dinero de arras es pagado por una propiedad, ambas partes se comprometen. Cuando Dios puso su arras en nosotros, El se comprometió por todo tiempo y eternidad. El Espíritu Santo es las Arras de Dios, el anticipo del pago de Dios por nuestra salvación. El creyente al presente no tiene todas las cosas que sabe habrá de recibir. Hay algo pendiente. De hecho, esto agita nuestra imaginación. Si el Espíritu Santo es solo parte de lo que hemos de recibir, y El es Dios, y Dios es todo, ¿qué ha de ser el resto?

Si el dinero de anticipo ha sido colocado por una propiedad, y el comprador fallase en completar la transacción, El perdería su dinero de anticipo. Dios nos ha dado el anticipo, el Espíritu Santo. Si fallara El en completar nuestra salvación, El perdería su anticipo; pero sabemos que eso es imposible. Por tanto, es una garantía de nuestra eterna salvación.

(1) Ilustraciones de Arras.

(a) Los presentes para Rebeca (Gen. 24). Estos presentes fueron el anticipo de lo que después vendría.

(b) Los frutos de Cannan (Num. 13). Los frutos fueron el anticipo de lo que había sido prometido, una prueba de la herencia que habría de llegar.

(c) Los dones de Booz (Rut 2). Los granos de cereal dejados para Rut, y solo para Rut, fueron un anticipo de lo que Booz tenía para ofrecer en matrimonio.

(d) Los primeros frutos (Lev. 23). Esta ofrenda para Dios era el anticipo del hombre que iba a dar su diezmo para Dios.

(2) El dador de las arras. ¡Dios es el dador! “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (Il Cor.1:21,22).

(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras: “y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (II Cor. 1:22b).

(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestro corazón: “ las arras del Espíritu en nuestros corazones” (II Cor.1:22b).

(5) La garantía de las arras.

(a) Garantiza nuestra resurrección “y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.” (Rom. 8:2.3).

(b) Garantiza nuestra herencia. “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” (Rom. 8:17).

(c) Garantiza nuestra gloria. “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” (lI Tes. 2:13. 14).

e. Llenura del Espíritu. “fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:4). Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” (Hechos 4:31). “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, ” (Ef. 5:18).

La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y obra del cristiano, que es llenado de poder para hacer lo que le manda el Señor.

(1) ¿Qué? Hay muchas opiniones en cuanto al significado de la “llenura” del Espíritu. Algunos creen que esto sucede cuando la persona nace de nuevo. El creyente recibe el Espíritu Santo en su conversión pero no la llenura del Espíritu; es la regeneración del Espíritu (Tito 3:5). Otros proponen que la “llenura" del Espíritu es la experiencia por la cual [el creyente] recibe al Espíritu Santo algún tiempo después de haber sido salvo. ”Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” (Rom. 8:9).

La “llenura” del Espíritu puede confundir a muchos a causa de la palabra “llenura.” Ellos piensan en una llenura material, como un vaso lleno con agua. El Espíritu, de todas maneras, no es algo material, sino una persona. Es verdad que un vaso a medio llenar puede ser completado con más agua, pero es imposible para el creyente, quien ya tiene el Espíritu, tener mas de El. Uno no puede tener más de Dios, sino que Dios puede tener más de uno.

Ahora, el creyente ya tiene el Espíritu, no obstante es llamado a ser “lleno” de El. El Espíritu Santo ya mora en el creyente; ha sido sellado con el Espíritu; ha sido bautizado con el Espíritu, y ha sido regenerado por el Espíritu; y aun así es llamado a ser “llenado” con el Espíritu. ¿Qué es entonces la “llenura" del Espíritu? Una mejor palabra para pensar en la “llenura” es ser “controlado por” el Espíritu. Así que, el cristiano es amonestado a ser controlado por, ser poseído por, ser dominado por el Espíritu. Ahora sabemos el significado pleno de la expresión, “No es cuanto tiene uno del Espíritu Santo, sino cuanto tiene el Espíritu Santo de uno.”

(2) ¿Cómo? ¿Es segura esta experiencia a través de la búsqueda y a través de la oración? No hay ningún pasaje en la Palabra donde una persona haya orado por la llenura del Espíritu y la haya recibido. Todo es por sometimiento al Señor. Cuando nos sometemos El, nuestra voluntad muere, y su voluntad es la voluntad de nuestras vidas; nuestras ambiciones caen como cenizas a sus pies. Alguien puede preguntar, ¿“qué es sometimiento”? Es el acto por el cual el creyente se coloca a si mismo sobre el altar de Dios: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef. 5:2). Esa ofrenda de olor fragante era un sacrificio continuo la cual nunca llegaba a faltar, porque cuando uno se consumía, otro cordero era puesto en su lugar, uno en la mañana y otro en la tarde. Esa era la única manera en que podía ser una ofrenda continua un sacrificio continuo. Esta ofrenda encendida nunca fue instituida como ofrenda por el pecado, sino más bien como una ofrenda de alabanza. El cristiano es exhortado a entregarse a si mismo como sacrifico vivo, una ofrenda encendida continua, mostrando nuestras alabanzas a El que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (I Pedro 2:9).

(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo el Espíritu lo lleva a cabo? ¿Cuándo El controla al creyente? Al instante en que el creyente se somete, ¡cuando se rinde completamente!

¿Hay cierto número de pasos que uno debería tomar en función de rendirse al Señor? No. ¿Cuáles son los requerimientos entonces para ese sometimiento? Una completa sujeción a la voluntad de Dios! Para alguno puede ser morir a su propio ego; para otro, obediencia al llamado de Dios; aun para otros, el renunciar a pecados conocidos, etc. Sea lo que sea necesario para someterse a la voluntad de Dios, ¡ése es el requerimiento!

(4) ¿Por qué? ¿Debería el creyente alguna vez hacer esta pregunta? ¿Hay una necesidad de llenura del Espíritu? Respondemos: “sí” a ambas preguntas. Algunos creyentes no entienden que existe realmente algo como la “llenura” del Espíritu, y por lo tanto ellos viven sin poder. Además del mandato de Dios a ser “llenos” del Espíritu, entendemos que esta “llenura” es un mandato para tener poder en el servicio y en la vida, no por ganancia egoísta, sino para la gloria de nuestro Señor Jesucristo y para ganar los perdidos para El.

(5) ¿Qué entonces? Un resumen de aquellos que han sido verdaderamente “llenos” del Espíritu revela estos resultados:

(a) Ellos reproducirán a Cristo en sus vidas.

(b) Ellos convencerán al mundo.

(c) Ellos amarán la Palabra.

(d) Ellos serán llenos de poder.

(e) Ellos serán llenos de vida.

Contraste entre Bautismo y llenura.

Bautismo del Espiritu Llenura del Espiritu

1. Tiene que ver con el cuerpo, la iglesia. 1. Tiene que ver con el individuo.

2. Bautismo es externo. 2. Llenura es interno

3. Cada creyente es bautizado con el Espíritu 3. Un creyente puede o no ser llenado con el Espíritu

4. Ningún creyente es exhortado jamás a ser bautizado con el Espíritu 4. Todo creyente es exhortado a ser lleno del Espíritu

5. Es una obra inicial al momento de la salvación 5. Un creyente puede ser llenado aun años después del momento de su salvación.

6. El creyente es bautizado una sola vez. 6. El creyente puede ser lleno muchas veces

7. Ningún creyente fue jamás bautizado antes de Pentecostés. El bautismo coloca al creyente en el cuerpo 7. Algunos creyentes fueron llenos antes de Pentecostés. La llenura es esencial para el servicio.

f. El fruto del Espíritu Santo. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gal. 5:22, 23). El fruto del Espíritu Santo es el verdadero carácter cristiano. Observe que la palabra “fruto” es singular.

La vida de nuestro Señor es el más grande ejemplo del fruto del Espíritu. El fruto siempre procede de la vida misma. Cuando llega el tiempo de Navidad vemos adornos colgando de los arbolitos, sabemos que son artificiales. Pero en los árboles naturales, los frutos son naturales. De la misma manera hay muchas religiones sociales que solo dan frutos figurativos y artificiales. Ellos pretenden dar frutos, pero no tienen vida en si mismos, no tienen Espíritu; por lo tanto, ellos tienen forma externa de piedad pero no tienen poder interior. Un manzano no hace obras para producir manzanas; simplemente las produce naturalmente. Lo mismo pasa con el cristiano. No procura el fruto del Espíritu como de su propia labor, sino que simplemente lo genera.

(1) Fruto en relación a si mismo como individuo: amor; gozo; paz.

(2) Fruto en relación a los demás hombres: paciencia, benignidad, bondad.

(3) Fruto en relación a Dios. fe; mansedumbre; templanza.

g. Caminando en el Espíritu. “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” (Gal. 5:16). El Espíritu hará que andemos. Un viejo ejemplo son las ropas: la persona que va dentro hace que las vestiduras caminen. La responsabilidad de las vestiduras es colgar sobre la persona y vestirla. No deberíamos tener una voluntad propia, sino como esa ropa, solo la deberíamos cubrir, vestir. Donde el Espíritu vaya, vamos. La voluntad del Espíritu debe ser nuestra voluntad.

h. La renovación en el Espíritu. “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,” (Tito 3:5).

i. Fortalecimiento en el Espíritu. Pablo oraba que Dios pudiese fortalecer a los efesios, "conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; ” (Ef. 3:16).

j. Sembrando para el Espíritu. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gal. 6:7, 8). Este pasaje no fue escrito para los no salvos, sino para cristianos. El cristiano puede sembrar para la carne, eso es, vivir en pecado; de todos modos, el tiempo de la cosecha vendrá.

k. Guiados por el Espíritu. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” (Rom. 8:14). Algunos interpretan esto como “aquellos que consultan al Espíritu en las decisiones de la vida están seguros de que son hijos de Dios.” Ahora, pese a que es una bendición buscar y encontrar del Espíritu Santo Su voluntad en nuestras decisiones, parece que este pasaje no se refiere a eso. La guía del Espíritu parece que hace referencia a la conducción de los cristianos en su camino hacia la gloria.

1. Santificación en el Espíritu. “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (I Pedro 1:2).

m. La suministración del Espíritu. “Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, ” (Fil. 1:19).

n. Los dones del Espíritu Santo.

(1) La enumeración de los dones. “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales,...Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (I Cor. 12:1, 8-11).

(2) El otorgamiento de los dones. La primera cosa que debemos establecer es que los dones no son dados al hombre por sus deseos ni por sus oraciones, sino de acuerdo a la voluntad del Espíritu, dotando a cada persona como El quiere. La segunda cosa a la que debemos prestar atención es que los dones fueron dados en función de sustentar las demandas de Cristo y sus discípulos, que Jesucristo fue verdaderamente el Hijo de Dios, que la dispensación de la Ley había llegado a su fin, y que la dispensación de la gracia había comenzado. “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. (Heb.2:3, 4).

Ciertamente había una necesidad de parte de Dios de verificar esta nueva enseñanza que había comenzado con el Señor mismo para aquellas personas que habían estado bajo las tradiciones de la Ley por alrededor de 14 siglos, e iba a ser difícil para ellos comprender que Dios había terminado con el Antiguo Testamento y había dado lugar al Nuevo. Además, ningún libro del Nuevo Testamento había sido escrito todavía. Finalmente, enfatizamos el hecho de que ningún creyente recibe todos los dones. “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? (I Cor. 12:28-30) La respuesta es no.

(3) La utilización de los dones. ¿Cómo deben ser usados estos dones? El capitulo 13 de Primera Corintios declara plenamente que todos debemos ser motivados por amor. Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, declara que si tuviese todos los dones, y no tuviera amor, no seria nada; su vida seria infructífera, y sus recompensas nulas.

Alguien puede preguntar, “¿Es el don de lenguas para hoy en día?” “¿Acaso no dice la Biblia, no impidáis hablar en lenguas?” Trataremos este tema mas a pleno en la próxima sección; de todos modos, algo debemos decir acerca de eso aquí.

1 Corintios 14:39 dice claramente: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas.” Pero si usamos capitulo 14 como permiso para hablar en lenguas, entonces los que hablan en lenguas deben ser gobernados por el mismo capitulo sobre el uso de ese don. Entonces, ¿debería una persona hablar en lenguas en una reunión de iglesia? Ciertamente, pero si lo hace conforme a 1 Corintios 14. “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.” (I Cor. 14:27, 28). Toda vez que el don de lenguas sea ejercido, solo 2 o a lo sumo 3, pueden hablar en la reunión. Esta regla eliminará mucho del movimiento de hablar en lenguas. Hablarán por turnos y uno sólo a la vez. Esto eliminará aun más del movimiento de hablar en lenguas. Y luego las Escrituras dicen que si no hay intérprete, debe callar. Mas aun se eliminaría del hablar en lenguas. Finalmente dice: “vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.” (I Cor. 14:34). Y esto prácticamente le pone un fin al movimiento de hablar en lenguas, porque la mayoría de aquellos que lo practican son mujeres.

Muchos pueden rebelarse contra estos pasajes, diciendo que esto no significa “lenguas.” Si esto no significa “lenguas,” entendemos que dice silencio, y eso incluye lenguas, cuando dice que las mujeres guarden silencio en las iglesias. Esto, no obstante, hace referencias solo a lenguas, porque otras porciones del mismo libro de primera corintios aceptan a la mujer hablando y orando en la iglesia. “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” (I Cor. 11:5). “Profetizar” significa “proclamar”; eso es, una mujer puede proclamar la Palabra de Dios en la Escuela Dominical, y en otros ámbitos.

(4) La restricción de los dones. ¿ Puede ser posible que Dios restrinja muchos de sus dones a los creyentes de hoy en día, los cuales dio al principio? No solo es posible, sino también una certeza. En capitulo 13 de I Corintios, el Espíritu Santo dice, “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.” (versiculos 8-10). Recuerda, I Corintios 13 está hablando sobre “dones” del Espíritu, y cuando dice las profecías se acabarán, no significa que algunas de las profecías antes anunciadas por hombres de Dios, registradas en la Biblia, dejarían de cumplirse. Significa que el don de profecía un día dejarla de operar. Cuando dice que las “lenguas cesarán,” no significa que en algún momento futuro toda lengua iba a silenciarse, sino que el don de lengua dejaría de operar. Y cuando dice que “la ciencia acabará,” no significa que llegaría un momento cuando el conocimiento o la ciencia no existirían más, sino que el don de ciencia dejaría de operar. ¿Pero cuándo los dones de profecía, lenguas y ciencia cesarían? Cuando “viniese lo perfecto.” Creo que no está hablando de la segunda venida de Cristo, sino mas bien de cuando la completa revelación de la Palabra de Dios sea dada. ¿Tenemos hoy esa completa revelación de Dios? Si, cuando el apóstol Juan escribió, “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.” (Ap. 22:21), la plena revelación de Dios fue completada, había llegado lo perfecto. Por lo tanto, puesto que tenemos la revelación completa, los dones de profecía, lenguas, y ciencia han cesado. Ya no son para hoy.

Volviendo a Efesios 4:11 leemos, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.” Observe en esta posterior revelación que no aparecen en la lista los dones milagrosos, como sí aparecen en I Corintios 12, 13 y 14. Ya no hay más necesidad de los dones milagrosos, porque ahora tenemos la plena y completa revelación de Dios. El hijo de Dios es más bendecido por tener la completa revelación de Dios que si tuviera todos los dones milagrosos.

La demanda es hecha por algunos que dicen que nosotros necesitamos esos dones como señales de la llenura del Espíritu. Es cierto que Dios dio estos dones de milagros por señales; pero no de la llenura del Espíritu, sino para la confirmación del apostolado de Pablo (II Cor. 12:12); para la confirmación del envió de Pablo a los gentiles (Rom. 15:18, 19); para la confirmación de la salvación a través de la persona de Jesucristo (Heb. 2:3, 4); y para la confirmación de la palabra (Marcos16:20). ¿Necesitamos esos dones hoy para confirmar la palabra, el evangelio, y el apostolado de Pablo? No. 2000 años de historia de la iglesia los confirman.

(5) La permanencia de los dones. “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (I Cor. 13:13). Cada cristiano posee estos 3 dones. El, controlado por el Espíritu Santo, puede utilizarlos.

o. Testimonio del Espíritu “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Rom. 8:16).

La Ley establece que por la boca de dos o tres testigos será declarada la verdad. Eso es, tenemos 2 testigos que declaran que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu Santo, y nuestro Espíritu. ¿Cómo el Espíritu Santo da testimonio de nuestra salvación? A través de la Palabra escrita. ¿Como da nuestro espíritu testimonio? Por sentimientos, o por nuestra conciencia? No. Los sentimientos son engañosos. Nuestro espíritu da testimonio por feen la Palabra de Dios. La Palabra de Dios declara nuestra salvación cuando confiamos en Cristo; la creemos. Por lo tanto, el Espíritu da testimonio “juntamente con” nuestro espíritu.

p. La unción del Espíritu. “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas...Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” (I Juan 2:20, 27).

La unción en las Escrituras, ya sea en el Antiguo Testamento o en el Nuevo, era para algún servicio. Reyes y sacerdotes fueron ungidos para sus servicios u oficios especiales. Cristo fue ungido (Hechos 10:38). El mismo nombre “Cristo” significa “el ungido.” El fue ungido como Profeta (en el pasado); Sacerdote (para el presente); y Rey (para el futuro). El creyente en Cristo recibe su unción para el servicio cuando nace de nuevo. La unción del Espíritu no es para unos pocos favorecidos. Todos los creyentes son ungidos: “ya la habéis recibido.” La unción del Espíritu es una vez para siempre: “permanece en vosotros.” No hay lugar en las Escrituras donde uno recibe una fresca unción. Falsas religiones tratan de alejarnos de Cristo, inducirnos a salir de la fe; pero tú, al escuchar sus apelaciones, no debes deslizarte, porque si eres creyente ya tienes la unción. “Y no necesitas que nadie os enseñe.”

q. Adorar por el Espíritu. “Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” (Fil. 3:3). La única adoración y servicio aceptados por Dios deben ser generados por el Espíritu. Uno no sirve al Señor con manos, pies y labios, sino por el Espíritu Santo a través de las manos, pies y labios.

r. Comunión en el Espíritu. “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” (II Cor. 13:14). La Palabra “comunión” es también traducida “compañerismo; compartir.” De modo que, “comunión” significa “participación y compartir.” El Espíritu Santo y el cristiano tienen una cosa en común, Jesucristo!

s. Orar en el Espíritu. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Rom. 8:26, 27). ¿Es un error orar al Espíritu Santo? En ningún lugar de las Escrituras se nos ordena orar al Espíritu Santo, pese a que es un miembro de la Deidad; cuando oramos a Dios, oramos a El.

t. Luchar en el Espíritu. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” (Gal. 5:17).

u. La enseñanza del Espíritu. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” (I Cor. 2:10). El Espíritu Santo revela su Palabra solamente a cristianos nacidos de nuevo, y no a aquellos que aun están fuera del cuerpo de Cristo. Los hombres sin el Espíritu de Dios no pueden entender las verdades de Dios.

5. El Espíritu Santo y las Escrituras.

a. Inspiración. “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (II Tim. 3:16a). El significado literal de “inspiración” es “soplado por Dios.” Ninguna profecía vino por el propio ingenio humano. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Palabra de Dios. Las palabras son inspiradas, dadas por Dios en el idioma original. Alguien podría preguntar, “¿Acaso no usó Dios instrumentos humanos?” Si, pero el uso de instrumentos humanos no afectó a la Palabra de Dios. Cuando usted lee el Pentateuco, no lee las palabras de Moisés, sino que lee las palabras de Dios. Ver I Corintios 2:12, 13; 10:11; Romanos 4:20-25; 15:4.

b. Iluminación. La mejor manera de estudiar el libro es conocer al autor. El mejor intérprete del libro es su escritor, el Espíritu Santo. Así como el Señor Jesús hizo saber las Escrituras a sus discípulos, así el Espíritu Santo lo hará para nosotros hoy (I Cor. 2:9-14).

6. El Espíritu Santo y los pecados.

a. Contristando al Espíritu. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. (Ef. 4:30).

b. Mintiendo al Espíritu. “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3). Ananias le mintió a la iglesia, el templo del Espíritu Santo. Nosotros también podemos mentirle al Espíritu Santo. Podemos cantar una mentira. A veces en una reunión muy emotiva personas dedican sus vidas a un servicio cristiano, pero luego son negligentes en cuanto a lo prometido. Eso es mentirle al Espíritu Santo.

c. Apagar el Espíritu. “No apaguéis al Espíritu.” (I Tes. 5:19). Apagar puede también significar extinguir. Uno puede apagar los dones del Espíritu, y puede apagar el Espíritu en otros impidiéndoles usar los dones del Espíritu (Num. 11:28, 29).

d. Resistir al Espíritu. “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.” (Hechos 7:51).

e. Afrentar al Espíritu. “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (Heb. 10:29).

f. Blasfemar contra el Espíritu. Este es el pecado imperdonable que se encuentra en Mateo 12:31, 32 y Marcos 3:29, 30. Si la gracia de Dios, la cual perdona todos los pecados de la humanidad, no perdona este, entonces este debe ser un pecado inusual. No es asesinato, no es incredulidad. Rechazar la persona de Cristo no es pecado imperdonable; de todos modos, el hombre que rechaza a Cristo y muere, ciertamente está perdido. El Espíritu no contenderá con hombres después de la muerte. Su rechazo final de Cristo no es algo imperdonable, sino algo no perdonado.

Deberíamos distinguir entre:

No perdonado e imperdonable.

No olvidado e inolvidable.

No salvo e insalvable.

Creo que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos denominan imperdonable, fue un pecado limitado al tiempo cuando Cristo estuvo sobre la tierra. No hay pecadores en la lista negra hoy. Aquellos ofendieron al Espíritu, blasfemaron del Espíritu que hacia las obras en Cristo

¿Puede alguien que ha cometido blasfemia ser salvo hoy? Si, el ejemplo es el apóstol Pablo, “habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. . . Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.” (I Tim. 1: 13, 16).

7. Emblemas del Espíritu Santo.

a. La paloma. “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.” (Juan 1:32). El Espíritu no descendió sobre ningún otro de esta manera. En Génesis 1:2 el Espíritu Santo se movía sobre la faz de las aguas, como una paloma entibiando sus huevitos. La paloma es una mansa y limpia ave. Por tanto así son los que son del Espíritu: “mansos como palomas” (Mat. 10:16). Ciertamente un hermoso emblema del Espíritu Santo. La Palabra nos presenta la ira del Hijo pero nunca la ira del Espíritu Santo.

b. Agua. “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; ” (Is. 44:3). Ver también Juan 7:38, 39. Lo que el agua significa para los labios sedientos, y la lluvia significa para la tierra seca, es lo que el Espíritu significa para cada ser humano. No hay nada que calme esa sed mejor que el agua; no hay nada que satisfaga esa sequía del corazón mejor que el Espíritu Santo.

c. Aceite. “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.” (I Sam. 16:13). Ver también Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el sacerdote era ungido con aceite, se seguía el siguiente procedimiento: primero, su oreja, para oír la Palabra de Dios; luego su pulgar, para que sus acciones fuesen para la gloria de Dios; y después el dedo de su pie, para que anduviese con Dios.

d. Viento. “Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. . . Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.” (Ez. 37:9, 14). Ver también Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No se lo puede ver, pero es poderoso. La visibilidad no es el límite de su acción. El viento también habla de limpieza (Job 37:21).

e. Fuego. “y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.” (Hechos 2:3). El fuego tipifica al Espíritu de Dios. Es fuego que purifica, consume, calienta, prueba, ilumina y energiza. Es lo mismo con el Espíritu Santo.

f. Vestiduras. “Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.” (Jue. 6:34). "Vino sobre" implica como vestiduras. Y eso habla de protección. El Espíritu es nuestra protección.

________________________________________________________________________________

Introducción :

Prácticamente el único vocablo que aparece para Espíritu en el Nuevo Testamento es el griego pneuma, (ruachHebreo, espíritu),que denota en primer lugar el viento , depneo, respirar , soplar. El Espíritu , a semejanza del viento, es invisible, inmaterial , pero poderoso. El vocablo se utiliza también para indicar el espíritu humano. Cuando lleva el calificativo de “santo” se refiere al Espíritu de Dios; pero hay numerosos casos en la Escritura en que el solo vocablopneuma hace referencia al Espíritu Divino. El uso siempre lo determinará el contexto.

La raíz griega pneu, de la que se deriva el concepto de Espíritu del Nuevo Testamento, expresa un movimiento del aire cargado de energía. También lleva la idea de soplar, insuflar, exhalar, irradiar.

El vocablo pneuma es el termino fundamental del Nuevo Testamento para designar al Espíritu ; se deriva de la raíz citada pneu, agregándole el sufijo ma, que indica lo que resulta de esta acción : el aire en movimiento como una sustancia que adquiere poder al moverse. El significado primario de pneuma es, por tanto, “viento soplo”.

¿Quién es el Espíritu Santo?

Son muchas las cosas que se han escrito y también enseñado , para dar respuesta a está pregunta. Sin embargo no siempre se da la información adecuada o la enseñanza correcta sobre este tema.

Es por esta razón que pretendemos con la ayuda del Señor, desarrollar de una forma practica pero también profunda todo lo relacionado con este emocionante tema sobre el Espíritu Santo. Es necesario para ello que desde ya abramos nuestro corazón, sensibilizandolo para recibir la verdad de Dios, que se encuentra revelada en su Santa Palabra, porque es ella misma la que responde a ésta y cualquier interrogante. Lo primero que necesitamos saber para responder al cuestionamiento de ¿Quién es el Espíritu Santo? Es:

I – El Espíritu Santo es Dios.

La Palabrade Dios nos afirma enfáticamente la deidad del Espíritu Santo. El es Dios.

• • Hebreos 10:15-17: Se atribuye al Espíritu Santo lo que en Jeremías 31:31-34 Jehová el Señor declara al profeta. El titulo “Jehová” , que se reserva enla Escritura para Dios, se aplica al Espíritu Santo.

• • Hechos 28:25: Aquí encontramos que se está identificando al Espíritu Santo como aquel que en Isaías 6:1-13 es descrito con los títulos de Adonai y Jehovaá. (Adonai significa Señor Jehová , Jehová significa Dios del Pacto,Elohin significa Eterno Creador). Además de lo anteriormente expuesto es necesario mencionar que desde Génesis 1:2 hasta Malaquías 2:15, se pueden observar distintas expresiones que verifican su identidad , de modo que Dios es Espíritu (Juan 4:24) y el Espíritu es Dios (Isaías 59:21).

• • Hechos 5:3-5: Encontramos aquí que el apóstol Pedro llama al Espíritu Santo Dios. El engaño de Ananias no era solamente una afrenta a los propósitos de Dios , sino una resistencia al Espíritu. La mentira contra el Espíritu era, según el texto un pecado contra Dios (comparar con 2 Corintios 3:7).

• • Juan 15:26: Este texto nos dice que el Espíritu procede del Padre, pero también debemos tomar en cuenta lo que dice Juan 20:22 donde se lee: “Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”. En ambos textos vistos juntamente podemos demostrar que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, las mismas expresiones dichas del Espíritu con relación al Padre y al Hijo prueban lo que se está afirmando (comparar Mateo 10:20; Gálatas 4:6).

Realmente es amplio todo el respaldo Bíblico que tenemos para afirmar que el Espíritu Santo es Dios , pero no podríamos concluir aquí, dejando de lado algunos otros aspectos. Y esos aspectos son:

1.1. Los Atributos del Espíritu Santo son Divinos.

El Espíritu Santo tiene atributos que demuestran que El es Deidad, porque son atributos que solo los tiene Dios. Y estos son:

1- Es Omnisciente . Salmo 139:1-6. Nuestro Dios tiene un amplio conocimiento de nosotros y de nuestros actos , tanto interiores como exteriores, están abiertos , patentes en su presencia.

• Ver el versículo 1. Nuestro corazón es conocido completamente por Dios (versículo 23 comparar con Jeremías 17:10). El corazón de los reyes es inescrutable para sus súbditos (Proverbios 25:3) pero no para Dios

• Ver el versículo 2. Todas las actividades de la vida diaria son conocidas por Dios (ver Deuteronomio 6:7). El vocablo para “pensamiento”, aquí como en el versículo 17 es arameo, no hebreo , e indica inclinación o deseo.

• Ver el versículo 3. El cual también expresa las actividades de la vida diaria.

• Ver el versículo 4. De tal manera conoce Dios todos nuestros caminos que le son familiares nuestros pensamientos aun antes de expresarlos en palabras.

• Ver el versículo 5. El sentido de este versículo es que Dios le tiene cercado como cuando se pone sitio a una ciudad de forma que no hay escape posible . Este cerco se a estrechado hasta lo sumo , pues Dios tiene puesta su mano sobre él.

Ahora es importante que todo esto que venimos hablando lo comparemos con I Corintios 2:10,11, donde la Palabrade Dios nos enseña que el Espíritu (refiriéndose al Espíritu Santo) todo lo escudriña y no solamente esto sino que también nos dice: “¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. Otros textos (Isaías 40:13 ; Juan 14:26; Romanos 8:27; Lucas 2:25-32; Daniel 2:22; Hebreos 4:13; I Juan 2:20,27).

2- Es Omnipresente. Salmo 139:7-12. ¿Podemos acaso nosotros escapar al escrutinio de Dios alejándonos de su presencia? No, definitivamente no.

• Versículos 7-10. Dondequiera que fuéramos , allí esta Dios. (Comparar versículo 8 con Amos 9:2-4)

• Versículos 11-12. No hay velo que pueda ocultarnos de la vista de Dios. Para el Dios que es luz (I Juan 1:5) no hay oscuridad impenetrable a su mirada. Y, así como no hay tinieblas que nos encubran de El (versículo 12), tampoco hay mascara de hipocresía, por muy elaborado que sea el disimulo , que sea impermeable al escrutinio de Dios. Otros textos (Job 28:24; Jeremías 23:23,24; Amos 9:2,3; I Corintios 3:16; Juan 14:17)

3- Es Omnipotente. Salmo 139:13-16. Dios nos conoce , porque él nos ha formado. Por este motivo debemos contemplarnos a sí mismos y mirar la maravilla que ha salido de las manos de Dios, con lo que podemos declarar la omnipotencia de Dios.

• Versículo 13. El fabricante de la maquina, conoce bien como funciona. En la versión antigua (1909) Reina Valera (1602) nos dice: “Tu creaste mis riñones”. Los “riñones” representan enla Biblia la sede intima de lo afectivo – emotivo, así como los impulsos instintivos lo que le pasa desapercibido a la propia persona.

• Versículo 14-16. El Salmista exalta a Dios por lo formidable de su gran poder, el cual ha tenido que ver con la formación de su cuerpo en su madre.

• Romanos 15:19. Leemos de los prodigios y señales efectuados por el Espíritu Santo (comparar con Zacarías 6:1-8) que nos muestra su omnipotencia, porque “escrudiña lo profundo de Dios”. (I Corintios 2:10), son atributos intransferibles de su personalidad. Otros textos (Lucas 1:35; Miqueas 3:8; 2 Crónicas 20:6; Salmo 89:6-8; Jeremías 32:17; Isaías 11:2; 30:28)

4- Es Eterno. Hebreos 9:14. Podemos encontrar que el Espíritu Santo estuvo en la creación de todas las cosas (Génesis 1:2) al igual que el Padre y el Hijo no tiene principio ni fin. El Espíritu Santo es Eterno. Es conveniente que comparemos Hebreos 9:14 con Romanos 16:26 donde se nos refiere la eternidad de Dios.

5- Es Santo. Gálatas 5:22-25; Efesios 4:30; 5:9,10. Esto lo que nos trata de recalcar esla Santidaddel Espíritu y nos manifiesta que en El hay pureza. Esta misma santidad del Espíritu es lo que descubre y condena todo pecado que se encuentra en la vida del hombre (Juan 16:8). Otros textos (Levíticos 19:2; 20:26; I Samuel 2:2; Salmo 99:9; Isaías 63:11; Juan 14:26; Romanos 15:16; Tito 3:5; I Juan 2:20; Apocalipsis 15:3,4)

1.2. Las Obras del Espíritu Santo son Divinas.

1- El Espíritu Santo fue activo enla Creación.Génesis1:2. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejercito de ellos por el aliento (espíritu) de su boca”. Este versículo es similar al de Génesis 1:2, poniendo el toque final sobre la creación. En Génesis 1:2 el Espíritu de Dios comienza su obra (era el primer motor: “Se movía sobre la superficie de las aguas”); y cuando él se pone a obrar, ¿quien o qué se lo impedirá? Se nos dice que Dios hizo el mundo por su Espíritu (Job 26:13; Salmo 33:6) y la nueva creación también es efectuada por este poderoso agente. El también estuvo activo con relación a la creación de las estrellas del cielo (Salmo 33:6). El participo en la creación de la tierra (Génesis 1:2). La palabra “movía” (en otras referencias hallada solamente en Deuteronomio 32:11, “revolotea” o “aletea” y Jeremías 23:9, “tiemblan”) significa que el Espíritu rondaba por encima de la tierra aún no formada ni habitaba y la cuidaba. El Espíritu obro en la creación de los animales (Salmo 104:30) y del hombre (Job 27:3; 33:4). Así que el alcance de su actividad incluyo todas las facetas básicas de la creación.

2- Imparte Nueva Vida a través de la Regeneración. Juan 3:5. Es importante señalar que este término de regeneración es utilizado de varias maneras en el Nuevo Testamento. Por ejemplo en Tito 3:5, implica la comunicación de vida nueva por medio de la Palabra(I Pedro 1:23) y el Espíritu Santo (Juan 3:5-6). El Señor Jesús dice la Escrituravino para darnos vida en abundancia (Juan 10:10), él fue encargado de impartirnos esta nueva vida. Aquí en Tito 3:5 aparece la frase “el lavamiento de la regeneración”. Regeneración en el original palingenesia (palin, de nuevo, y genesis , nacimiento), que significa nuevo nacimiento, o una nueva vida. Segúnla Biblia , el hombre perdió lo que el creador le había otorgado, y necesita una segunda impartición de vida mediante la palingenesia , el nuevo nacimiento. La regeneración consiste en impartir vida eterna a un pecador que está espiritualmente muerto. Otros textos (Génesis 6:5; I Corintios 2:14; Romanos 8:7; 12:3; Romanos 8:7-8 comparar con 2 Corintios 4:16; Juan 5:24; Colosenses 3:10; Juan 5:24; Juan 1:12,13; I Pedro 1:3,23)

3- Sus Actos Soberanos . Isaías 40:13-14

4- Sus Juicios terminales. Números 24:2-55

5- Su Poder Generador. Salmo 33:6

6- La Fuentede Inspiración. Exodo 31:3

El Espíritu Santo es más que una fuerza o una vigencia. EL Espíritu Santo es la tercera persona dela Trinidad, es Dios por los atributos Gloriosos que hemos estado estudiando. Debemos acercarnos más a El, para que con su Poder Glorioso nos dirija en esta peregrinación y que cada día podamos disfrutar de ese impartimiento de vida que solo proviene de Dios. Nuestra cercanía al espíritu Santo, nos purificará al santificarnos para el encuentro con nuestro Rey y Salvador en aquel momento cuando el que levantó de los muertos a Cristo, vivifique también nuestros cuerpos mortales.

II- El Espíritu Santo es una Persona.

Muy a menudo se niega que el Espíritu Santo sea una persona, expresando el concepto de que El es una fuerza activa, una personificación, digamos , del poder- muy semejante a la afirmación de que Satanás es una personificación del mal. Pero esto es un total error. La negación de su personalidad ha corrido a través de la historia de la iglesia, primero por: Los Monarquianos (nombre antiguo del modalismo y del sabelinismo, En Roma defendio la existencia de un solo Dios, que se manifiesta en las personas de la Trinidad con nombres distintos), Los Arrianos ( Doctrina heretica de Arrio, difundida desde el año 318 y condenada en el concilio de Nicea “325”. Pretendia que el Hijo o Verbo no era igual o consustancialal Padre. Arrio su fundador era un sacerdote libio), Los Socianianos (Herejia de fausto Socino que negaba la Trinidad y la divinidad de Jesucristo), hoy por Los Unitarios ( Esta doctrina niega la Trinidad, ya que rechaza la divinidad del Espiritu Santo o la de Jesucristo, fundadaen el siglo XVII),Los Liberales y Teólogos Neortodoxos.

Pero en este estudio queremos establecer con toda claridad que el Espíritu Santo además de ser Dios es una persona. No se podría ser un buen estudiante dela Palabradel Señor, sin que haya una total aceptación y sostenimiento de la doctrina de la trinidad, ya que la misma Biblia nos presenta las pruebas necesarias tales como: Mateo 3:16,17; 28:19; Juan 14:16; 2 Corintios 13:14; Hechos 2:32,33; 10:38; donde se encuentra a los tres miembros dela Trinidad.

2.1. Actividades Personales del Espíritu Santo.

1- El tiene Inteligencia o Posee una Mente. I Corintios 2:10-11; Romanos 8:27. El Espíritu Santo investiga y aplica a los hombres las cosas ocultas de Dios. Por eso es tan importante para nosotros su trabajo, (I Corintios 12:11) porque nos capacita en la comprensión de Cristo (Juan 16:13-15). El espíritu Santo es sabio y da sabiduría (Hechos 6:3,10)

2- El tiene una Voluntad. I Corintios 12:11. Esta voluntad es utilizada en la distribución de dones en el cuerpo de Cristo (I Corintios 12:11) y también en la dirección de las actividades de los cristianos (Hechos 16:6-11; 15:28). Lo que se quiere decir con tiene una voluntad, es que el Espíritu Santo tiene movimientos propios (Juan 7:38-39; Juan 3:8; Mateo 7:25; Lucas 12:55; Juan 6:18).

3- El Demuestra Sentimientos. Efesios 4:30. Puede ser contristado con las acciones de los creyentes. Una influencia no puede ser contristada. La palabra contristar viene del griego lupeo , que denota en la voz activa, causa dolor , o tristeza, contristar. Es de máxima importancia que entendamos que el Espíritu Santo es sensible y muy celoso de nosotros. Por lo cual es de gran valor señalar siete errores a los que el Espíritu Santo es sensible:

• 1- Cuando se actúa con deshonestidad mentimos al Espíritu (Hechos 5:15).

• 2- Cuando no atendemos a la enseñanza Bíblica, estamos resistiendo al Espíritu. (Hechos 7:1)

• 3- Al tener en poco el valor de la sangre de Cristo, afrentamos al Espíritu. (Hechos 5:9 ; Hebreos 10:29)

• 4- Cuando voluntariamente nos salimos de la voluntad de Dios, tentamos al Espíritu. (Hechos 5:9; Nehemías 9:30)

• 5- Al permitir que la carne tome ventaja, manteniendo actividades dirigidas por ésta, contristamos al Espíritu (Efesios 4:30-31).

• 6- Cuando rechazamos la voluntad de Dios, apagamos al Espíritu. (I Tesalonicenses 5:19-20; Génesis 6:3)

• 7- Cuando le atribuimos a Satanás y a los demonios una obra del Espíritu, estamos blasfemando (Mateo 12:30)

4- Es una Fuente de Inspiración. 2 Pedro 1:21. La Escrituratiene origen en Dios, es producto de su aliento creador:la Palabraes la respiración, el soplo de Dios, a los corazones y a las mentes de los escritores de las Escrituras. Los instrumentos humanos que Dios utilizo para su revelación escrita “fueron llevados” por el Espíritu. Escribieron siguiendo la mente de Dios en palabras dadas y ministradas por El. Esto subraya la calidad santa y los atributos gloriosos dela Tercera Personadela Trinidad; ésta es la persona que Dios ha dado a la iglesia y al creyente. La Palabra Proféticano es la palabra de hombre, sino Palabra de Dios, porque los profetas no hablan de su propia iniciativa, sino movidos por el Espíritu. Así que esos hombres no eran propiamente “Inspirados” “soplados”; pues hubieran escrito al dictado, sino “llevados”, como es conducida una persona a puerto seguro, sin perder nada de su espontaneidad personal. Otros textos: Exodo 4:12; Deuteronomio 18:18; Isaías 44:7; 45:21: Oseas 12:11; Lucas 1:70; 2 Timoteo 3:16; Hebreos 1:1; 2 Samuel 23:2; Marcos 12:36; 13:11; I Pedro 1:11; 2 Pedro 1:21; Hechos 11:28)

5- El Espíritu Enseña. Juan 14:26. La enseñanza divina es obra del Espíritu Santo la cual capacita al hombre para que entienda y también se apropie de una forma personal dela Palabrade Dios, la cual es revelada en las Escrituras. Ahora los creyentes pueden hablar de las cosas reveladas por Dios, “no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu” (I Corintios 2:13). Pablo declara, pues que la obra del Espíritu con los apóstoles implicó la revelación de verdades. Deja en claro que la inspiración del Espíritu Santo se extendió a las palabras mismas, porque se trata de la declaración de palabras que el Espíritu Santo enseño, en “palabras enseñadas por el Espíritu Santo”. La enseñanza cristiana se distingue de la secular, en un elemento fundamental que es la dependencia. La necesidad que tienen tanto los maestros, predicadores como los oyentes cristianos, es que cada uno de ellos depende completamente del Espíritu Santo. Depender significa vivir de los recursos de otro , depender significa que uno reconoce que necesita ayuda. Otros textos (I Reyes 3:28; 4:29; Isaías 48:17; 54:13; Juan 6:45; Filipenses 3:15; Lucas 2:26; 12:12; I Juan 2:20,27; I Corintios 2:13; 12:8)

6- Ejerce una Profunda Intercesión. Romanos 8:26-27. El Espíritu Santo nos ayuda, auxiliando nuestra débil fe para que fortalecidos con su poder, reconozcamos su ayuda en nuestras suplicas, aprobando su presencia y dejándole actuar (comparar 2 Corintios 12:7-10). El Espíritu Santo ora a través de nosotros; y aquí vale mencionar algunos aspectos muy importantes:

• La Oración es el recurso de los débiles. La palabra clave aquí es “debilidad” que en griego es astheneia, carencia de fuerzas. El estado de debilidad del creyente (Romanos 8:26). ¿Qué podemos hacer con nuestra debilidad? Un reconocimiento.

• Una Carga. La palabra clave aquí es “ayuda” que en griego es sunantilambano. La palabra ayuda significa que otra persona, del otro lado, lleva con nosotros una carga. Da la idea de un ayudante que soporta el peso junto con nosotros. La oración no es una tarea solitaria.

• El Espíritu Santo ha entrado en la vida del creyente para enseñarle a orar. Otro papel como “parakletos”. Este papel lo cumple gimiendo. La palabra clave aquí es gime que en griego es stenagnos. Los gemidos indecibles. Las características de esta oración (Salmo 27:4: a) Es Selectiva “una cosa”; b) Es Tenaz “esta buscare”; c) Quierela comunión con Dios “que esté yo en la casa del Señor”; d) Anhelala Oración “para contemplar”; e) Quiere aprender, no quiere hablar, quiere escuchar “para inquirir”

• La enseñanza sobre la intercesión del Espíritu Santo. La palabra clave aquí es “interceder” que en griego eshuper enturchano. Esta intercesión del Espíritu Santo no tiene lugar en el santuario celestial, como es el caso de la intercesión de Cristo Glorificado. Esta intercesión tiene un escenario el propio corazón del creyente. El Espíritu nos ayuda , pero no nos remplaza. La intercesión del Espíritu Santo se verifica dentro de nosotros y junto con nosotros.

Dos Fases de la Intercesión :

• (Fase 1) La intercesión se ha iniciado en el alma del que ora , por una obra del Espíritu .

• (Fase 2) La intercesión se completa cuando asciende al trono de Dios.

Esta intercesión es una agonía. La palabra aquí es agonía. Tan estrecha es la tarea del Espíritu en nuestra oración que esta se convierte en una total agonía. Mucho se puede comentar sobre este ministerio del Espíritu Santo, pero el gemido interior es privado e intimo en cada cristiano que aprendió a orar en el Espíritu (Efesios 6:18 ; Judas 20). La nota clave es orar conforme a la voluntad de Dios es decir el “tu voluntad sea hecha” que aprendieron los discípulos, o como posteriormente lo dijera el Señor: “No lo que yo quiero, sino lo que tu” (Mateo 14:36)

7- El Espíritu da Testimonio. Juan 15:26. El testimonio del Espíritu aquí en Juan 15:26 es muy amplio y es importante señalarlo:

• Su primera tarea es continuar la obra de Cristo, de revelar al Padre. El Espíritu Santo a venido para continuar con la tarea revelatoria de mostrarnos al ser majestuoso y glorioso de Dios, quitando todo velo de en medio y presentándolo tal y como él es. Destaquemos que la función de la tercera persona de la trinidad es convencer a todo hombre de la realidad de Dios y de la revelación que ha hecho en su Hijo (Juan 16:8)

• Luego Hay que señalar la vinculación con el Testimonio Apostólico. El Nuevo Testamento relaciona estrechamente el testimonio de los apóstoles con el testimonio del Espíritu Santo, y esto es de importancia fundamental (Hechos 5:32; Lucas 15:18; Mateo 10:19)

• Además, el Espíritu Santo da testimonio hoy en la predicación del Evangelio. En la predicación es el Espíritu el que provee el poder para que el mensaje sea efectivo en los oyentes. Todo en una predicación debe señalar hacia Cristo, dirigiendo la atención de todo hacia él. Una sola verdad de Dios es suficiente para iluminar nuestras tinieblas.

El Espíritu Santo en este versículo 26 es presentado como uno que dará testimonio a favor de Jesús. Ahora , es necesario señalar que en el versículo 27 nos presenta a un segundo testigo que son los mismos discípulos. En este pasaje de Juan 15:26-27 hay tres aspectos del testimonio cristiano: a) El testimonio cristiano viene de una larga comunión y intimidad con cristo; b) Viene de una intima convicción (versículo 26); c) resulta en un testimonio exterior (versículo 27).

8- Iluminala Verdad. Juan16:13. El Espíritu Santo además de inspirar a los escritores de las Sagradas Escrituras, él nos ilumina a nosotros los lectores para que podamos comprender todo lo escrito, guiándonos a toda verdad y revelándonos al Señor Jesucristo. Por la posición que ocupa en el corazón del creyente, le imparte directrices que le permiten cumplir la voluntad de Dios (I Corintios 2:9-10) . Como en el tabernáculo el iluminaba todo el Lugar Santo, así la plena luz del Espíritu Santo cae sobre el ministerio de un siervo de Dios cuando este ministerio exalta a Cristo y no al hombre.

9- El Espíritu Guía y Disciplina. Romanos 8:14. Al Espíritu Santo se le llama el Espíritu “de verdad” porque aplica la verdad divina, pero solamente el Espíritu puede aplicarla , impartirla. La función de “guiar” consiste en “ir adelante”. El vocablo “guiar” es el griego hodegeo , que significa “ir delante en el camino” . Para encontrar la guianza del Espíritu debemos depender a cada momento de Dios. Esto lo que significa es que todos nuestros deseos, inteligencia, los sometemos a lo que el Espíritu diga y que por su poder propone. Ahora es importante señalar que nuestra propia irrupción carnal estorba muchísimas veces en esta guianza, dejando un gran vacío en nuestra experiencia de la fe. Otros textos (Deuteronomio 3212; Salmo 23:2: 143:10; 73:24; Isaías 48:17; 63:14; Romanos 8:14; Gálatas 5:18; Hechos 8:29; 10:19-20; 13:2,4; 16:6-7; 20:22-23)

10- Tomo el lugar y ministerio de Cristo después de que éste regresara al Padre. En esta capacidad es consolador y revelador de Cristo. Juan 14:16; 15:26. El Espíritu Santo ha sido enviado como “otro paracleto” para continuar la obra de enseñanza de Cristo, o sea ha venido a ocupar el lugar que Cristo ocupaba como maestro de la iglesia. La palabra griega de la cual se tradujo consolador es “parakletos” que significa “uno llamado al lado del otro” para el propósito de ayudarle en cualquier forma y especialmente se refería a procedimientos legales. Esta palabra también corresponde al nombre hebreo Mena Herí que los judíos dieron al mismo Mesias. Al decir otro consolador, la palabra griega no es heteros que significa algo que es distinto o de otra naturaleza sino la palabra allos que significa otro del mismo genero o naturaleza. Entonces , si tenemos al Espíritu Santo no tenemos menos que al mismo Cristo que fue el consolador a los doce.

Conclusión : La relación del creyente con el Espíritu Santo es de fundamental importancia. Por el hecho de pensar desde el punto de vista humano nos puede resultar difícil admitir que sea una persona real, alguien a quien no podemos ver con nuestros ojos materiales.

Pero jamas debemos caer en la trampa de considerar al Espíritu Santo como una influencia impersonal, vaga y abstracta . La Bibliaindica claramente que el Espíritu Santo tiene los mismos sentimientos que se le atribuyen a las personas. Puede entristecerse y ofenderse. Se acerca a los que lo invitan, pero (tal como cualquier otra persona) no obliga a nadie a recibirlo contra su voluntad.

Podemos atraerlo a nuestra vida por medio de la oración, la meditación y el estudio dela Palabrade Dios. Mientras más practiquemos estas cosas más agradable y provechosa será nuestra comunión con El.

_________________________________________________________________________

INTRODUCCIÓN A LA PNEUMATOLOGÍA

A. Definición

Pneumatología viene de la palabra griega que significa espíritu y es el estudio doctrinal acerca de la Persona y la obra del Espíritu santo.

B. El alcance de este estudio

Este estudio tratará con la Persona del Espíritu Santo, Su obra en las diferentes eras, y cómo se relaciona a Cristo, a la Palabra de Dios, a los incrédulos y a los creyentes.

C. La importancia de este estudio

No entender a la Persona y la obra del Espíritu Santo nos llevará al error doctrinal y a un énfasis inadecuado en la experiencia, como es evidenciado en el movimiento carismático.

No entender a la Persona y la obra del Espíritu Santo dará como resultado que se les robe a los creyentes las bendiciones de Cristo.

No entender a la Persona y la obra del Espíritu Santo obstaculizará a los creyentes en su servicio a Dios, de ser creyentes fructuosos y de disfrutar las bendiciones de una vida victoriosa en Cristo.

I. LA NATURALEZA O LA ESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO

A. El Espíritu Santo es una Persona distinta, conocible y sensible

1. Posee los atributos de personalidad: Porque Tiene intelecto (Juan 14:26; Romanos 8:27; 1 Corintios 2:10-12). Expresa emociones (Romanos 15:30; Efesios 4:30). Demuestra Su voluntad (Hechos 13:2,4; 1 Corintios 12:11).

2. Él hace la obra que sólo una persona puede hacer y responde a las necesidades y las acciones de las otras personas.

Habla y ordena (1 Timoteo 4:1,2; Hechos 8:29).

Convence y testifica (Juan 16:7-11; Romanos 8:16; Juan 15:26).

Enseña y guía (Juan 14:26; 16:13; 1 Juan 2:20,27; Romanos 8:14).

Separa a los individuos para el servicio (Hechos 13:2) y le obstruye a la persona en ciertas circunstancias (Hechos 16:7).

Imparte poder a los creyentes (Gálatas 5:16; Hechos 1:8; Efesios 1:19).

3. Se le atribuyen ciertas cualidades que sólo son evidentes cuando está tratando con una persona.

Habla y demanda obediencia (Hechos 10:19).

Puede ser mentido y contristado cuando los creyentes pecan (Hechos 5:3; Isaías 63:10; Efesios 4:30).

Puede ser insultado (Hebreos 10:29) y blasfemado (Mateo 12:31).

Es referido gramaticalmente en el sentido masculino. La palabra espíritu en el griego es neutra, pero cuando nos referimos a Él, nosotros utilizamos el pronombre masculino (Juan 15:26; Efesios 1:14).

B. El Espíritu Santo es Dios existiendo en la tercera Persona de una trinidad divina

1. La prueba de Su deidad es apoyada por los nombres por los cuales es llamado.

Pedro se refiere a Él como Dios (Hechos 5:3,4). Su relación con el Padre es vista en ciertos nombres. Él es llamado el Espíritu de Dios (Génesis 1:2; Romanos 8:9,11,14), el Espíritu de Jehová (Jueces 3:10) y el Espíritu de Jehová el Señor (Isaías 61:1).

Su relación con el Hijo también es vista en ciertos nombres. Él es llamado el Espíritu de Jesucristo (Filipenses 1:19), el Espíritu de su Hijo (Gálatas 4:6), el Espíritu del Señor (Lucas 4:18; Hechos 5:9) y el Espíritu de Cristo (Romanos 8:9; 1 Pedro 1:11).

2. La prueba de Su deidad es apoyada por los atributos que posee.

El posee el atributo no moral de la omnipresencia (Salmos 139:7; 1 Corintios 6:19), omnipotencia (Job 33:4; Salmos 104:30) y omnisciencia (1 Corintios 2:10-11; Juan 16:13).

Él es santo (Romanos 1:4), justo (Romanos 8:4), lleno de gracia (Hebreos 10:29) y amoroso (Romanos 15:30; 5:5).

Él es el dador de la vida (Romanos 8:2; Juan 3:5,6), es soberano (1 Corintios 12:11; Hechos 10:19,20) y eterno (Hebreos 9:14).

Ha recibido ciertos títulos que revelan Sus atributos de deidad. Es el Espíritu eterno (Hebreos 9:14), el Espíritu de vida (Romanos 8:2), el Espíritu de santidad (Lucas 11:13), el Espíritu de sabiduría (Efesios 1:17), el Espíritu de verdad (Juan 14:17), el Espíritu de gracia (Hebreos 10:29) y el Espíritu noble (Salmos 51:12).

3. La prueba de Su deidad es apoyada por las obras que hace

Tuvo una parte en la creación (Génesis 1:2; Salmos 33:6; Job 26:13).

Es un Inspirador de las Escrituras (2 Pedro 1:21; 2 Timoteo 3:16).

Fue el Agente de la concepción en el nacimiento de Cristo (Lucas 1:35).

Es el Agente en el nuevo nacimiento de los creyentes (Juan 3:3-8).

Espíritu de adopción (Romanos 8:15), el Espíritu de vida (Romanos 8:2), el Espíritu de verdad (Juan 14:17) y el Consolador (Juan 14:16,26).

C. El Espíritu Santo ocupa una distinta posición en relación a los otros miembros de la Trinidad.

Procede del Padre mediante el Hijo (Juan 15:26). Esto lo pone administrativamente subordinado a Cristo que está administrativamente subordinado al Padre. Note que la subordinación de personas no significa inferioridad de personas.

Entonces, Él es el medio y Agente mediante el cual Cristo lleva a cabo la voluntad del Padre en el mundo de hoy (Juan 14:26; 16:7; Hechos 2:33). Acerca de esto, Él sirve al Padre y al Hijo en Su obra de convencimiento, iluminación, regeneración y otros ministerios.

D. Puesto que el Espíritu Santo es una persona de la deidad, nosotros deberíamos considerarlo como tal y no como una influencia impersonal o deberíamos relegarlo a una posición inferior.

No deberíamos referirnos al Espíritu Santo de esa forma. Este error es muy común entre los grupos carismáticos.

Note que puesto que Él está subordinado al Padre como al Hijo, no tiene que ser exaltado encima de ellos.

II. LAS MANIFESTACIONES Y REPRESENTACIONES DEL ESPÍRITU SANTO

A. Los emblemas usados en referencia al Espíritu Santo

Un emblema es la representación de los atributos de algo, o en este caso de alguien, mediante el uso de algunos otros objetos. Por ejemplo, el cetro que el rey Asuero le extendió a Ester fue un emblema de su autoridad no parte del mismo rey (Ester 5:2). Algunas cosas que son representadas por varios emblemas del Espíritu Santo:

Él es mencionado con respecto a la ropa (investido) en Lucas 24:49. Ser vestido por el Espíritu Santo es emblemático de Su protección y autoridad más que referirse al Espíritu mismo. Esto es lo que los discípulos recibieron en Juan 20:22. Fue una provisión hasta Pentecostés.

Él es mencionado en relación con el fuego (Mateo 3:11,12; Hechos 2:3). Esta referencia es un emblema de la presencia de Dios en la Persona del Espíritu Santo (Éxodo 3:2) y también de Su juicio (Levítico 10:2) pero el fuego no era el mismo Espíritu. Compara 1 Reyes 19:11,12.

Él es mencionado con relación al viento (Juan 3:8; Hechos 2:2,4). Esta referencia es un emblema de la invisibilidad de las obras del Espíritu Santo.

B. Los símbolos usados en referencia al Espíritu Santo

El símbolo es algo que significa algo más cuando se usa la razón de relación. Literalmente, la palabra griega significa: “lanzamiento a la vez” o una muestra de identidad que puede ser verificada comparando con la otra mitad. Algunas cosas que son mencionadas como símbolos del Espíritu Santo:

El Espíritu Santo es mencionado como las arras (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:14). Esta referencia es simbólico de un pago inicial que garantiza el cumplimiento futuro.

Es mencionado como un sello (2 Corintios 1:22; Efesios 1:13; 4:30). Esta referencia es simbólica de la pertenencia y seguridad en Cristo. Una ilustración referida a esto puede verse al momento en que las latas con diferentes productos dentro son selladas, es decir en el momento de ser selladas se siente un ruido que indica que ya ha sido sellada y puede ser abierta en un momento posterior.

C. Los tipos usados en referencia al Espíritu Santo

Un tipo es una “prefiguración de una realidad correspondiente que es propuesta divinamente” (Ryrie). Usualmente está fuera de lo ordinario y debe ser algo que describa ciertos hechos proféticos acerca de un antitipo que es cumplido en él. Por ejemplo, José siendo vendido es un tipo de Cristo (Génesis 37). Algunos tipos del Espíritu Santo:

El aceite es mencionado como un tipo de Él (1 Juan 2:27). El ungimiento era una práctica para descubrir la selección y aprobar a los profetas, sacerdotes y reyes para el servicio. Este tipo es cumplido en el ungimiento del Espíritu Santo que los creyentes reciben. Comparar también Éxodo 40:9 con Lucas 4:18).

Él es mencionado en referencia al agua (Juan 7:37,38). Así como el agua es esencial para la vida, es un tipo del Espíritu Santo que da y sustenta la vida (Juan 6:63).

D. Las teofanías manifiestan la Persona del Espíritu Santo

1. Algunos eruditos sostienen que las tres referencias del Espíritu Santo, paloma, fuego y viento, son teofanías o apariciones reales de Él.

2. Las referencias de fuego y viento, parecen sin embargo ser emblemas del Espíritu Santo los cuales manifiestan Sus atributos más que Su persona.

3. Por otro lado, la referencia al Espíritu Santo como una paloma parece ser una teofanía. Él es referido como que desciende en forma corporal como una paloma (Lucas 3:22; Mateo 3:16; Marcos 1:10; Juan 1:32). Esta manifestación de Su persona demuestra Su sencillez y eficacia (Mateo 10:16; Lucas 2:24; cp. Levítico 12:8).

III. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

A. La obra del Espíritu Santo en el pasado eterno

1. Puesto que el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Deidad, es evidente que estuvo involucrado en la formulación de todos los decretos divinos (Génesis 1:26; Hechos 2:23; Hechos 4:28; Efesios 1:11).

2. En las Escrituras se muestra evidentemente que Él estuvo involucrado personalmente en la administración de los decretos divinos (Salmos 33:6).

B. La obra del Espíritu Santo en la creación

1. Él participó en la creación de la tierra (Génesis 1:2).

2. Tuvo parte en la creación de los animales (Salmos 104:30) y también en la creación del hombre (Job 22:3; 33:4).

C. La obra del Espíritu Santo en la revelación y la inspiración

1. Él es el agente divino que obró detrás de los agentes humanos haciéndolos capaces de recibir la revelación especial de Dios (2 Samuel 23:2; Ezequiel 2:2; Mateo 22:43; Hechos 1:16; 4:25; 2 Pedro 1:21).

2. Él dirigió sobrenaturalmente a los escritores de la Biblia para que registrasen con una precisión perfecta las mismas palabras de Dios así como toda la revelación especial de Dios (2 Timoteo 3:16).

3. Nótese que en este proceso algunos escritores del Antiguo Testamento no entendieron todo lo que ellos recibieron y registraron (1 Pedro 1:10,11), pero sabían que estaban hablando de Dios y para Dios (2 Samuel 23:2,3; Isaías 59:21; Salmos 107:11; 119:11; Proverbios 30:5).

D. La obra del Espíritu Santo con los hombres en el período del Antiguo Testamento

Él fue un Restringente del pecado y Sus esfuerzos estaban abocados a refrenar a los hombres de sus caminos de maldad. Cuando esta obra llegó a su fin, le siguió el juicio del diluvio (Génesis 6:3). Después esta obra continuó y cuando otros no eran refrenados por el Espíritu Santo, entonces el juicio venía sobre ellos también (Romanos 1:24,28). Esta obra está continuando en nuestros días (2 Tesalonicenses 2:6,7).

Él “vino sobre” los hombres en el Antiguo Testamento con el propósito de hacerlos capaces de cumplir diversos tipos de servicio. Él moró en algunos pero esa no fue la excepción (Números 27:18; Daniel 5:11; Ezequiel 2:2; 1 Pedro 1:11). Normalmente, Él venía sobre los hombres y los llenaba o controlaba para hacer cosas específicas. Algunas veces daba sabiduría especial (Éxodo 31:1-6) o habilidad (Números 11:16,17; Deuteronomio 34:9; 1 Samuel 16:13). En otras ocasiones daba fortaleza física (Jueces 14:19).

Su obra permitió que los santos del Antiguo Testamento hicieran cosas sobrenaturales y que anduviesen con Dios, sin embargo esta obra difiere de Su obra durante la era de la iglesia.

Su ministerio al morar en algunos santos del Antiguo Testamento no fue regenerativo. Dejó a Sansón (Jueces 13:25; 16:20), Saúl (1 Samuel 10:10; 16:14) y David (Salmos 51:11), pero esto no significa la pérdida de salvación.

Su ministerio entre los santos del Antiguo Testamento fue limitado cuando es comparado con Su ministerio y obra en los santos del Nuevo Testamento. No había el bautismo, la santificación, el sellado, etc.

E. La obra del Espíritu Santo en relación a Cristo

1. Su obra en el nacimiento virginal (Mateo 1:20; Lucas 1:35).

Fue mediante su agencia creativa que María concibió y proveyó de su sustancia un cuerpo humano que el Hijo de Dios tomaría en ese tiempo.

2. Su obra en la vida y ministerio de Cristo (Lucas 4:16-21).

No hay referencias bíblicas las cuales muestren el ministerio y la relación del Espíritu Santo con Cristo durante Su vida privada mientras crecía en Nazaret. Pero si sabemos que Cristo agradó al Padre durante esos años (Mateo 3.17).

Cuando Cristo fue bautizado y comenzó Su ministerio público, también fue ungido por el Espíritu Santo (Lucas 3:21,22; Juan 1:32; 3:34). Este ungimiento le permitió a Jesús, como hombre, llevar a cabo la obra que el Padre le había encomendado (Hechos 10:38). Aun cuando no todos, algunos de los milagros del Señor fueron hechos por el poder del Espíritu Santo (Mateo 12:28,31; Lucas 4:18). Otros fueron hechos por el poder inherente de Cristo (Marcos 5:30; Lucas 5:17; 6:19).

3. Su obra rodeó la muerte de Cristo (Hebreos 9:14).

Fue el Espíritu que capacitó a Jesucristo, como hombre, soportar los padecimientos de la cruz y ofrecerse a sí mismo por nuestros pecados.

4. Su obra en la resurrección de Cristo (Romanos 8:11).

El Espíritu Santo obró con el Padre y el Hijo en la resurrección de Cristo (Gálatas 1:1; Juan 10:18; 1 Pedro 3:18).

5. Su obra en la ascensión de Cristo (Hechos 1:9-11; Efesios 1:17-22).

No hay referencias bíblicas las cuales muestren la obra del Espíritu Santo aquí, pero como la tercera Persona de la Trinidad podemos asumir correctamente que también actuó Su poder para que Cristo ascienda.

6. Su obra en consideración a la obra de Cristo en la iglesia (Hechos 1:8).

Es mediante el poder del Espíritu Santo que Cristo está edificando Su iglesia, llamando a algunos para algún servicio específico, y dirigiendo en todos los ministerios de la iglesia (1 Corintios 12:3,13; Hechos 13:2-4; 1 Corintios 2:4; Efesios 4:3).

7. Su obra en consideración al Reino del Milenio (Isaías 11:2-5).

Durante el milenio, Cristo continuará Su obra como el Mesías mediante el poder del Espíritu Santo que descansa sobre Él.

F. La obra del Espíritu Santo durante la era de la iglesia.

1. El ministerio del Espíritu Santo en consideración a la maldad en esta dispensación.

Sin duda el Espíritu Santo es el Restringente mencionado en 2 Tesalonicenses 2:7 que está conteniendo el pecado y la desobediencia en este mundo que culminará con la aparición del anticristo. En ese tiempo “el misterio de la iniquidad o desobediencia” que se afirma por sí mismo contrario a Dios llegará a su máxima expresión.

El Espíritu Santo también está refrenando la maldad en nuestros días en un sinnúmero de formas. Él realiza esto mediante el testimonio y ejemplo de los creyentes (Mateo 5:13,14). Él hace esto a través de las operaciones de los gobiernos humanos (Romanos 13:1-4). Lo hace a través de las muchas influencias del cristianismo dentro de una sociedad. La conciencia del hombre también puede ser usada por el Espíritu Santo para que la persona considere su pecado (Romanos 2:15).

2. El ministerio del Espíritu Santo en consideración a los incrédulos.

El Espíritu Santo obra en relación con el mensaje del Evangelio para convencer a los incrédulos de una triple forma (Romanos 10:17; 1 Corintios 1:18,21).

Él convence de “pecado,” no de los pecados (Juan 16:8). Destaca en el incrédulo que es culpable del pecado de la incredulidad o de no confiar en Cristo (Juan 16:9). Incluso señala el problema del hombre y éste es el por qué ya está condenado (Juan 3:18).

Convence o le señala al incrédulo quién es el único justo que ha cumplido los requerimiento de Dios (Juan 16:10). Aquí es donde la carencia del hombre es revelada así como también es mostrada la inutilidad de la justicia de uno mismo (Efesios 2:8,9; Tito 3:5; Isaías 64:6).

Finalmente convence o le muestra a la persona que el pecado será juzgado. Satanás fue juzgado en la cruz y esto confirma que está condenado eternamente, y esta sentencia es segura (1 Juan 2:17; Apocalipsis 20:10). Aquí es revelada la responsabilidad del hombre como un ser moralmente responsable, y todos los que se encuentren en el lado de Satanás serán condenados junto con Él (Mateo 25:41,46).

El Espíritu Santo alumbra al incrédulo, no sólo para ver su necesidad, sino para entender la condición y la promesa del perdón asociada con el Evangelio (Mateo 11:28; Juan 3:36; 5:24; 6:44).

3. El ministerio del Espíritu Santo en consideración al creyente

La obra que realiza en el creyente en el momento de la salvación.

El Espíritu Santo santifica al creyente (2 Corintios 3:18). Esto involucra dos aspectos: En posición, siendo separados cuando fuimos salvos (1 Corintios (1 Corintios 1:2; 6:11), también involucra en práctica, siendo separados día a día mientras cedemos al control del Espíritu Santo (Juan 15:3; 17:17: Gálatas 5:16).

El Espíritu Santo reprende al creyente cuando hace algo malo (1 Juan 3:20). Esto es hecho mediante nuestra conciencia. Nosotros estamos moralmente concientes de las cosas.

El Espíritu Santo da testimonio al espíritu del creyente (Romanos 8:16). Esto involucra Su obra de certificar las cosas de Dios al espíritu del creyente por medio del cual él tiene la conciencia de Dios (1 Corintios 2:11,12).

El Espíritu Santo les enseña a los creyentes (1 Juan 2:27). En esta obra Él le proporciona iluminación al creyente para que entienda la verdad de Dios y para que lo diferencie del error (Juan 14:26; 1 Corintios 2:11,12; 1 Timoteo 4:1-3).

El Espíritu Santo guía al creyente (Romanos 8:14). Él nos dirige para hacer la voluntad de Dios. Los medios por los cuales lo realiza involucran: La Palabra (Salmos 119:11,105; 2 Timoteo 3:16,17). Sugerencias personales (Isaías 30:21; Lucas 2:27). La providencia o las circunstancias (Hechos 16:6-12; Gálatas 4:13 cp. Hechos 13:14).

El Espíritu Santo ora por el creyente (Romanos 8:26,27). Esto involucra no sólo que nos ayuda a expresarnos ante el Padre en oración sino también ministra en nombre del creyente (Judas 20).

El Espíritu Santo llena al creyente (Efesios 5:18). Ser llenado con el Espíritu Santo es estar bajo Su control. La palabra “llenos” significa “controlados,” no debemos preguntarnos cuánto de Espíritu tenemos sino de cuánto de nosotros está en Su control.

Para ser lleno del Espíritu Santo, primeramente el creyente debe arrepentirse y confesar sus pecados (Efesios 4:30; 1 Juan 1:9). Segundo, el creyente debe entregarse a sí mismo mediante una decisión personal y un acto de fe para permitir que el Espíritu lo controle (Romanos 6:13; Colosenses 3:9; Efesios 4:22-24; Romanos 12:1).

Ser lleno del Espíritu Santo es andar en obediencia a la Palabra de Dios (Gálatas 5:16) y esto es evidenciado en las muchas formas en las cuales el Espíritu Santo usa a los creyentes. En Pentecostés y en otras ocasiones fue al hablar en otros idiomas conocidos como una señal para los judíos incrédulos (Hechos 2:4; 10:44-47; 19:1-6). En otras oportunidades era evidente por la valentía de testificar a otros de Cristo (Hechos 4:8,31; 7:55; 9:17-20; 11:24), en otras ocasiones era evidente por el poder en contra de las potestades de las tinieblas (Hechos 13:9-12; 52). En nuestros días esto es evidente por nuestro corazón gozoso y agradecido, por la sumisión a otros según el plan ordenado de Dios y por el atrevimiento de testificar a otros (Efesios 5:18-25; Hechos 8:29; 5:32).

El Espíritu Santo otorga dones a los creyentes (1 Corintios 12:1-31). Estos dones son dados en el momento de la salvación y son las capacidades espirituales para trabajar en el servicio del Señor. Estos 19 dones pueden ser puestos en categorías de una triple forma:

(a) Los dones de señales incluían milagros (1 Corintios 12:10), sanidades (1 Corintios 12:9), lenguas e interpretación de lenguas (1 Corintios 12:10).

(b) Los dones de expresión incluían el apostolado (1 Corintios 12:28), la profecía (1 Corintios 12:28; Romanos 12:6), el evangelismo (Efesios 4:11), pastorear (Efesios 4:11), exhortación (Romanos 12:8), enseñanza (1 Corintios 12:28), el don de ciencia y el don de sabiduría (1 Corintios 12:8).

(c) Los dones de servicio incluye el ayudar (1 Corintios 12:28; Romanos 12:7), los que administran o presiden (Romanos 12:8; 1 Corintios 12:28), el don de repartir (Romanos 12:8), la fe (1 Corintios 12:9), el don de hacer misericordia (Romanos 12:8), el don de la hospitalidad a los que ayudan, (1 Corintios 12:28) y discernimiento (1 Corintios 12:10).

(d) Debe verse que los dones de señales fueron restringidos para la era apostólica. Ellos fueron utilizados para autenticar el mensaje del Evangelio y a los mensajeros ante los judíos. Véase Marcos 16:17,18 y su cumplimiento en Hebreos 2:3,4. Es evidente que los dones de señales cesaron en los días de Pablo (2 Timoteo 4:20).

G. La obra del Espíritu Santo más allá de la era de la iglesia.

Su obra durante el período de la tribulación.

Durante este tiempo el Espíritu Santo suspenderá Su ministerio de refrenar la maldad en el mundo (2 Tesalonicenses 2:7,8).

Puesto que multitudes serán salvas durante este tiempo y puesto que nadie puede ser salvo fuera de Su ministerio y la Palabra (1 Pedro 1:23), es evidente que Él continuará con Su ministerio salvador (Apocalipsis 7:9,10).

El Espíritu Santo no bautizará a los santos de la tribulación dentro del cuerpo de Cristo.

Su obra durante el Milenio.

El Espíritu Santo continuará Su obra salvadora (Ezequiel 11:9; 36:26; Zacarías 12:10).

Él estará involucrado en la obra mesiánica de Cristo (Isaías 11:2,3; 42:1-7).

Él morará en los creyentes judíos (Ezequiel 36:27; 37:14; Jeremías 31:33) y los santos de la iglesia (Juan 14:16).

Él refrenará la maldad durante el Reino del Milenio (Isaías 59:19)

CAPÍTULO III

PNEUMATOLOGIA

(La Doctrina del Espíritu Santo)

I. LA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

A. Propiedad personal

B. Pronombres personales

C. Hechos personales

D. Reacciones personales

E. Relaciones personales

F. Designaciones personales

II. LA DEIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

A. El es identificado como Dios en el antiguo testamento.

B. El es llamado Dios.

C. El posee atributos divinos.

D. El realiza obras divinas.

E. El ejercita la soberanía de Dios.

F. El debe ser reconocido como Dios.

G. Dependemos de El como de Dios.

H. Como Dios, se puede pecar con El.

III. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

A. Según la manifestación del antiguo testamento

B. Según la manifestación del nuevo testamento

CAPITULO III

PNEUMATOLOGIA

(La Doctrina del Espíritu Santo)

La palabra pneumatología se deriva de la palabra griega, pneuma, que significa "espíritu," "viento," "aliento." Por tanto, pneumatología es la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es la única fuente de donde nosotros podemos obtener cualquier información con respecto a El. La religión cristiana es la única que tiene al Espíritu Santo.

A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, téngase en cuenta que Cristo es el centro de la Biblia, el tema principal de los Escritos Sagrados en su totalidad. Si nosotros fuéramos a colocar a algún otro en su lugar, el resultado sería una verdadera confusión. El Espíritu Santo no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no vino a hablar de sí mismo, sino de Cristo. El individuo que continuamente habla acerca del Espíritu y omite al Hijo demuestra que realmente no tiene el Espíritu Santo morando en él.

I. LA PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO

A veces cometemos el error de confundir personalidad con visibilidad. La personalidad no es un atributo del cuerpo; sino un atributo del espíritu. La verdadera persona que es Usted no ha sido vista por los hombres jamás, porque el cuerpo es una vestidura de su espíritu. Usted no es un cuerpo sino un espíritu que tiene un cuerpo.

A. PROPIEDADES PERSONALES.

1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu." (I Corintios 12:8) Véanse: Isaías 11:2-3; Nehemías .9:20; I Pedro 1:11; II Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.

2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo... con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo." (Romanos 15:13-19) Véanse: Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.

4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido." (I Corintios 2:10-12)

5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

B. PRONOMBRES PERSONALES.

El nombre personal del Espíritu Santo es desconocido. El título, "Espíritu Santo," es una designación que explica lo que El es. Ese no es su nombre. El silencio de las Escrituras con respecto a su nombre personal es realmente significativo. El retiene su propio nombre, para que el nombre del Señor Jesucristo pueda ser exaltado. En el idioma griego, el título "Espíritu Santo" es un sustantivo neutro, pero siempre que un pronombre se halle en su lugar, dicho pronombre es masculino. "...yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros... Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:16-17, 26) Véanse: Juan 16:7,8, 13-15; Romanos 8:16-26.

C. ACTOS PERSONALES.

¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque somos humanos. ¿Por qué el Espíritu Santo actúa como una persona? Porque El es una persona.

1. El habla. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2)

2. El intercede. "y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles." (Romanos 8:26)

3. El testifica. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)

4. El ordena. "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió." (Hechos 16:6,7)

5. El supervisa. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28)

6. El guía. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." (Juan 16:13)

7. El enseña. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:26)

D. REACCIONES PERSONALES.

Pueden cometerse actos contra el Espíritu Santo que solamente pueden cometerse contra una persona. El tiene sentimientos.

1. El puede ser contristado. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)

2. El puede ser enojado. "Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos." (Isaías 63:10)

3. El puede ser tentado. "Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti." (Hechos 5:9)

4. El puede ser resistido. "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros." (Hechos 7:51)

5. El puede ser blasfemado. "Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo." (Marcos 3:29-30)

E. RELACIONES PERSONALES.

1. Con el Padre. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)

2. Con Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:14)

3. Con los cristianos. "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias." (Hechos 15:28)

F. DESIGNACIONES PERSONALES.

1. El nombre Paracletos. Paracletos es la palabra griega que significa "Consolador," o "uno llamado al lado para ayudar." "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, El dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)

2. Otras especificaciones.

a. Espíritu de la promesa. "... y habiendo creído en él (Cristo), fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

b. Espíritu de poder. "Y reposará sobre él (Cristo) el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová." (Isaías 11:2)

c. Espíritu de verdad. "...y os dará otro Consolador... el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17)

II. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO

El es una persona divina. ¡El es Dios! El es co-igual, co-eterno y co-existente con el Padre y el Hijo. No obstante, El es designado como la tercera persona de la Trinidad. En nuestras propias vidas, puede ser que existan personas que son iguales en posición social, pero en cargos están subordinadas unas a otras. Lo mismo es con el Espíritu Santo. Como Ser Divino, El es igual con el Padre, y el Hijo; pero en posición, El está subordinado al Padre y le da precedencia al Hijo. Nota: ¡No existen celos en la Trinidad!

A. ES DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

"Jesús" del nuevo testamento es "Jehová" del antiguo testamento. El Espíritu Santo del nuevo testamento es el Jehová del antiguo testamento. "Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." (Jeremías 31:33)

Compárese: Hebreos 10:14-16. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré." Este texto cita al anterior, intercambiando los nombres "Espíritu Santo" y "el Señor" por el nombre "Jehová."

B. EL ES LLAMADO DIOS.

1. En Hechos 5:3-4. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? ... No has mentido a los hombres, sino a Dios." Ananías y Safira murieron instantáneamente por haber mentido al Espíritu Santo. Ellos mintieron en el tiempo de la consagración. No fueron heridos de muerte por haber retenido su dinero, sino porque declararon haberlo dado todo. Mintieron al Espíritu Santo, y por lo tanto a Dios.

2. En I Corintios 3:16. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" Somos templo de Dios debido a que el Espíritu de Dios mora dentro de nosotros.

3. En II Corintios 3:17. "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad."

C. EL POSEE ATRIBUTOS DIVINOS.

1. Omnipotencia. "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)

2. Omnisciencia. "Porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10) Véase: Lucas 2:25-32.

3. Omnipresencia. "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra." (Salmo 139:7-10)

4. Sempiternidad. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

5. Amor. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

6. Santidad. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)

D. EL REALIZA LAS OBRAS DE DIOS.

1. Creación. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas." (Génesis 1:1-2) "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmos 104:30) "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida." (Job 33:4)

2. Regeneración. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios... te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu." (Juan 3:3,5-8)

3. Resurrección. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 3:11)

4. Transformación. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." (Romanos 8:13) Véase: Gálatas 5:16-24.

5. Salvación. "... mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (I Corintios 6:11)

E. EL EJERCE LA SOBERANIA DE DIOS.

"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11) Véase: Zacarías 4:6.

F. EL DEBE SER RECONOCIDO COMO DIOS.

1. Como lo establece la Gran Comisión. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mateo 28:18-19)

2. Como lo establece la bendición apostólica. "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14)

3. Como lo establece la designación bíblica. "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias." (Apocalipsis 3:22)

4. Como lo establece la administración de la Iglesia. "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo." (I Corintios 12:4-6)

G. EL DEBE SER CONFIADO COMO A DIOS.

"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo." (Marcos 13:11) Véase: Romanos 8:26.

H. SE PUEDE PECAR CONTRA SU DIVINA VOLUNTAD.

"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintiese al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? (Hechos 5:3)

III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO

A. SEGUN LO DECLARA EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Alguien ha dicho que el Espíritu Santo está mencionado ochenta y ocho veces en el antiguo testamento. No obstante esto, la enseñanza del Espíritu Santo no está tan clara en el antiguo testamento como lo está en el nuevo testamento.

1. Sus manifestaciones.

a. Al venir sobre individuos. "Y alzando sus ojos (Balaam) vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él." (Números 24:2) "Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jetfé; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón." (Jueces 11:29) Véanse: Jueces 3:10; 14:6.

b. Al derramarse sobre su pueblo. "Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos... hasta que sobre vosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque." (Isaías 32:13-15) Véanse: Jueces 6:34; II Crónicas 24:20.

c. Al llenar a los hombres. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios,

en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Éxodo 31:3) Véase: Miqueas 3:8.

d. Al posar sobre los hombres. "Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron." (Números 11:25) Entendemos que el espíritu que posó en ellos era el Espíritu de Dios. Véanse: Núm. 11:26; Isaías 11:2.

En el antiguo testamento, el Espíritu Santo nunca está representado como morando permanentemente en una persona. El Espíritu Santo los llenaba para cierta obra, pero nunca tomaba el interior de ellos como su habitación. Ningún santo del antiguo testamento fue jamás bautizado con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo comenzó a "bautizar" (sumergir) a creyentes "en el cuerpo de Cristo" en el día de Pentecostés. (I Corintios 12:13)

2. Su ministerio.

a. En relación a la creación.

(1) Generación.

(a) De los cielos y la tierra. "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento (Espíritu) de su boca. El junta como montón las aguas del mar, él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió." (Salmo 33:6-9) Véase: Job 26:13; Génesis 1:2.

(b) De los animales. "¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios... Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo 104:24,30)

(c) Del hombre. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida." (Job 33:44) Véanse: Génesis 1:26,27;

2:7.

(2) Regeneración.

(a) De la tierra desordenada. "... y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas." (Génesis 1:2)

(b) De los muertos. "Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza hijo del hombre y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo." (Ezequiel 37:9-10) Véase: Isa.55:3.

(3) Preservación. "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo 104:30)

b. En relación a Satanás y el pecado. Desde el principio el Espíritu Santo se ha opuesto a la obra de Satanás en los hombres. "Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: más serán sus días ciento veinte años." (Génesis 6:3)

c. En relación a Israel.

(1) Sus padres. (Abraham, Isaac, Jacob, José, etc.) "Y dijo Faraón a sus siervos; ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?" (Génesis 41:38)

(2) Sus fundadores. (Moisés y sus ayudantes) "Entonces Jehová dijo a Moisés; reúname setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo." (Números 11:16,17) Véanse: Núm. 27:18-19; Deuteronomio 34:9; Nehemías 9:20.

(3) Sus Jueces. "Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a

Israel, y salió a batalla..." (Jueces 3:10)

(4) Sus Reyes. Saúl: "Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera." (I Samuel 11:6) Véase: I Samuel 6:1. David: "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse: Salmo 51:11,12; 143:10.

(5) Sus sacerdotes. "Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada..." (II Crónicas 24:20)

(6) Sus profetas. "Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos." (Zacarías 7:12) Véanse: Nehemías 9:30; Ezequiel 2:2; Daniel 5:1-14; Miqueas 3:8.

(7) El Santuario.

(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana. El templo no fue hecho por la habilidad natural del hombre. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Ex. 35:31) Véanse: Ex. 28:3; 31:1-5.

(b) El Templo. "Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio...Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño." (I Crónicas 28:11,19)

(c) En relación al Mesías. "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar buenas nuevas a los abatidos, y a los presos apertura de la cárcel;" (Isaías 61;1) Véase: Isa.11:2.

e. En relación al milenio. "Y después de esto derramaré mi

Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días." (Joel 2:28-29) "Después" significa después de la restauración de Israel. Véanse: Ezequiel 36:25-28; 37:14.

f. En relación a la inspiración. "Estas son las palabras postreras de David. Dijo: David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel; el Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua." (II Samuel 23:1-2) Véanse: Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro 1:10-12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16-17.

B. SEGUN LO DECLARA EL NUEVO TESTAMENTO.

1. El Espíritu Santo y Cristo.

a. La referencia a su obra en la antigua dispensación.

(1) En la Profecía. "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos." (I Pedro 1:10)

(2) En los Tipos. El tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo acerca de él revela al Salvador. El Espíritu Santo fue quien capacitó a los hombres para construir el tabernáculo. "Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce." (Éxodo 31:2-4)

b. En referencia a su manifestación terrenal.

(1) El nacimiento de Cristo. "Respondiendo el ángel, le dijo: El

Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) Véase: Hebreos 10:5.

(2) El bautismo de Cristo. "Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo sobre él, en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." (Lucas 3:21-22) Véanse: Marcos 1:10-11; Juan 1:32-33.

(3) La tentación de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo..." (Lucas 4:1-2) Véanse: Mateo 4:1; Marcos 1:12.

(4) El ungimiento de Cristo. "...Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él." (Hechos 10:38) Véase: Lucas 4:l8.

(5) La enseñanza de Cristo. "Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida." (Juan 3:34)

(6) Los milagros de Cristo. "Pero si hoy por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." (Mateo 12:38)

(7) La vida de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto." (Lucas 4:1) Véanse: Lucas 10:21; Hebreos 9:14.

(8) La muerte de Cristo. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

(9) La resurrección de Cristo. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 8:11)

(10) Los mandamientos previos a su ascensión. Lucas, en la introducción a los Hechos, dice que en su evangelio, "...hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-2) Véase: Hechos 1:8.

c. La referencia a su obra durante esta dispensación.

(1) El glorifica a Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:1)

(2) El testifica de Cristo. "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen." (Hechos.5:32)

(3) El honra a Cristo. "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo." (I Corintios 12:3)

2. El Espíritu Santo y el mundo.

a. Convicción. "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no crean en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuando el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." (Juan 16:8-11)

(1) De Pecado. La ocupación del Espíritu Santo no es convencer al mundo de asesinato, adulterio, etc. La ley de cada país hace eso. El Espíritu Santo convence al mundo de incredulidad: "...por cuanto no creen en mí." (Juan 16:9) Muchas veces confundimos la palabra "convencer," pensando que ésta significa hacer a uno sentirse culpable; pero ese no es el significado en absoluto. "Convencer" significa ser hallado culpable del pecado de incredulidad, ya sea que la persona se siente culpable, o no. Así es, el pecador es convicto, condenado, y espera ser sentenciado. "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios... la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:18,36) El Gran Trono Blanco no es donde se determina la culpabilidad del pecador; sino el lugar para sentenciarlo al grado de castigo que sus obras merecen.

(2) De justicia. ¿De qué manera el Espíritu convence al mundo de justicia? El Espíritu Santo no convence al mundo de la falta de justicia propia; sino que, lo convence de la justicia de Cristo. "...por cuanto voy al Padre." (Juan 16:10)

(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, no le queda nada más que el juicio. "y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12) El concepto que el mundo tiene del juicio futuro es muy confuso. El hombre tiene una idea falsa tras otra. No obstante, estas creencias universales, no importa cuán equivocadas sean, son una prueba positiva de que habrá un momento en que los hombres tendrá que dar cuenta a Dios. La Biblia es la única fuente verdadera que habla del juicio del Gran Trono Blanco.

b. Regeneración. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (II Corintios 5:17) Véase: Juan 3:5. Un hombre podría hacer excepciones, quizás pensando que fuera posible convertirse en un hijo de Dios de alguna otra manera, pero Dios no exceptúa a nadie. El demanda que todas las personas nazcan otra vez para entrar en el cielo.

c. Impedimento al Mal. "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio." (II Tesalonicenses 2:7) Uno de estos días, la desobediencia y la ilegalidad van a estar encabezadas por un sólo hombre, el Anticristo. Hay una Persona en el mundo que impide que el pecado se desenfrene totalmente, y esa Persona es el Espíritu Santo. Durante la Gran Tribulación, cuando el Anticristo sea revelado, el Espíritu Santo se hará a un lado, quitando su presencia santa e influencia represiva del mundo pecador y permitiendo que la humanidad se hunda en las profundidades de la degradación.

3. El Espíritu Santo y la Iglesia. Véanse: Efesios 1:22-23; 2:12-16; 3:4-l6.

a. El Espíritu Santo nos sumerge en el cuerpo de Cristo. El bautismo del Espíritu es la operación mediante la cual la Iglesia está constituida. "Porque por un sólo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio un mismo Espíritu. (I Corintios 12:13)

Existen siete referencias al bautismo del Espíritu Santo. Cinco son proféticas (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos 1:5); una histórica (Hechos 11:16) y una didáctica (I Corintios 12:13). En los cinco pasajes proféticos hallamos que dos hablan del bautismo del Espíritu, y de fuego, los cuales no son la misma cosa. El bautismo del Espíritu habla de la formación de la Iglesia, mientras que el bautismo de fuego habla de juicio. Los pasajes que hablan del bautismo de fuego son Mateo 3:11 y Lucas 3:16. Fue en estos pasajes que Cristo estaba dirigiendo su mensaje tanto a los salvados, como a las "víboras" (incrédulos). Las narraciones de Marcos y Juan no incluyen "el bautismo de fuego," porque éstas no se dirigen a las "víboras."

Todas las cinco porciones proféticas apuntan al futuro. El pasaje histórico mira hacia el pasado; por lo tanto, el bautismo del Espíritu viene entre los dos. Esto es entre Pentecostés y el arrebatamiento.

El bautismo del Espíritu Santo no fue el obsequio de poder que permitió que los apóstoles hicieran milagros, porque ellos efectuaron muchos milagros antes de ser bautizados con el Espíritu. La Iglesia es un organismo, no una organización, y el bautismo del Espíritu es aquel acto de Dios que une a los creyentes dentro de este organismo. Siempre que se unen las palabras "bautismo del Espíritu," éstas son aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca a un individuo. ¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios bautizados con el Espíritu? (I Corintios 12:13)

Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el Espíritu. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13) La persona que confía en Cristo recibe también al mismo instante el bautismo del Espíritu.

Para la Iglesia de Jesucristo, había un sólo Calvario, y había un sólo Día de Pentecostés. El pecador, sin embargo, debe apropiarse del Calvario por fe, y reconocer el propósito de Pentecostés por fe, para que ambos sean una realidad en su alma. Las dos experiencias, el Calvario y Pentecostés, tienen lugar inmediatamente en el momento que él acepte a Cristo como su Salvador y Señor personal.

Nos agradaría dar una explicación del versículo siguiente, por cuanto es usado por muchos para el argumento mencionado anteriormente: "Un Señor, una fe, un bautismo." (Efesios 4:5) Este verso no habla del bautismo del Espíritu, sino del bautismo por agua. En el contexto, el versículo que precede a este texto explica el bautismo del Espíritu: "Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación." (Efesios 4:4) El creyente está puesto en el cuerpo de Cristo por el bautismo del Espíritu en el momento que cree en Cristo; y recibe privilegio en la iglesia por medio del bautismo con agua.

El Día de Pentecostés siempre vino cincuenta días después de la Fiesta de las Primicias. La Fiesta de las Primicias era un tipo de la resurrección de Cristo. El segundo capítulo de Hechos registra la narración de los ciento veinte discípulos reunidos en el aposento alto, esperando que se cumplan los cincuenta días. El Espíritu Santo no vino en respuesta a la oración de ellos. Todas sus oraciones y ayunos no habrían apurado la venida del Espíritu. El debía venir a tiempo. Es inconcebible pensar que el Espíritu venga cuarenta y nueve, o aun cincuenta y un días después de la resurrección del Señor. No obstante, el Espíritu Santo vino exactamente 50 días después de la resurrección.

La tipología de la Fiesta de la Pascua se cumplió en el Calvario. Cristo no morirá otra vez. La tipología de la Fiesta de Pentecostés se cumplió con la venida del Espíritu, y no habrá otro Pentecostés. El Cordero de la Pascua jamás se ofrecerá otra vez. Jamás habrá otro Día de Pentecostés para la Iglesia. Todo fue cumplido una vez para siempre.

La fiesta judía de Pentecostés, originalmente, también era conocida como la Fiesta de las Semanas, cuando se juntaban la cosecha. En Levítico 23:22 leemos: "Cuando segares la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios". Así que vemos que la cosecha era para tres clases de personas: (1) Israel, (2) los pobres y (3) los extranjeros.

Los tres grupos de personas recibían bendiciones de la cosecha. El bautismo del Espíritu fue el cumplimiento de la Fiesta de la Cosecha (de las Semanas, o sea, de Pentecostés) para tres clases de gente:

(1) Israel en Jerusalén. (Hechos 2:37-39)

(2) Los samaritanos (pobres). (Hechos 8:9-17)

(3) Los gentiles en Cesarea (Hechos 10:34-44)

*Lo que sigue es el proceso mediante el cual los tres grupos de personas antedichos recibieron el Espíritu Santo:

(1) Los judíos en Jerusalén.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.

(b) Luego fueron bautizados con agua.

(c) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 2:38,41)

(2) Los samaritanos.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.

(b) Luego fueron bautizados con agua.

(c) Luego la imposición de las manos de Pedro.

(d) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 8:4-16)

Nota: Parece que había un problema doctrinal y que Felipe les había predicado "el evangelio del reino," como lo había predicado Juan el bautista (v.12); y se bautizaron sin entender el evangelio completamente. Véase: Hechos 19:1-6. Durante la infancia de la Iglesia, había un período de transición y existía confusión, porque el nuevo testamento no estaba en las manos de los discípulos. Pedro aclaró el mensaje y oró por ellos (v.16, 17). A Pedro se le había dado la llave de la predicación para abrir la puerta de la salvación a todas las personas. (Mateo 16:19)

(3) Los gentiles en Cesarea.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.

(b) Luego recibieron al Espíritu Santo.

(c) Luego fueron bautizados con agua. (Hechos 10:34-48)

Hubo dos obras del Espíritu en el día de Pentecostés. Estas no deben confundirse. Las dos operaciones fueron el "bautismo" y la "llenura." Los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en Pentecostés, a pesar de que la palabra "bautismo" no es mencionada en Hechos capítulo dos. Sabemos que el bautismo ocurrió entonces debido a las palabras expresadas por el Señor Jesús poco tiempo antes de su ascensión. "Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." (Hechos 1:5)

Hay algunos que piensan que el hablar en lenguas fue una señal de que habían sido bautizados con el Espíritu, pero si nos fijamos detenidamente en el pasaje, hallaremos que ellos hablaron en lenguas debido a que estaban llenos del Espíritu. Nadie se convirtió mientras se hablaba en lenguas en el día de Pentecostés, pero tres mil fueron salvos cuando Pedro predicó el evangelio.

Pedro declaró, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán." (Hechos 2:16-18) ¿Qué cosa fue este "esto?" ¿El hablar en lenguas? ¡No! "Esto" es una cita de Joel, y lo estamos citando. Pedro estaba dando a Joel como ejemplo, porque Dios estaba efectuando aquellas cosas que Joel había profetizado, de las cuales los judíos fueron testigos.

b. El Espíritu mora en la Iglesia. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (I Corintios 3:16)

c. El Espíritu edifica la Iglesia. "En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." (Efesios 2:22)

d. El Espíritu administra la Iglesia.

(1) El pone a los pastores y nombra a los oficiales. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28) Véase: Hechos 6:3,5,10.

(2) El dirige la obra misionera. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2) Véase: Hechos 10:19.

4. El Espíritu Santo y el cristiano.

a. Comenzando en el Espíritu. "¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" (Gálatas 3:1-3)

Nos convertimos en cristianos solamente por la operación de Dios. El Espíritu Santo nos imparte una nueva vida. Esta vida viene por medio del nuevo nacimiento: "Os es necesario nacer de nuevo... Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." (Juan 3:5-6) Dios jamás ha tenido comunión con hombres irredentos en ninguna dispensación hasta que ellos hayan aceptado y obedecido las condiciones de la salvación.

b. La residencia del Espíritu. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (I Corintios 6:19) ¿Qué seguridad tiene el cristiano de que el Espíritu mora en él? ¿Por los sentimientos? ¿Por algún éxtasis sublime? No. ¡Por creer la promesa de la Palabra de Dios! El Espíritu pasa a morar en el creyente cuando éste responda a lo que Cristo ha realizado, cuando él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del Espíritu en el creyente no está basada en los sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día para otro, mas la promesa de Cristo jamás cambia.

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y alzó la voz diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." (Juan 7:37-39) Esta porción de la Palabra de Dios, claramente expresa que los discípulos no habían recibido aún el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y ciertamente lo recibieron en Pentecostés. Juan 14:17 revela que ellos todavía no habían recibido el Espíritu hasta Pentecostés. "... porque mora con vosotros, y estará en vosotros."

Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; pero después de Pentecostés el Espíritu vivía en ellos. Ningún creyente debe orar como David oró: "No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu." (Salmo 51:11) David no estaba habitado por el Espíritu Santo. ¡Pero el cristiano sí lo está! "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

Otro texto bíblico que ha confundido a los hijos de Dios es Lucas 11:13. "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Algunos sostienen que debemos pedir el Espíritu para poder recibirlo; pero recordemos que esto se habló antes de Pentecostés. No tenemos ninguna Escritura que diga que uno debe pedir el Espíritu después de Pentecostés.

La última porción de las Escrituras que trataremos con respecto a la morada en el creyente del Espíritu Santo es Juan 20:22. "Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo." Muchos dicen que en este momento los discípulos fueron habitados por el Espíritu Santo en vez de en Pentecostés. Sin embargo sabemos que ellos no recibieron el Espíritu Santo en ese momento, porque se les mandó "...que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." (Hechos 1:4-5) Ahora bien, si ellos hubieran recibido el Espíritu Santo, ¿por qué debían esperar para recibirlo?

c. El sello del Espíritu Santo. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

*La palabra "sellado" se usa muchas veces en las Escrituras:

(1) El que sella. El que sella es Dios, el Padre. "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:21-22)

(2) Los sellados. Hay dos que son sellados por el Padre: el Hijo y los creyentes. "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre." (Juan 6:27) "Y no contristéis al Espíritu Santo con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30) El Hijo fue sellado debido a quien El es. Nosotros somos sellados a causa de Jesús y de nuestra posición en El.

*El Creyente es sellado en el momento que él acepta a Cristo como su Salvador. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no es asegurado mediante alguna experiencia emocional, sino mediante creer en Cristo. "... y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(4) El significado.

(a) El sello señala propiedad. Si estamos sellados, entonces tenemos el sello de propiedad de Dios sobre nosotros. "Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (II Timoteo 2:19)

(b) El sello simboliza identificación. Esta es nuestra identificación para el futuro. "En él (Cristo) también vosotros... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." (Efesios 1:13,14)

(c) El sello habla de seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 se habla de los 144,000 sellados. Satanás es sellado y arrojado en el abismo durante el milenio. (Apocalipsis 20:3) Apocalipsis menciona siete sellos que ninguno, sino Cristo, puede abrir. (Apocalipsis 5:1 - 8:5) Nosotros, los creyentes, estamos sellados para la hora de nuestra redención. (Efesios 1:13-14)

(d) El sello testifica a una transacción realizada. "Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza." (Jeremías 32:10) El sello del Espíritu Santo es la evidencia legal que testifica del hecho que nosotros formamos parte de la obra consumada de Cristo.

(e) El sello asegura legitimidad. "Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia." (Romanos 4:11) Véase: Ester 3:12.

(f) El sello marca un trato inmutable. "Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado." (Ester 8:8)

(g) El sello habla de un precio pagado. "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?" (Deuteronomio 32:34)

(h) El sello era una marca. El siempre ha dejado su impresión en el lacre. Si nosotros estamos sellados con el Espíritu, su impresión debe estar sobre nosotros. "Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura." (Job 38:14) "Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón." (II Corintios 3:3)

d. Las arras del Espíritu. "El cual (Dios) también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:22) Véase: II Corintios 5:5; Efesios 1:13.

Las "arras" son un símbolo que habla del futuro. Esta es una parte del pago parcial por aquello que será pagado en su totalidad en una fecha futura. Cuando una cantidad de dinero se paga en prenda (arras) sobre cierta propiedad, ambas partes quedan obligadas. Cuando Dios nos otorga sus arras, El queda obligado por tiempo y eternidad. El Espíritu Santo es las arras de Dios, la cuota inicial divina de nuestra salvación. El creyente todavía no tiene todas las cosas que debe recibir; aún queda más. Esto ciertamente hace dar vértigos a nuestra imaginación. Si el Espíritu Santo es sólo parte de lo que hemos de recibir, y El es Dios, y Dios es todas las cosas, ¿qué será el resto?

Si una cantidad de dinero ha sido entregada en prenda sobre alguna propiedad, y el comprador no pudiera completar la transacción, él habrá perdido su cuota inicial. Dios nos ha dado su prenda, el Espíritu Santo. Si El no pudiera completar nuestra salvación, El habrá perdido su depósito; pero nosotros sabemos que esto es imposible. Por lo cual, las arras del Espíritu son la garantía de nuestra salvación eterna.

(1) Ilustraciones de las arras.

(a) Los presentes a Rebeca. (Génesis 24) Estos regalos eran como arras, como una promesa de lo que vendría después.

(b) El fruto de Canaán. (Números 13) El fruto era las arras de aquello que estaba prometido, el gozo anticipado de su herencia.

(c) Los regalos de Booz. (Rut 2) Los puñados de grano dejados para Rut, y sólo para ella, eran únicamente las arras de lo que Booz tenía para ofrecer en matrimonio.

(d) Las primicias. (Levítico 23) Esta ofrenda mecida a Dios era las arras del hombre que indicaba que un diezmo de su cosecha aún sería traído a Dios.

(2) El dador de las arras. ¡Dios es el Dador! "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:21-22)

(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras. "... las arras del Espíritu." (II Corintios 1:22)

(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestros corazones. "... las arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:22)

(5) La garantía de las arras.

(a) Garantiza nuestra resurrección. "Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo." (Romanos 8:23)

(b) Garantiza nuestra herencia. "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados." (Romanos 8:17)

(c) Garantiza nuestra gloria. "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." (II Tesalonicenses 2:13-14)

e. La Llenura del Espíritu. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4) "Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios." (Hechos 4:31) "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu." (Efesios 5:18)

La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y la obra del cristiano, mediante la cual él es facultado para hacer aquello que ha sido ordenado por el Señor.

(1) ¿De qué se trata? Existen numerosas opiniones en cuanto al significado de lo que es ser "lleno" del Espíritu. Algunos dicen que esto sucede cuando una persona nazca de nuevo. El creyente ciertamente recibe el Espíritu Santo al momento de su conversión, pero esto no es el llenado del Espíritu; esto es la regeneración del Espíritu. (Tito 3:5) Otros sostienen, "que el llenado del Espíritu es aquella experiencia por la cual el creyente recibe el Espíritu Santo algo más tarde, después de ser salvo." Sin embargo, la Palabra de Dios declara que todos los creyentes han recibido el Espíritu Santo. "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

El "llenado" del Espíritu puede ser confundido para muchos a causa de esa palabra, "llenado." Las personas, en su mayoría, piensan de un llenado material, como cuando una vasija es llenada con agua. No obstante, el Espíritu no es algo material, sino una Persona. Es verdad que una vasija media llena puede ser llenada con más agua; pero es imposible para el creyente que ya tiene el Espíritu, poder obtener más de El. Uno no puede conseguir más de Dios, pero Dios puede lograr controlar más de la vida de uno.

Ahora bien, el creyente ya tiene el Espíritu, pero se le manda ser "lleno" de El. El creyente es habitado por el Espíritu; es sellado con el Espíritu; es bautizado en el cuerpo de Cristo por el Espíritu; es regenerado por el Espíritu; y aún se le ordena que sea "lleno" del Espíritu. ¿Qué es el ser "lleno" del Espíritu? Ser "lleno" es estar "controlado" por el Espíritu. Por tanto, al cristiano se le amonesta a que sea constantemente controlado, poseído y dominado por el Espíritu. Nosotros ahora sabemos el significado total de la expresión, "No es cuánto del Espíritu Santo que uno tenga, sino cuánto de uno que tenga el Espíritu Santo."

(2) ¿Cómo? ¿Es esta experiencia asegurada mediante la búsqueda y mediante la oración? No hay ningún pasaje en la Palabra de Dios donde una persona haya jamás orado para ser "lleno" del Espíritu y lo haya recibido. Esto es producido por nuestro sometimiento al Señor. Cuando nos rindamos a El, nuestras voluntades mueren, y su voluntad es la meta para nuestras vidas. Nuestras ambiciones pierden importancia y caen como cenizas a nuestros pies.

Alguien preguntará, "¿Cómo puedo someterme a su voluntad?" Este es el acto del creyente que se coloca a sí mismo en el altar de Dios. "Y andas en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante." (Efesios 5:2) La ofrenda de olor fragante de que se habla aquí es el holocausto continuo. Aquel holocausto jamás carecía de un cordero de sacrificio, porque cuando uno era consumido, otro era colocado en su lugar inmediatamente, uno por la mañana y otro a la caída de la tarde. Este holocausto nunca fue instituido como una ofrenda por el pecado, sino más bien, como una ofrenda de alabanza. Al cristiano se le implora que se dé a sí mismo como sacrificio vivo, como un holocausto continuo (Romanos 12:1-2), proclamando las alabanzas de Aquel que lo "llamó de las tinieblas a su luz admirable." (I Pedro 2:9)

(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo tome posesión el Espíritu? ¿Cuándo controle El al creyente? Tan pronto como el creyente se rinda a El para hacer su voluntad.

¿Hay un cierto número de pasos que uno debe tomar a fin de lograr nuestro sometimiento? No. ¿Cuáles son entonces los requisitos, para el sometimiento total a la voluntad de Dios? Para algunos, quizás, signifique la muerte del propio yo; para otros, la obediencia al llamado de Dios; y aún para otros, el abandono de la práctica del pecado, etc. Todo lo que sea necesario para lograr nuestra sumisión total a la voluntad de Dios. ¡Este es el requisito!

(4) ¿Por qué? ¿Debiera el creyente alguna vez hacer esta pregunta? ¿Hay necesidad de que seamos "llenos" del Espíritu? Nosotros contestamos que "sí" a ambas preguntas. Algunos cristianos no comprenden que hay algo que se llama ser "lleno" del Espíritu; y por consiguiente, los tales son espiritualmente impotentes. Además del mandamiento de Dios de que seamos "llenos" del Espíritu, nos damos cuenta de que dicha condición es indispensable para disponer de poder en la vida y en el servicio, no para ganancias egoístas, sino para la gloria del Señor Jesucristo y para ganar a los perdidos.

(5) ¿Cuáles son los resultados? Aquellos que han sido verdaderamente "llenos" del Espíritu revelan estas características:

(a) Ellos reflejan a Cristo.

(b) Ellos convencen al mundo.

(c) Ellos aman la Palabra.

(d) Ellos están llenos de poder.

(e) Ellos están llenos de vida.

*Diferencias entre el bautismo y la llenura:

El bautismo del Espíritu.

1. Tiene que ver con el cuerpo.

2. El bautismo es externo.

3. Todo creyente es bautizado con el Espíritu. (1 Corintios 12:13)

4. La Biblia no manda ser bautizado con el Espíritu.

5. Es una obra del Espíritu en el momento de la salvación.

6. El creyente es bautizado solamente una vez.

7. Nadie fue bautizado con el Espíritu antes de Pentecostés.

Nota: El bautismo del Espíritu coloca a los creyentes dentro del cuerpo de Cristo, la Iglesia, y es una experiencia automática.

La llenura del Espíritu.

1. Tiene que ver con el individuo.

2. El llenado es interno.

3. Un creyente puede, o no, ser lleno del Espíritu.

4. Todos los creyentes deben ser llenos del Espíritu.

5. Uno puede ser lleno del Espíritu años después de haber sido salvo.

6. La llenura del Espíritu se repite muchas veces.

7. Algunos fueron "llenos" antes de Pentecostés.

Nota: Para servir a Dios como se debe, es indispensable ser llenos del Espíritu.

f. El fruto del Espíritu. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5:22-23) El fruto del Espíritu es el verdadero carácter cristiano. Debemos notar que la palabra "fruto" es singular.

La vida de nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más grandioso del fruto del Espíritu. El fruto siempre viene de la vida interior.

En las épocas de Navidad, cuando veamos manzanas y naranjas en los arbolitos de Navidad, nosotros sabemos que dichas frutas han sido atadas como adornos a los árboles. Uno no tiene que atar manzanas a los manzanos porque ellas crecen naturalmente en dichos árboles. Existen muchas religiones sociales que figurativamente están atando manzanas y naranjas a los árboles de Navidad. Ellos pretenden llevar fruto, pero no hay vida interior, porque no tienen el Espíritu. Sólo tienen el aspecto de la santidad, pero niegan el poder de la misma. Un árbol de manzanas no tiene que trabajar para producir manzanas; simplemente las cede. El cristiano no lleva el fruto del Espíritu por su propia labor, sino simplemente da cedimiento al Espíritu.

(1) El fruto en relación al individuo. Amor, gozo, paz.

(2) El fruto en relación a los hombres. Paciencia, benignidad, bondad.

(3) El fruto en relación a Dios. Fe, mansedumbre, templanza.

g. El andar en el Espíritu. "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne." (Gálatas 5:16) Otra manera de traducirlo: "Por el Espíritu sea el andar." El Espíritu hará el caminar. Una vieja ilustración es el traje de vestir. La persona dentro del traje hace el caminar. La responsabilidad del traje es colgarse, sujetarse a la persona. Nosotros no debiéramos tener una voluntad propia; sino que, al igual que el traje de vestir, deberíamos asirnos de El y dejarnos llevar. Dondequiera que el Espíritu vaya, vamos nosotros. Su voluntad es la nuestra.

h. La renovación del Espíritu. "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo." (Tito 3:5)

i. El fortalecimiento del Espíritu. Pablo pie a Dios que El les dé a los efesios, "...conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu." (Efesios 3:16)

j. El sembrar para el Espíritu. "No os engañéis; Dios no puede

ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna." (Gálatas 6:7-8) Este pasaje no está escrito para los inconversos, sino para los cristianos. El cristiano puede sembrar para la carne, esto es, vivir en pecado; no obstante, para él, vendrá la hora de la siega y el castigo.

k. La dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14) Algunos interpretan este pasaje, diciendo, que significa que: "Aquellos que en las decisiones de la vida solicitan el consejo del Espíritu, se aseguran con ello de que son hijos de Dios." Ahora bien, es una verdadera bendición pedir y recibir del Espíritu Santo su voluntad en nuestras decisiones, pero esto no es a lo que la Escritura se refiere. La guía del Espíritu hace alusión a la dirección que es impartida por el Espíritu Santo a los creyentes que están en el Camino de la salvación.

l. La santificación del Espíritu. "Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas." (I Pedro 1:2)

m. El suministro del Espíritu. "Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación." (Filipenses 1:19)

n. Los dones del Espíritu.

(1) Enumeración de los dones. "No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales... Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:1, 8-11)

(2) Concesión de los Dones. Lo primero que quisiéramos destacar es que los dones no son otorgados a las personas a causa de que los han deseado, o han orado por ellos; sino de acuerdo a la voluntad del Espíritu, "...repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

Quisiéramos enfatizar que los dones fueron dados a fin de verificar las aseveraciones de Cristo y sus discípulos que Jesucristo era verdaderamente el Hijo de Dios; que la antigua dispensación de la ley había llegado a su fin y que la dispensación de la gracia había comenzado.

"¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimiento del Espíritu Santo según su voluntad." (Hebreos 2:3-4) Había ciertamente la necesidad de que Dios verificara esta nueva enseñanza que había sido comenzada por el mismo Señor Jesucristo. El pueblo había estado bajo las tradiciones de la ley por más de mil cuatrocientos años; y por lo tanto, era difícil para ellos comprender que Dios había suprimido el viejo pacto y había establecido el nuevo. Asimismo, aún no se había escrito el nuevo testamento.

Por último, hacemos énfasis en el hecho de que ningún creyente recibe individualmente todos los dones. "Y a unos puso Dios en la Iglesia primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (I Corintios 12:28-30) La respuesta obvia es, ¡no!

(3) De la utilización de los dones. ¿Cómo debían usarse estos dones? El capítulo trece de I Corintios simplemente declara que ellos debían ser motivados por amor. Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, declara que si tuviera todos los dones, y careciera de amor, él no sería nada; su vida sería infructuosa, y sus galardones nulos.

Alguien preguntará, "¿Es el don de lenguas para nuestra época? ¿No dice la Biblia que "...no impidáis el hablar en lenguas?" Este tema será tratado con más detalle en la próxima sección; no obstante, aquí podríamos decir algo al respecto. I Corintios 14:39 claramente expresa: "Así que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el hablar lenguas." Pero si el capítulo 14 ha de usarse como permiso para hablar en lenguas, entonces los que hablan en lenguas deben ser gobernados por este mismo capítulo en cuanto al uso que ellos hagan de este don.

Primero, quisiéramos ver lo que I Corintios, capítulo catorce, dice con respecto al uso legítimo de este don: "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios." (I Corintios 14:27-28) Siempre que el don de lenguas sea empleado, sólo dos o cuando más tres, pueden hablar en un servicio. Esta regla eliminaría muchas prácticas del movimiento carismático de la actualidad.

Lo que sigue en la orden es que el hablar debiera hacerse "por turno" - una persona a la vez. Esto eliminaría aún más el mencionado culto de lenguas, porque a veces hay muchísimas personas, hasta cientos de ellas, haciéndolo al mismo tiempo. Luego las Escrituras dicen que si no hay intérprete, que no se puede hablar en lenguas en absoluto. Más del culto antedicho se eliminaría si se obedeciera este mandato. Finalmente, "Vuestras mujeres callen en las congregaciones." (I Corintios 14:34) Esto prácticamente pone fin a todo culto de lenguas, porque la mayoría de los que lo participan son mujeres.

Muchos querrán rebelarse al pasaje citado, diciendo que éste no quiere decir "lenguas," sino el uso de la lengua. Si no significa "lenguas", se refiere a todo, incluso las lenguas, cuando dice que las mujeres permanezcan calladas en las iglesias. Sin embargo, esto hace referencia sólo a las lenguas, porque en otras porciones de este mismo libro de I Corintios se le permite a la mujer que hable y ore en la iglesia. "Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado." (I Corintios 11:5) "Profetizar" significa "predecir", o "declarar"; por tanto, a la mujer se le permite declarar la Palabra de Dios en la escuela dominical, en el campo misionero, etc.

(4) De la retención de los dones. ¿Podría ser posible que Dios retenga muchos de los dones de los creyentes de hoy, que El había otorgado al principio? Esto no sólo es posible, sino que es inevitable. En I Corintios 13:8-10, el Señor declara, "El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará."

Recordemos que I Corintios 13 está hablando acerca de los "dones" del Espíritu cuando dice que las profecías se acabarán. Esto no significa que algunas de las profecías dichas por los siervos de Dios, como las registra la Biblia, dejarán de cumplirse; sino que el don de la profecía algún día será retenido. Cuando dice que "cesarán las lenguas", no significa que en alguna fecha futura todas las lenguas serán silenciadas, sino que el don de lenguas será retenido. Y cuando dice que "la ciencia se acabará", no significa que habrá un momento en que el conocimiento habrá dejado de existir, sino que el don de la ciencia espiritual será retenido. (I Corintios 13:8) Véase: I Corintios 12:8.

¿Cuándo serán retenidos los dones de profecía, lenguas y ciencias? Cuando "venga lo perfecto." Esto no está hablando de la segunda venida de Cristo, sino más bien, cuando sea dada la revelación completa de la Palabra de Dios. ¿Tenemos nosotros la revelación completa de Dios en la actualidad? Ciertamente que sí. Cuando el apóstol Juan escribió, "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén." (Apocalipsis 22:21), la revelación total de Dios se había completado, y aquello que es perfecto había venido.

*Puesto que tenemos la Santa Biblia completa, los dones de profecía, lenguas, y ciencia se han acabado. Ellos han sido retenidos y no son para esta época.

En Efesios 4:11, leemos: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros." Por esta revelación más reciente que la de I Corintios, notamos que no se menciona ninguno de los dones milagrosos, como estaban mencionados en I Corintios 12, 13 y 14. Hoy, no hay más necesidad de los dones milagrosos, porque nosotros ya tenemos la revelación completa de Dios. El hijo de Dios es bendecido en mayor medida por tener la Santa Biblia que si tuviera todos los dones milagrosos.

Algunos sostienen que nosotros necesitamos estos dones para señal de que somos "llenos" del Espíritu. Es verdad que Dios otorgó estos dones milagrosos como señales; sin embargo, no fueron dados para indicar la llenura del Espíritu, sino para la confirmación del apostolado de Pablo (II Corintios 12:12); para la confirmación de Pablo a los gentiles (Romanos 15:18-19); para la confirmación de la salvación por medio de Cristo (Hebreos 2:3-4) y para la confirmación de la Palabra (Marcos 16:20). ¿Necesitamos nosotros estos dones hoy para confirmar la Palabra, el Evangelio, y el apóstol Pablo? No, porque han sido confirmados por casi dos mil años de la historia de la Iglesia.

(5) De los dones restantes. "Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." (I Corintios 13:13) Todo cristiano posee estos tres dones. El creyente, al ser controlado por el Espíritu Santo, debe utilizarlos.

o. El testimonio del Espíritu. "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." (Romanos 8:16)

La ley declara que en la boca de dos testigos la verdad será confirmada. Por tanto, tenemos los dos testigos que declaran que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu Santo y nuestro espíritu. ¿Cómo da testimonio de nuestra salvación el Espíritu Santo? Mediante la Palabra. ¿Cómo da testimonio nuestro espíritu? ¿A través de nuestros sentimientos, o de nuestra conciencia? No. Los sentimientos son engañosos. Nuestro espíritu da testimonio por la fe en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios declara nuestra salvación cuando creamos en ella, cuando nosotros confiemos en Cristo. Por consiguiente, el Espíritu da testimonio "junto con" nuestro espíritu.

p. De la unción del Espíritu. "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas... Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él." (I Juan 2:20-27)

La palabra "unción" y "ungimiento" son de la misma palabra griega. En las Escrituras, el "ungimiento", tanto en el antiguo como en el nuevo testamento, se efectuaba para algún servicio. Los reyes y los sacerdotes eran ungidos para el servicio especial que debían prestar. Cristo fue ungido (Hechos 10:38) El nombre mismo, el "Cristo," significa "el Ungido." El es el Ungido de Dios como Profeta (pasado), Sacerdote (presente) y Rey (futuro).

El creyente en Cristo recibe el ungimiento para el servicio cuando es nacido de nuevo. El ungimiento del Espíritu no es para unos pocos privilegiados. Todos los creyentes son ungidos, "...vosotros recibisteis." El ungimiento del Espíritu se efectúa una vez para siempre, "...permanece en vosotros." No hay lugar en las Escrituras donde se diga que uno recibe el ungimiento de nuevo. Las falsas religiones podrán tratar de alejarnos de Cristo, de inducirnos a que nos apartemos de nuestra fe; pero nosotros, habiendo oído los argumentos de sus persuasiones, no cedemos, porque tenemos la unción del Espíritu. "...Y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe."

q. Del servicio aceptable a Dios. "Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne." (Filipenses 3:3) Para ser aceptable ante Dios, nuestros esfuerzos tienen que ser dirigidos por el Espíritu. No es que uno sirve a Dios con sus manos, pies y labios; sino que, el Espíritu hace todo, a través de nuestras manos, pies y labios.

r. De la comunión del Espíritu. "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14) La palabra "comunión" podría traducirse "compañerismo," o "asociación." Por lo tanto, "comunión" significa "participar, tomar parte, y compartir." La comunión del Espíritu Santo y de los cristianos se concentra en la persona de Jesucristo.

s. De la oración en el Espíritu. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos." (Romanos 8:26-27)

¿Es erróneo orar al Espíritu Santo? La Biblia no nos ordena hacerlo, a pesar de que El es un miembro de la Trinidad.

t. De la batalla del Espíritu. "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis." (Gálatas 5:17)

u. De la enseñanza del Espíritu. "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10) El Espíritu Santo revela su palabra solamente a los creyentes que han nacido de nuevo, y no a los que están fuera del cuerpo de Cristo. El hombre, sin el Espíritu de Dios, no puede aprender las verdades de Dios. (I Corintios 2:14)

5. El Espíritu Santo y las Escrituras.

a. Inspiración. "Toda la Escritura es inspirada por Dios..." (II Timoteo 3:16) El significado literal de "inspirada" es "exhalada," o "del aliento de Dios." Ninguna profecía es producto del ingenio propio del hombre. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Palabra de Dios. Las palabras, no meramente los pensamientos, han sido inspirados, de la manera que fueron dadas por Dios en el idioma original. Alguien preguntará, "¿No usó Dios a instrumentos humanos?" Sí, pero el uso de instrumentos humanos no la rebajan como la Palabra de Dios. Cuando leemos el Pentateuco, nosotros no leemos las palabras de Moisés, sino que leemos las palabras de Dios. Véanse: I Corintios 2:12-13; 10:11; Romanos 4:20-25; 15:4.

b. Ilustración. La mejor manera de estudiar la Biblia es conociendo a su Autor. El mejor intérprete de la Biblia es el Escritor, el Espíritu Santo. Así como el Señor Jesucristo hizo conocer las Escrituras a los discípulos, de la misma manera el Espíritu Santo lo hace para nosotros en la actualidad. (I Corintios 2:9-14)

6. El Espíritu Santo y los pecados contra El.

a. Contristando al Espíritu. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30) Contristar tiene que ver con el amor. Las personas que no nos aman nunca podrían contristarnos. El Espíritu Santo se contrista por nosotros porque El nos ama.

b. Mintiendo al Espíritu. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo? (Hechos 5:3) Ananías mintió a la Iglesia, el templo del Espíritu Santo. También nosotros podemos mentir al Espíritu Santo. Podemos pronunciar una mentira. Algunas veces en una reunión emocional las personas dedican sus vidas a un servicio cristiano específico, pero poco después, ellas descuidan esa decisión. Esto es mentir al Espíritu Santo.

c. Apagando al Espíritu. "No apaguéis al Espíritu..." (I Tesalonicenses 5:19) "Apagar" significa "extinguir." Véase: Números 11:28-29.

d. Resistiendo al Espíritu. "Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo." (Hechos 7:51)

e. Insultando al Espíritu. "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios... e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?" (Hebreos 10:29)

f. Blasfemando contra el Espíritu. Este es el llamado pecado imperdonable que encontramos en Mateo 12:31-32 y Marcos 3:29-30. Si la gracia de Dios, la cual perdona todos los pecados de la humanidad, no perdona éste, entonces debe ser un pecado verdaderamente insólito. El asesinato no es el pecado imperdonable. La incredulidad no es el pecado imperdonable. ¿Dónde estaríamos nosotros si esto fuera cierto? El rechazo de Jesucristo no es el pecado imperdonable; sin embargo, el hombre que rechaza a Cristo y se muere sin El, se pierde irremediablemente. El Espíritu no se esfuerza por el hombre después de la muerte. Su rechazo al final no fue imperdonable, sino imperdonado.

Debemos distinguir entre las siguientes palabras:

(1) "Imperdonado," e "imperdonable,"

(2) "Inexcusado," e "inexcusable,"

(3) "No salvo," e "insalvable."

Creemos que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos denominan "imperdonable," era un pecado dispensacional; y que fue limitado a los treinta y tres años durante los cuales Cristo estuvo en el mundo. Dios no comisionó jamás a ningún hombre que fuera y predicara el mensaje de salvación a algunos hombres a quienes El no quería a salvar. Véase: Marcos 16:15.

¿Ha sido salvado alguno que ha cometido la blasfemia? Sí, el apóstol Pablo. "...habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad... Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna." (I Timoteo 1:13,16)

La palabra "hable" en Mateo 12:32, y en Marcos 3:30 son las claves de la interpretación correcta del asunto.

7. Los símbolos del Espíritu Santo.

a. La Paloma. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él." (Juan 1:32) El Espíritu no descendió sobre ningún otro de esta manera. En Génesis 1:2, el Espíritu Santo es descrito moviéndose sobre la faz de las aguas, como una paloma cobijando sus huevos para empollarlos. La paloma es un ave limpia, benigna, y muy particular con respecto a su comida. Así también los que son del Espíritu. Nosotros debemos ser "... sencillos como palomas." (Mateo 10:16) La Palabra de Dios nos da una descripción de la ira del Hijo, pero nunca de la ira del Espíritu Santo.

b. El agua. "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos." (Isaías 44:3) Véase: Juan 7:38-39. Lo que el agua significa para los labios sedientos, y lo que la lluvia significa para la tierra seca, es lo que el Espíritu significa para el individuo. No hay nada que calme la sed mejor que el agua. No hay nada, ni nadie que satisfaga el anhelo del corazón como el Espíritu Santo.

c. El Aceite. "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse: Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el sacerdote fue ungido con aceite, la sangre de su ofrenda fue puesta en: (1) su oreja derecha - debía siempre oír la Palabra de Dios; (2) su dedo pulgar derecho - sus labores debían ser para la gloria de Dios y (3) el pulgar de su pie derecho - él debía caminar con Dios. (Lev. 8:12,22-24)

d. El viento. "Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza hijo de hombre, y di al Espíritu: Así ha dicho Jehová es el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán... Y pondré mi Espíritu sobre vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová, hablé, y lo hice, dice Jehová." (Ezequiel 37:9-14) Véase: Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No podemos ver al viento, sin embargo es poderoso. La visibilidad no puede restringir la acción. El viento también habla de "limpieza." (Job 37:21)

e. El fuego. "Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos." (Hechos 2:3) El fuego es un símbolo para el Espíritu de Dios. Tal como el fuego, el Espíritu Santo purifica, consume, calienta, prueba, ilumina y da energía.

f. La investidura. "Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre (cubrió como un vestido a) Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él." (Jueces 6:34) La investidura habla de la protección, del cubrimiento. El Espíritu es nuestra protección.

PNEUMATOLOGIA: DEFINICION E INTRODUCCION

Pneumatología es un término que proviene del griego Pneuma que significa " espíritu", soplo, hálito, viento; y que metafóricamente describe un ser inmaterial o influencia, y -logía, -λογία, tratado, estudio. Definiéndose como el estudio de seres espirituales y fenómenos, especialmente las interacciones entre los humanos y Dios.

En términos mas llanos, llamamos Pneumatologia a la rama de la teología bíblica que estudia sobre la persona y la obra del Espíritu Santo.

En la Filosofía.

En la filosofía se habla de pneumatología, o pneumática, sobre todo en conexión con la filosofía de Leibniz, como de la "ciencia" de los espíritus entendida como investigación en torno a Dios, a las almas y a las substancias simples. Retomado por Christian Wolff el término sigue indicando el conjunto de psicología y teología natural pero en el curso de los siglos siempre designa principalmente así la sola esfera psicológica así lo era para D'Alambert o, sucesivamente, para Rosmini la pneumatologia concernió exclusivamente a los "espíritus creados", cómo hombres y ángeles y no Dios.

En la Teología Cristiana.

En la Teología Cristiana, pneumatología se refiere al estudio del Espíritu Santo. En la doctrina Cristiana popular, el Espíritu Santo es la tercera persona de Dios en la Trinidad. Algunas variantes de Cristianismo niegan que el Espíritu Santo sea personal, aunque asegurando que puede, en algunas ocasiones, influenciar a las personas. en el Evangelio de Juan, pneuma es unido a renacimiento en agua y espíritu que fueran sugeridos para el bautismo.

Durante el siglo XIX, ha sido considerada principalmente como una fuente de gracia y fe, consignada por la doctrina de la salvación; mientras que el siglo XX fue de reconocimiento, sobre todo entre los autores protestantes, como por ejemplo en la teología Calvinista en la que el Espíritu Santo juega un papel fundamental, aunque mucho más en un proto-conocimiento de la escatología

El macedonianismo es un el movimiento herético surgido a mediados del siglo IV que debe su nombre al arzobispo de Constantinopla, Macedonio que negaba la divinidad del Espíritu Santo. A sus seguidores de esta nueva postura radical fueron también llamados pneumatómacos (adversarios del Espíritu).

DESARROLLO DE LA PNEUMATOLOGIA.

En el Antiguo Testamento, el vocablo Espíritu viene del hebreo “ruah”, que en la versión LXX pasó a ser “pneuma”. Que generalmente es una expresión del poder de Dios, la extensión de sí mismo por la que Él lleva a cabo muchos de sus poderosos actos. A veces también, puede significar: “la mano de Dios”, como así aparece en el Salmo 19:1 (los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos); “la palabra de Dios”, utilizada en Salmo 33:6 (por la palabra de Jehová esta fueron hechos los cielos…); “la sabiduría de Dios”, como fue usada en 1 Reyes 3:28 (Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar).

Los orígenes de la palabra “espíritu”, tanto en hebreo (ruah) como en griego (pneuma) son similares, porque provienen de la palabra “respiración” y “viento”, que las culturas antiguas conectaban con una fuerza espiritual invisible.

La función primaria del Espíritu de Dios en el AT es la de espíritu de la profecía. El Espíritu de Dios es la persona inspiradora de los profetas, ese poder que a veces movió a éxtasis, pero siempre a la revelación del mensaje de Dios, expresado por los profetas con la expresión: “así habló el Señor”. Es decir, que los profetas de Dios u hombres de Dios en el AT estaban inspirados por Espíritu de Dios.

La frase “Espíritu Santo” aparece en dos contextos en el AT, pero en ambas se le califica como Espíritu Santo de Dios (Salmos 51:11 e Isaías 63:10-14), de modo que está claro que Dios mismo es el referente, no Espíritu Santo que se encuentra en el NT. Pero sí hay que decir que, aunque la personalidad y la identidad del Espíritu Santo son reveladas en el AT, estas no son entendidas por los creyentes del AT. Mas bien encontramos expresiones especiales de la actividad de Dios con y a través del hombre. El Espíritu de Dios es santo al igual que lo son su palabra y su nombre; todos ellos son formas de su revelación, y en cuanto a tales se les presenta como antítesis de todas las cosas humanas o materiales. Los profetas del AT, anticipan un tiempo en que Dios, que es santo, volcará su Espíritu sobre los hombres, que se volverán santos (Joel 2:28). El Mesías de Dios será aquel sobre quien descanse el Espíritu y que inaugurará el tiempo de la salvación y la morada del Espíritu de Dios dentro del hombre.

Judaísmo Intertestamentario.

Dentro de judaísmo intertestamental, varios progresos significativosformaron el concepto de "Espíritu Santo" tal como se le entiende en el NT.

Después de que los profetas del AT hubieran proclamado la venida del Espíritu en la era mesiánica de la salvación, el judaísmo había desarrollado la idea de que el espíritu de profecía se había acabado dentro de Israel con el último de los profetas bíblicos ( Un ejemplo de esto lo encontramos en la profecía de Joel 2:28, cumplida en el día de Pentecostés. Esta es la misma revelación para AT y NT pero entendido en NT por la obra redentora y progresiva de Cristo). Salmos 74:9 dice: “No vemos ya nuestras señales; No hay más profeta, Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo”

En consecuencia, de vez en cuando surgió una esperanza de amanecer de la

nueva era, especialmente en el movimiento apocalíptico, que generalmente se enfocó a un supuesto mesías y/o algún despertar profético, comprobado con lo que señalo Gamaliel en Hechos 5:34 y sgts. “Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados”.

La expresión "el Espíritu Santo" aparece de vez en cuando en el judaísmo, pero, como en los textos rabínicos, generalmente significa "el espíritu de profecía de Dios".

Así, la expectativa mesiánica del judaísmo, que incluía el derramamiento escatológico del espíritu de Dios, resultó restringida por la convicción de que el espíritu se había terminado en Israel con el último de los profetas; al Espíritu Santo se le entendía como espíritu de profecía de Dios, que sería dado otra vez en los nuevos tiempos a un Israel purificado, conjuntamente con el advenimiento de un mesías.

El concepto del Espíritu Santo fue ampliado a través de la literatura sapiencial, especialmente en la personificación de la sabiduría a medida que esa idea entró en contacto con la de Espíritu. Ya desde Prov. 8:22ss. y Job 28:25ss., a la sabiduría se la presenta como un aspecto, más o menos independiente, del poder de Dios (aquí como agente en la creación), y a la sabiduría se le adscriben funciones y características atribuidas al Espíritu Santo en el NT.

3. El Nuevo Testamento

La enseñanza del NT sobre del Espíritu Santo se remonta al enfoque delEspíritu de Dios como manifestación del poder de Dios, y en la del espíritu de profecía.

Jesús, y la iglesia después de él, juntó estas concepciones al Predicar al Espíritu Santo como don escatológico de Dios al hombre.

La frase "el poder del Altísimo cubrió con su sombra" a María, frase de construcción paralela a la de "el Espíritu Santo " (Lucas 1:35; cf. 9:35), se hace eco de la expresión del AT de que espíritu de Dios es la nube divina que "cubrió con su sombra" el tabernáculo de modo que la tienda quedó llena de la gloria del Señor (Éxodo. 40:35; Isa. 63:11 y sgts. identifica la presencia de Dios en esta instancia como "Espíritu Santo de Dios").

Lucas registra el poder de Jesús para expulsar a los demonios "por el dedo de Dios", expresión del AT para el poder de Dios (Lucas 11:20; Éxodo. 8:19; Salmos 8:3). A este poder se le identifica como "espíritu de Dios" (Mat. 12:28), es decir, el Espíritu Santo (Mat. 12:32).

En el bautismo de Jesús el Espíritu vino sobre El, (Marc.1:10; "el Espíritu deDios", Mat. 3:16; "el Espíritu Santo" Lucas 3:21), que recibió la confirmación de su divina filiación y misión mesiánica (Mat. 3:13 y sgts, par).

Jesús salió del Jordán lleno del Espíritu Santo (Lucas 4:1), y después de la tentación comenzó su ministerio "con el poder del Espíritu" (Lucas 4:14).Tomando el mensaje de Juan Bautista, Jesús proclamó la venida del reino de Dios (Mat. 4:17; cf. 3:1), Venida que estaría marcada por la presencia del Espíritu Santo (Mat. 12:28 y sgts) como muestra de la era mesiánica de la salvación (Lucas 4:18 y sgts.; Hechos 10:38; etc.).

...

Descargar como  txt (218 Kb)  
Leer 152 páginas más »