Noviazgo Y Sexualidad

El Noviazgo Cristiano y el Sexo

Noviazgo y sexo. ¿A cuál joven no le interesa este tema? Tanto es así, que estoy

seguro de que este artículo será muy leído. ¡Quizá éste sea el primer artículo de esta revista que estás leyendo! Si es así, no estás fuera de lo normal.

A continuación, quiero tratar acerca del noviazgo cristiano. Es decir, un noviazgo que

se practica conforme al plan de Dios y según las normas escritas de la Biblia. Tal

noviazgo es una bendición espiritual y se convierte en un excelente tiempo de

preparación para un matrimonio verdaderamente exitoso. Contrasta radicalmente con los noviazgos del mundo, los que tantas veces terminan en desilusión, desconfianza, engaños, celos, embarazos y amarguras. Este artículo es para aquellos jóvenes que sinceramente desean tener un noviazgo excelente y cristiano.

¿Qué Dice la Biblia Acerca del Sexo?

Toda la Biblia subraya el hecho de que el sexo es bueno y hermoso.

El sexo fue idea de Dios. Él lo planeó. Él nos hizo hombres y mujeres. Él nos hizo

personas sexuales. Si te cuesta creerlo, lee estas citas bíblicas: Génesis 1/27 y 31;

Proverbios 5/18-19; y todo el libro de Cantares de Salomón.

Pero como en todas las cosas hermosas que Dios nos da, la sexualidad debe ser

regulada según sus normas. De no ser así, lo que Dios creó para nuestra bendición, se vuelve en maldición destructora. Por todos lados hay resultados de la sexualidad

carnal: el egoísmo cruel, las enfermedades venéreas, la prostitución, los embarazos

fuera del matrimonio, los niños sin padre, la homosexualidad, y la masturbación.

¿Cuáles son las normas bíblicas que regulan el sexo? La Biblia prohíbe las siguientes

prácticas sexuales:

* El adulterio: relaciones sexuales con una persona casada. (1 Corintios 6/9)

* La fornicación: relaciones sexuales entre personas solteras. (1 Corintios 6/9)

* La homosexualidad o el lesbianismo: relaciones sexuales entre personas del

mismo sexo (1 Corintios 6/9; Romanos 1/24 y 27)

* La bestialidad: actos sexuales con animales (Levítico 18/23)

Además, Dios condena toda inmundicia, impureza, y pasión desordenada (Efesios

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