Predestinacion Y Preordenacion

Introducción.

En todos estos temas tocantes a cuestiones de salvación, identidad, propósito y destino existen muchas dudas dentro del Pueblo de Dios, y no solo interrogantes que asedien nuestro cerebro, sino una gran cantidad de doctrinas y sistemas de pensamiento “bíblicos” que no hacen sino solamente confundir y engañar a la Iglesia del Señor.

Para lograr entender en qué consiste la predestinación y pre ordenación, es necesario tocar bastantes puntos doctrinales y teológicos importantes que el discípulo de la Escuela Bíblica “apasionados por Jesús” ya ha ido estudiando sistemáticamente. En este contexto, no está por demás darle un vistazo rápido a la Creación y el misterio de la gracia y la reconciliación.

Todos nosotros sabemos de una manera por lo menos intelectual que en el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gn 1:1), y digo de una manera intelectual, porque el conocimiento de Dios – el verdadero conocimiento de nuestro Padre Celestial- escapa de nuestros sentidos físicos y del alma, sino que consiste en una revelación directa del Cielo a nuestro Espíritu (Mt 16:13-17), el cual de hecho marcará el inicio de un “continuum” hasta llegar al cisma el cual consiste precisamente en dos cosas:

a) Cumplir el objetivo que Dios ha marcado en nuestra vida (Fil 3:13-14). Me llama la atención como lo dice esta traducción: “corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, quiero decir, de la llamada de Dios en Cristo Jesús.” (BL95). El Comentario Bíblico de la Biblia Plenitud dice lo siguiente acera de este verso: “Aspira a alcanzar la meta que Dios te ha fijado. No repares en gastos en este empeño. No ahorres esfuerzos en tu deseo de alcanzar la meta de conocer a Cristo.”. Amado hermano, desconocer la meta que Dios nos ha fijado es tan importante como conocer verdaderamente a Jesús. ¿Cómo podemos conocer ese objetivo? A través de probar en las diferentes áreas de servicio de nuestra iglesia sabiendo que somos miembros del cuerpo de Cristo. (Rom 12:6).

b) Por otro lado, la revelación completa de Jesús en nuestra vida (Col 4:3) la cual, como lo dice el apóstol Pablo es un misterio, misterio que cada uno de nosotros tiene como misión entender y conocer en su propia vida; no obstante en la predicación “Factor Abraham para la revelación de Cristo” expuse brevemente dos elementos básicos para la revelación de Cristo en nuestra vida (Gn 14; misericordia para con nuestros hermanos y hacerle frente al rey de Sodoma).

Todo es parte de un plan maravilloso, eterno e integral.

Finalmente, todo y lo único que Dios quiere es que todos los pecadores procedan a al arrepentimiento (2 Pe 3:9), no obstante en los poco mas de 6,000 años desde la Creación, el Padre ha hablado de diferentes formas y en diferentes tiempos (Hb 1:1), periodos de tiempo llamados “Dispensaciones”, en las cuales Dios ha levantado grandes hombres y mujeres que fueron sus siervos para que a través de sus dones, ir cumpliendo este propósito (Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, José, Moisés, Etc.). De manera que tu y yo amado hermano somos parte de ese plan maravilloso y eterno que Dios ha trazado en la humanidad y que a través de los dones que Dios ha puesto en nosotros, ministraremos gracia a la humanidad (1 P 4:10)

Ahora bien, algunos de nosotros podremos decir “si yo no cumplo el propósito que Dios ha marcado para mi vida otro más lo podrá realizar”, no hay mentira más grande que esta mi hermano, tu eres único en el plan de Dios, El te diseño, no solo conforme a su imagen y a su semejanza, sino que te dotó de habilidades y capacidades para alcanzar ese propósito y destino. Veamos que dice el Salmo 139 acerca de esto.

Sal 139:13 Tú creaste mis entrañas;

me formaste en el vientre de mi madre.

Sal 139:14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable!

¡Tus obras son maravillosas,

y esto lo sé muy bien!

Sal 139:15 Mis huesos no te fueron desconocidos

cuando en lo más recóndito era yo formado,

cuando en lo más profundo de la tierra

era yo entretejido.

Sal 139:16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:

todo estaba ya escrito en tu libro;

todos mis días se estaban diseñando,

aunque no existía uno solo de ellos. (NVI)

El rey David tenía muy en claro cuál era su identidad en Dios, y además cual era su propósito Celestial. David desde un principio tuvo en claro

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