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Сelibato sacerdotal


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2020  •  Tesis  •  1.655 Palabras (7 Páginas)  •  168 Visitas

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Según Román  Choli  se  hizo la siguiente alusión al celibato sacerdotal en las iglesias orientales. En el oriente solamente los sacerdotes célibes pueden ser ordenados como obispos, aclarando que los sacerdotes después de su ordenación no pueden contraer matrimonio, los que bien nos deja por entender que  esas venerables iglesias del oriente, poseen en cierta medida el principio  del  sacerdocio celibatico y de una cierta conveniencia entre el celibato y el sacerdocio cristiano, de los cuales los obispos poseen entera plenitud.

Siempre en la iglesia católica, se habla del tema del clero o sacerdote casado, haciendo referencia invariable al sacerdote oriental y reflejando de igual manera el desconocido clero casado de la iglesia de occidente. La fuente de confusión en este punto se inclina en lo siguiente, mientras el celibato sacerdotal hace referencia a no  estar casado, no se  ha considerado como condición absoluta para la recepción del orden sacerdotal, en otras palabras la continencia  sacerdotal es distinta de la del celibato sacerdotal, aunque este comprende  aquella, la continencia clerical en un concepto significativo. Puesto que fueron obligados a esta disciplina tanto  el  alto clero como el clero no casado.

En la iglesia  de occidente, la tradicional disciplina de continencia  sacerdotal se ha roto, respecto a los diáconos casados, y para los sacerdotes por  la ordenación de clérigos convertidos al catolicismo.

Podemos decir que la ley del celibato, en cuanto a disciplina general, es un desarrollo tardío, pero halla sus raíces crónicas, históricas y teológicas en la obligación de vivir la continencia perpetua. En cuanto a la cuestión del comienzo de esta obligación, volveremos a ella más adelante.

Es particularmente importante que el sacerdote comprenda la motivación teológica de la ley eclesiástica sobre el celibato. En cuanto la ley, ella expresa la voluntad de la iglesia, pero esta  voluntad de la iglesia y su motivación ultima en relación  que el celibato tiene con la ordenación sagrada, que configura al sacerdote con Jesucristo cabeza y esposo de la iglesia.

En el evangelio cristo no vacilo  en pedir a quienes escogía de apóstoles que dejaran todo por seguirlo. Ese dejar todo significaba principalmente renunciar a formar una propia familia, el mismo Dios sabía que el hecho de renunciar a tener una familia propia requería mucha generosidad porque supone el don total de sí mismo.

En conclusión general, es particularmente importante que el sacerdote comprenda la motivación teológica de la ley eclesiástica, sobre el celibato, en cuanto ley ella expresa la voluntad de la iglesia, antes aunque la voluntad que el sujeto  manifiesta con su disponibilidad

Hablar del celibato en estos tiempos, implica mencionar casos de abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes, lo que ha provocado poner en duda el precepto católico del mismo, una pérdida de credibilidad en los ministros de Dios y el surgimiento de preguntas como ¿realmente es importante ser célibe? Para dar respuesta a éste interrogante, es bueno definir en primera instancia la palabra Celibato.

Celibato” palabra española derivada del latín caelebs, cuyo significado es "no casado", y que hace referencia a la renuncia al matrimonio por parte del clero y de quienes decidieron dedicar su vida a formar parte de las órdenes monásticas de la iglesia Católica Romana.

A partir del Concilio de Elvira del año 306, se decreta el celibato como obligación dentro de la iglesia Apostólica Romana; allí en uno de sus apartes dice: "Se ha decidido por completo la siguiente prohibición a los obispos, presbíteros y diáconos o a todos los clérigos puestos en ministerio: que se abstengan de sus mujeres y no engendren hijos; y quien quiera lo hiciere, sea apartado del honor de la clerecía"[1]. Esto quedó prácticamente en el papel, pues a través de la historia se han dado a conocer muchos casos de miembros importantes del clero que: - han sido casados (San Pedro, Apóstol, San Félix III 483-492 (2 hijos), San Hormidas 514-523 (1 hijo), San Silverio (Antonia) 536-537, Adriano II 867-872 (1 hija), Clemente IV 1265-1268 (2 hijas), Félix V 1439 1449 (1 hijo))[2]; - han tenido hijos sin haberse casado (Inocencio VIII 1484-1492 (varios hijos), Alejandro VI 1492-1503 (varios hijos), Julio 1503-1513 (3 hijas), Pablo III 1534-1549 (3 hijos y 1 hija), Pío IV 1559-1565 (3 hijos), Gregorio XIII 1572-1585 (1 hijo))[3]; - han sido acusados de abusar de niños y jóvenes (Sacerdote Gilbert Gauthe (Estados Unidos), encontrado culpable de once casos de abuso sexual a menores, el sacerdote Luis Sierra (Argentina), fue condenado en noviembre de 2004 a ocho años de prisión por abusar sexualmente de tres monaguillos que asistían como alumnos a un colegio religioso donde él enseñaba, el sacerdote Mario Napoleón Sasso (Argentina), condenado a 17 años de prisión por considerarse que había abusado sexualmente de un grupo de niñas de entre 11 y 14 años que concurrían al comedor comunitario que estaba a su cargo)[4], entre otros.  

Lo anterior nos permite deducir que el celibato debe ser una elección, que requiere de una fuerza interior para renunciar a su sexualidad y entregarse solamente a Dios y no una obligación, pues quienes pertenecen a la Iglesia, no han dejado de ser seres humanos y como tales, tienen necesidades físicas que tarde o temprano por naturaleza saldrán a flote y que al no ser satisfechas, pueden generar comportamientos aberrantes donde los más indefensos son siempre los que pagan, ya que este estado antinatural se opone con la biología, la psicología y con la supervivencia de la especie a la que pertenece el ser humano.

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