Computdoras

LA TECNOLOGÍA NO ES INDISPENSABLE, PERO SI NECESARIA

Erase una vez en un pueblito conurbado, a finales de los años 90, ahí vivía un adolescente llamado Alejandro, que no le gustaba tener contacto con innovaciones tecnológicas, según él, esas cosas no eran necesarias para la subsistencia del ser humano, pasaba su vida alejado y evitando el contacto con tecnologías, casi no tenía amigos, pues lo consideraban muy radical. Vivía desafiando al sistema, se la pasaba protestando y mostrando su inconformidad hacia lo que consideraba malo, como el maltrato a los animales, la falta de conciencia ecológica y la discriminación.

En una ocasión conoció a otro adolescente que compartía sus ideas, su nombre era Antonio. Antonio pensaba que para poder defender sus ideales era necesario apoyarse en las tecnologías, pues en esos tiempos, el uso de los medios de comunicación era muy importante, así iniciaron una amistad en la que compartían ideas y anécdotas de su vida de protesta, luchaban hombro a hombro por sus ideales. Alejandro seguía sin aceptar el uso de tecnologías para defender sus ideales, en cambio Antonio si hacía uso se ellas y obtenía buenos resultados. Alejandro se fue dando cuenta que en realidad el uso de las tecnologías era muy importante para el desarrollo de la humanidad, no eran indispensables, pero si muy necesarias, Antonio tuvo que cambiar de residencia por cuestiones familiares, pero se prometieron seguir fomentando los ideales que los habían unido por mucho tiempo.

Pasaron los años y Alejandro sintió que sus ideales habían perdido fuerza, ya no las defendía ni las fomentaba como en un principio, pensó que era tiempo de ceder y ser parte de las masas que se conformaban con obedecer y llevar una vida tranquila, sin ideales, pero tranquila. Quiso encontrar un trabajo con el cual pudiera subsistir, él era muy responsable, comprometido, y sobre todo sabía enfrentar los problemas con la madurez que los años le habían dado, pero le faltaba algo muy importante, no sabía cómo usar una computadora, durante su adolescencia se la había pasado huyendo de las innovaciones tecnológicas sin saber que en un futuro las iba a necesitar, lo intentó en muchas ocasiones pero el resultado era siempre el mismo, nadie estaba dispuesto a emplearlo si no sabia como usar una computadora.

Como dicen que nunca es tarde para aprender y que es de sabios cambiar de opinión, dejó de lado sus antiguas convicciones y decidió tomar un curso de computación para poder encontrar un empleo que le permitiera sobrevivir en la era de las comunicaciones, no fue nada fácil, como nunca en su vida había tenido contacto con una computadora y no estaba familiarizado con los componentes de la misma, entre mas información obtenía, menos entendía el uso que podía darle, después de un tiempo encontró un empleo que le gustó mucho, era en una clínica veterinaria, pues a él siempre le gustaron los animales, en un principio todo iba bien, se había integrado al sector productivo y ya manejaba con destreza una computadora, era un empleado muy productivo, pero extrañaba esos días de rebeldía y protesta, sentía que algo faltaba en su vida, hacía 5 años que no tenía noticias de su entrañable amigo Antonio, como ahora ya era todo un experto en el uso de las tecnologías de la información puso manos a la obra y dedicó mucho tiempo a localizar a Antonio, pasaban los días y no conseguía dar con él, echó mano de las redes sociales para que lo ayudaran a encontrarlo, con el uso de las redes sociales fue muy fácil hallarlo, se sorprendió al saber que Antonio seguía siendo fiel a sus ideales, ya no era el mismo de antes, ahora tenía una empresa que se encargaba del reciclaje y reutilización de consumibles de equipo de computo, Antonio había seguido sus convicciones y seguía luchando desde su trinchera, ya no protestaba en las calles ni hacia manifestaciones afuera

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