ACCESO UNIVERSAL A LA ENERGÍA

Necesidades energéticas y desarrollo

No podemos calificar de DESARROLLO SOSTENIBLE aquél que deja en la cuneta miles de millones de personas sin acceso a formas modernas de energía y por tanto sin posibilidad de acceso a una vida digna. La búsqueda de un modelo de desarrollo sostenible pasa inexorablemente por el acceso universal a la energía.

En esta comunicación se comentan los resultados de un par de informes que han sido publicados en este año 2010 y que son relevantes en la lucha contra la pobreza y para el acceso universal a la energía

Desde hace ya muchos años, se viene documentando la estrecha relación entre acceso y uso de formas modernas de energía y desarrollo humano.

En el gráfico 1 se han posicionado diferentes países en función del Índice de Desarrollo Humano (PNUD) y el Índice de Desarrollo Energético (AIE). Una conclusión interesante es que en países en desarrollo, pequeños incrementos de desarrollo energético propician incrementos significativos de desarrollo humano, mientras que en países desarrollados, los incrementos energéticos no se trasladan en incrementos apreciables de bienestar. La evolución histórica de países desarrollados parece indicar que un incremento de acceso y uso de la energía facilitan el desarrollo humano (educación, salud, ingresos económicos)

Otro tema importante a considerar es que los temas energéticos (acceso, seguridad de suministro, emisiones contaminantes,…), cada vez más, cobran significado en un contexto global. Su tratamiento excede las competencias de los gobiernos nacionales. Eso lo saben bien los políticos (reuniones G20), los operadores energéticos (empresas multinacionales) y la sociedad civil (desastres ecológicos). Por eso, tiene sentido tratar el acceso universal en su contexto global.

La situación actual es que el 20% de la población ,1.400 millones de personas, no tiene acceso a la electricidad. El 85% de esta población vive en zonas rurales. Y apenas se reducirán a 1.200 millones en el 2030.Y el 40% de la población mundial, 2.700 millones de personas, utilizan biomasa para cocinar y calentarse. Y con las actuales políticas serán 2.800 millones en el 2030.

Las consecuencias de la situación actual es que la falta de acceso a la energía impedirá la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 (reducir a la mitad la pobreza extrema) porque no es posible consolidar los avances en salud y educación y mucho menos aumentar los ingresos sin tener acceso a formas modernas de energía. Y, aunque las muertes por sida, tuberculosis y malaria irán disminuyendo, se prevé que en 2030 habrá casi igual de muertes prematuras ocasionadas por enfermedades consecuencia de la inhalación de humos en las viviendas, que las originadas por las tres enfermedades juntas.

Sólo estas consecuencias deberían ser suficientes para colocar el acceso universal energético entre las máximas prioridades de actuación.

Si clasificáramos las necesidades energéticas en diferentes niveles, tendremos:

Nivel 1: Necesidades humanas básicas

- Electricidad para iluminación, comunicación y servicios comunitarios: 50-100 Kwh/ año

-Tecnologías y combustibles modernos para cocinar/calentar (50-100Kg o cocinas mejoradas)

Nivel 2 Usos productivos de la energía

-Energía para mejora de productividad: bombeo de agua, mecanización,

-Procesado para comercialización productos agrícolas

-Combustible para transporte

Nivel 3 Necesidades sociales modernas.

-Refrigeración y calefacción (agua y ambiente)

-Transporte privado

-Uso de electricidad en torno a 2.000Kwh/año

El acceso universal debe permitir acceso a los niveles 1 y 2 para posibilitar la generación de ingresos con la energía (evitar las trampas de la pobreza).En todo caso, en las cifras que se citan en el resto de esta comunicación, se ha considerado acceso sólo al nivel 1: NECESIDADES HUMANAS BÁSICAS.

Hacia el objetivo de acceso universal a la energía

En 2009, tras la Cumbre de Copenhague, el Secretario General de NNUU constituyó un Grupo Consultivo de Alto Nivel para que asesorar en temas de Energía y Cambio Climático. Dicho grupo, formado por relevantes personalidades ligadas al ámbito energético desde la esfera pública y privada, hizo público, en Abril 2010, un informe denominado “Energía para un Futuro Sostenible”

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