Babilonia
Enviado por ice1 • 5 de Octubre de 2012 • Tesis • 3.571 Palabras (15 Páginas) • 428 Visitas
Babilonia fue una antigua ciudad de la baja Mesopotamia. Ganó su independencia durante la Edad Oscura, tras lo cual se convirtió en capital de un vasto imperio bajo el mandato de Hammurabi (siglo XVIII a. C.). Desde entonces se convirtió en un gran centro religioso y cultural. Aún en época helenística, ya despojada de su segundo imperio y caída en desgracia frente a otras grandes ciudades como Persépolis, Alejandro Magno quiso convertirla en su capital.1 En el año 312 a. C. Seleuco I Nicátor trasladó la capitalidad del imperio Seléucida a Seleucia, aposentada sobre el río Tigris y no sobre el Éufrates por rapidez de las nuevas vías comerciales. Los babilonios fueron invitados a mudar sus residencias. Para entonces la ciudad había entrado en franca decadencia, siendo abandonada por la mayoría de sus habitantes poco después.2 A pesar de ello se les permitió quedarse a los sacerdotes de Bēl -relacionados con el templo de Año Nuevo-, y la ciudad funcionó como residencia real durante la ocupación parta.3
Actualmente sus ruinas, parcialmente reconstruidas por Saddam Hussein a finales del siglo XX, se encuentran en la provincia iraquí de Babil, 110 km al sur de Bagdad.
Etimología
Originalmente la ciudad se llamaba Ká.dingir, trascripción romanizada de la escritura cuneiforme del sumerio Ka-dingirra(k), ocasionalmente escrito también Ká.dingir.ra y Ká.dingir.ma. Transliteralmente significan Puerta de los dioses o Puerta del dios. Algunos autores han relacionado este topónimo con Bãbil, también escrito Ba(b)bal, formas preacadias. Posteriormente Ká.dingir fue traducido al acadio, resultando la forma Bãb-ilim, que evolucionó en sus dialectos asirio y babilonio, a partir de la dinastía casita, en una gran variedad de formas, como Bab-ilu y Bab-ilani, de las cuales deriva la forma en antiguo griego Βαβυλών (Bab-ilu-on o Bab-il-on, según textos), génesis de las actuales formas occidentales, como Babilonia (en español), Babylon (en inglés) y Babylone (en francés).4
• Jardines colgantes de Babilonia: Maravilla de la Antigüedad, fueron mandados construir por Nabucodonosor II para su esposa Amytis, procedente del norte de Media (Oriente Medio), que añoraba su tierra montañosa y verde,20 ocupaban un lugar entre el río Éufrates y la Avenida de las Procesiones, ligados al gran palacio de Nabucodonosor. Aunque se han teorizado diversos modelos arquitectónicos de su construcción, aún se desconoce el sistema exacto utilizado para su creación; se han encontrado sin embargo poleas y diversos restos de, quizá, un sistema hidráulico, que permiten situarlos en ese lugar,26 además de restos de arcos construidos en piedra, material extraño en una ciudad donde casi todas las construcciones son de adobe, que elevaban el suelo unos 20 metros.22
• Puente sobre el río Éufrates: Conectaba las dos partes de la ciudad. Sus siete pilonos eran de piedra, algo muy raro en la construcción babilónica, donde la arquitectura estaba basada en el uso del adobe.6 A través de él se realizaban las transacciones comerciales con las naves que remontaban el Éufrates. Hay un octavo pilono, pero se acepta que descansaba sobre ya en tierra y no sobre el río; sin contar esa distancia se presume la longitud del puente en 123 m. El historiador griego Ctesias escribió que las piedras estaban unidas con ganchos de hierro y que sobre esta estructura la construcción era de madera.32 Probablemente el puente que conocemos fue mandado construir por Nabucodonosor, reemplazando a uno anterior de Nabopolasar.15 Al menos en tiempos de Darío I los barcos podían amarrarse a los pilonos abonando un peaje en una casa situada a la cabeza del puente.15
• Anfiteatro griego: No se han encontrado documentos que lo citen. Arqueológicamente se ha datado en diferentes periodos, siguiendo las fases de su construcción: a finales del siglo IV a. C., durante el reinado de Antíoco IV (principios del siglo II a. C.), el de Mitrídates II (finales del II a. C. y principios del I a. C.) y el siglo II d. C.3
• Ágora: Existe un pasaje de Diodoro Sículo que menciona la destrucción del ágora de Babilonia durante el gobierno del arsácida Himero, quien entre otras atrocidades mandó prenderle fuego. El ágora no se menciona en ningún otro texto. Una posible interpretación de la plataforma encontrada por Robert Koldewey en el montículo llamado Homera es que ésta se relacionara con el ágora griego.32
• La piedra de Rosetta es parte de una antigua estela egipcia de granodiorita1 con texto grabado que proveyó la clave para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios. La inscripción registra un decreto que fue expedido en Menfis en el año 196 antes de Cristo, en favor del rey Ptolomeo V. En el decreto aparecen tres textos: el superior consta de 14 renglones escritos en antiguos jeroglíficos egipcios, el texto medio consta de 32 renglones en egipcio demótico y el texto inferior consta de 53 renglones en griego antiguo.1 Sus dimensiones son: 112,3 cm de alto (máximo), 75,7 cm de ancho, 28,4 cm de grosor.1
• La estela, originalmente expuesta dentro de un templo, fue probablemente trasladada durante el periodo copto de cristianismo primitivo o el medieval, para ser usada después como material de construcción de una fortaleza en el pueblo de Rashid (Rosetta) en la delta del Nilo. Fue descubierta en 1799 por un soldado de la expedición francesa a Egipto. Como el primer texto bilingüe conocido, la piedra Rosetta despertó gran interés público por su potencial para descifrar el idioma egipcio antiguo que hasta entonces no se había podido traducir. Copias litográficas y moldes en yeso empezaron a circular entre los museos europeos y estudiosos. Mientras tanto, tropas británicas derrotaban a los franceses en Egipto en 1801 y la piedra original cayó en posesión británica bajo la Capitulación de Alejandría. Transportada a Londres, ha sido exhibida públicamente en el Museo Británico desde 1802. Es uno de los objetos más visitados del Museo Británico.
HISTORIA
Fue descubierta el 15 de julio de 1799 por el capitán francés Pierre-François Bouchard en el pueblo egipcio del delta del Nilo denominado Rosetta (también llamado Rashid), cuando las tropas capitaneadas por Napoleón Bonaparte se encontraban guerreando contra las de Gran Bretaña en las tierras de Egipto.
La piedra iba a ser transportada a Francia por los miembros del Instituto de Egipto, pero los ejércitos ingleses, que habían desembarcado en la primavera de 1801, la confiscaron pese a las enardecidas protestas de Étienne Geoffroy Saint-Hilaire ante el general británico Hutchinson. La piedra de Rosetta se exhibe en el Museo Británico de Londres desde 1802.2 En el lado izquierdo lleva una inscripción con pintura blanca que dice «Captured in Egypt by the British Army in 1801» (Capturada en Egipto por el ejército británico en 1801), y en el derecho otra inscripción, «Presented by King George III» (Presentada por el rey Jorge III)[cita requerida].
La primera traducción completa del texto griego apareció en 1803. Sin embargo, pasaron veinte años antes de que fuera anunciado el descifrado del texto egipcio por Jean-François Champollion en París en 1822. Transcurrió mucho más tiempo antes de que los estudiosos fueran capaces de leer otras inscripciones y la literatura en egipcio antiguo de manera fiable. Las principales ventajas para su descrifado fueron:
• Reconocer que la piedra ofrecía el mismo texto en dos idiomas distintos y tres grafías (1799).
• Que el texto demótico usaba caracteres fonéticos para deletrear nombres extranjeros (1802);
• Que el texto jeroglífico hacía lo mismo, y que había similitudes generales con el texto demótico (Thomas Young, 1814)
• Que el texto contenía nombres extranjeros con caracteres fonéticos, que también fueron usados para deletrear palabras egipcias (Champollion, 1822-1824).
Además, la comunidad copta conservaba un antiguo idioma, para fines litúrgicos, que poseía notable similitud con el hablado por los egipcios dos mil años atrás. Champollion lo estudió y dedujo las principales claves de la gramática del Antiguo Egipto.
Desde su descubrimiento, la piedra ha sido el foco de rivalidades nacionalistas, como la transferencia de su posesión de Francia a Gran Bretaña durante las Guerras Napoleónicas, la larga disputa sobre el valor de las contribuciones de Young y Champollion para el descifrado de la piedra y, en los últimos años, las demandas para que la piedra retorne a Egipto.3
Otras dos copias fragmentadas del mismo decreto fueron descubiertas después y otras inscripciones bilingües o trilingües, incluyendo dos decretos ptolemaicos anteriores, (el decreto de Canopus de 283 antes de cristo, y el decreto de Menfis de Ptolomeo IV, de 218 antes de cristo). La Piedra de Rosetta no era la única inscripción bilingüe, pero fue la llave esencial para poder leer la literatura del Antiguo Egipto y conocer su civilización. Por analogía, el término Piedra de Rosetta se utiliza, en otros contextos, como nombre de las pistas esenciales en un nuevo campo del conocimiento.
Gracias a Thomas Young, Jean-François Champollion y otros estudiosos de la escritura del Antiguo Egipto, hoy puede ser considerada como una joya en la historia del lenguaje y la transcripción.
Sólo dos veces fue trasladada la piedra del Museo Británico: durante la Segunda Guerra Mundial, para su protección, y en 1972, con ocasión del 150 aniversario del descifrado de los jeroglíficos, siendo expuesta en el Museo del Louvre varias semanas.
Hay una reproducción de la piedra Rosetta en el Distrito de Figeac (Lot), la ciudad natal de Champollion, y es obra del artista Joseph Kossuth, mide
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