Resumen Biografia De Un Yogui
NormaJulietta3 de Diciembre de 2012
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Capítulo 43:
La Resurrección de Sri Yukteswar
“¡Señor Krishna!”. La inefable visión estalló de pronto ante mi vista.
La divina figura agitó la mano, sonriendo y asintiendo con la cabeza como saludo.. Sentí que se presagiaba algún acontecimiento espiritual.
Mi viaje a Occidente se había cancelado.
Sentado en mi cama del hotel de Bombay a las tres de la tarde del día 19 de Junio de 1936, la luz del sol se transmutó en un esplendor sobrenatural.
¡Me sumergí en olas de éxtasis al contemplar a Sri Yukteswar en carne y hueso!
“¡Hijo mío!”, dijo el Maestro con ternura.
Por primera vez en mi vida no me arrodillé a sus pies a modo de saludo, corrí para apretarlo ávidamente entre mis brazos. La angustia de los meses pasados me parecía un pequeño pago por la dicha torrencial que ahora descendía sobre mí.
“Maestro mío, amado de mi corazón, ¿por qué me abandonó?”. “¿Por qué me permitió ir a la Kumbha Mela? ¡Qué amargamente me he culpado por dejarle!”.
“No quería interferir en las felices esperanzas que habías puesto en ver el lugar de peregrinación donde encontré a Babaji. Te dejé sólo por un pequeño periodo de tiempo; ¿no estoy de nuevo contigo?”.
“Pero, ¿es usted, Maestro, el mismo León de Dios? ¿Lleva un cuerpo como el que enterré bajo las crueles arenas de Puri?”.
“Sí, hijo mío, soy el mismo. Éste es un cuerpo de carne y hueso. Exactamente igual que el cuerpo físico soñado cósmicamente que depositaste en las arenas de sueño de Puri en tu mundo soñado. He resucitado realmente, no en la tierra, sino en un planeta astral.”
“¡Gurú inmortal, cuénteme más!”.
“Tal como los profetas han sido enviados a la tierra para ayudar a los hombres a agotar su karma, así he sido dirigido por Dios para servir como salvador en un planeta astral”, explicó Sri Yukteswar. “Se llama Hiranyaloka. Allí estoy ayudando a seres avanzados a deshacerse de su karma astral y liberarse así de renacer astralmente. Los moradores de Hiranyaloka están espiritualmente muy avanzados; todos ellos han adquirido, en su última encarnación en la tierra, el poder dado por la meditación de dejar conscientemente sus cuerpos físicos al morir. En Hiranyaloka no puede entrar nadie a menos que en la tierra haya sobrepasado el estado de sabikalpa samadhi y alcanzado el estado más elevado de nirbikalpa samadhi.
“Sólo los seres avanzados pueden realizar tal obra de redención con eficacia en los mundos astrales. Después, estos seres más elevados son atraídos por la ley cósmica a renacer con nuevos cuerpos astrales en Hiranyaloka, el sol astral o cielo, donde he resucitado para ayudarles. En Hiranyaloka también hay seres altamente avanzados que proceden del mundo causal superior, más sutil”.
En ese momento mi mente se encontraba en sintonía tan perfecta con la de mi gurú, que estaba transmitiéndome su descripción en parte a través del habla y en parte a través del pensamiento.
“Has leído en las escrituras”, continuó el Maestro, “que Dios encierra el alma humana en tres cuerpos sucesivos –el cuerpo idea o causal; el cuerpo astral sutil, asiento de la naturaleza mental y emocional del hombre; y el burdo cuerpo físico. En la tierra un hombre está provisto de sus sentidos físicos. Un ser astral trabaja con su conciencia y sentimientos y un cuerpo hecho de vitatrones2. Un ser con cuerpo causal permanece en el gozoso reino de las ideas. Yo trabajo con aquellos seres astrales que están preparados para entrar en el mundo causal”.
“Maestro adorable, por favor, hábleme más sobre el cosmos astral”.
“Hay muchos planetas astrales, llenos de seres astrales”, comenzó el Maestro. “Para viajar de un planeta a otro los habitantes utilizan aviones astrales, o masas de luz.
“El universo astral, hecho de distintas vibraciones de luz y color, es cientos de veces mayor que el cosmos material. Del mismo modo que muchos soles y estrellas físicos vagan por el espacio, existen innumerables sistemas de soles y estrellas astrales. Sus planetas tienen soles y lunas astrales, más bellas que los físicos. El día y la noche astrales son más largos que los de la tierra.
“El mundo astral es infinitamente bello, limpio, puro y ordenado. No hay planetas muertos ni terrenos estériles. Carece de las imperfecciones terrestres, malas hierbas, bacterias, insectos, serpientes. Los planetas astrales mantienen siempre la temperatura de una primavera eterna, con ocasionales días luminosos de blanca nieve y lluvia de luces de muchos colores.
“El universo astral ordinario está poblado por millones de seres astrales que han llegado de la tierra y también por un sinnúmero de hadas, sirenas, peces, animales, duendes, gnomos, semidioses y espíritus, que residen en diferentes planetas astrales. Están provistas de espíritus buenos y malos. Los buenos pueden viajar libremente, pero los espíritus maléficos están confinados en zonas limitadas. Del mismo modo que los seres humanos viven en la superficie de la tierra, los gusanos en el suelo, los peces en el agua y los pájaros en el aire.
“Entre los oscuros ángeles caídos expulsados de otros mundos, tienen lugar fricciones y guerras con bombas vitatrónicas o rayos vibratorios mántricos mentales.
“La tierra es oscura, con guerras y muerte en el mar, los continentes y el aire, pero los reinos astrales conocen una igualdad y armonía felices. Los seres astrales materializan o desmaterializan sus cuerpos a voluntad. Los seres astrales tienen libertad para asumir cualquier forma y pueden comulgar juntos fácilmente. A cualquier árbol astral, por ejemplo, se le puede pedir que produzca un mango astral o cualquier otra fruta, flor u objeto que se desee. Existen ciertas restricciones kármicas, pero en el mundo astral no hay distinción entre lo que es o no conveniente. ”
“Nadie nace de mujer; la descendencia es materializada por seres astrales. Los seres que han perdido su cuerpo físico recientemente, llegan a una familia astral como invitados.
“El cuerpo astral no está sujeto al frío ni al calor u otras condiciones naturales. La anatomía incluye un cerebro astral, o loto de luz de los mil pétalos y seis centros despertados en el sushumna o eje cerebro-espinal astral. El corazón atrae energía cósmica, así como luz, del cerebro astral y la bombea a los nervios astrales y a las células del cuerpo astral o vitatrones. Los seres astrales pueden influir en su cuerpo por medio de la fuerza vitatrónica o de vibraciones mántricas.
“El cuerpo astral es un equivalente exacto de la última forma física. Los seres astrales retienen la misma apariencia que poseían en su juventud, en su estancia previa en la tierra; a veces un ser astral elige, como yo mismo, mantener su apariencia de anciano”. El Maestro, que emanaba la auténtica esencia de la juventud.
“A diferencia del tridimensional mundo espacial físico, conocido sólo por los cinco sentidos, las esferas astrales son visibles para el sexto sentido que lo incluye todo, la intuición”, continuó Sri Yukteswar. “Todos los seres astrales ven, oyen, huelen, saborean y tocan gracias al sentimiento puro intuitivo. El tercer y principal ojo astral, situado verticalmente en la frente, está abierto. Los seres astrales tienen todos los órganos sensoriales externos, oídos, ojos, nariz, lengua y piel, pueden ver por el oído o la nariz o la piel y así sucesivamente4.
“El cuerpo físico del hombre está expuesto a innumerables peligros, y es fácilmente herido o mutilado; el etéreo cuerpo astral puede quemarse o cortarse incidentalmente, pero se cura de inmediato utilizando simplemente la voluntad”.
“En el mundo astral la belleza es una cualidad espiritual y no una característica externa. Por tanto, los seres astrales conceden poca importancia a los rasgos faciales. No obstante, tienen el privilegio de revestirse a voluntad con nuevos cuerpos, llenos de color, materializados astralmente. En ciertas ocasiones los seres astrales se engalanan con cuerpos especialmente diseñados para ellos.”
“En los planetas astrales más elevados, tienen lugar alegres fiestas astrales cuando un ser, se libera del mundo astral y está así listo para entrar en el cielo del mundo causal. En tales ocasiones, el Invisible Padre Celestial y los santos que están unidos a Él, se materializan en cuerpos de su elección y se unen a la celebración astral. Si el devoto le venera a través de la devoción, ve a Dios como la Madre Divina
“La intuición de los seres astrales traspasa el velo que los separa de los hombres y observa las actividades que realizan en la tierra, pero el hombre no puede ver el mundo astral a menos que su sexto sentido se desarrolle.
“Los avanzados seres de Hiranyaloka permanecen casi siempre despiertos, en éxtasis, durante los largos días y noches astrales, ayudando a resolver intrincados problemas del gobierno cósmico y de la redención de los hijos pródigos, las almas terrestres. Cuando los seres de Hiranyaloka duermen, generalmente sus mentes están absortas en el estado de conciencia más elevado del gozoso nirbikalpa.
“Estos avanzados seres se esfuerzan por sintonizar cada uno de sus actos y pensamientos con la perfección de la ley espiritual.
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