La capacidad de destrucción

El ser humano de la antiguedad, antes del surgimiento del capitalismo y la erradicacion de las monarquias absolutistas, se encontraba moralmente equilibrado. Sus valores se hacian presentes en el diario vivir y eran un accesorio mas con el que no se podia dejar sin salir. Esto se debia a que la educacion y la crianza de los padres para con sus hijos en el aspecto ético era de suma importancia puesto que le daba honor no solo a quien se comportaba bien en su circulo social, sino tambien a la familia que lo crió. Por esta razón es que veíamos hombres caballerosos, personas respetando el poder de la palabra, de las promesas, obrando integramente, mujeres cediendo su puesto a una en estado de embarazo o a algun adulto de la tercera edad, en fin. Habia calor humano, preocupación por como el otro se sentia, segun las historias de nuestros abuelos. Tristemente en la actualidad, cuando llegó la época de la evolución y la fabricación de la máquina a vapor, el tren, los sindicatos de empleados, computadoras, celulares, redes sociales y en este momento millones de conexiones tecnologicas, fue que el hombre se desformó. Perdió la caracteristica principal: ser ético. Pasó a un segundo plano todo aquello que tuviera que ver con el comportamiento, las normas, la urbnidad, etc; dándole prioridad a todo lo que está en tendencia y que nos idealiza una vista perfecta, pues es lo que un 90% de las personas quieren: medidas y numeros exactos.

Todo es una cadena y es por ello que dependiendo del comportamiento humano, se definirá para bien o para mal el destino de la sociedad, ya que a esta la formamos todos y cada uno de nosotros aportando nuestro granito de arena. Es decir, que antiguamente la sociedad se encontraba equilibrada porque se vivia de manera respetuosa y prudente,. Pero ahora, con la transformacion en cuestion del carácter del hombre, la sociedad se ha visto gravemente afectada dando fruto a hijos que irrespetan a sus padres, que quieren tener "libertad", que desean opinar lo que se les pasa por la mente siendo indiferentes ante el abuelito que quiere una silla para descansar o el papel que un ajeno ha arrojado "inocentemente" al suelo. Inmediatamente nuestra rebeldia se replica en un grupo más grande en el que me desenvuelvo al que le contagiaré como una enfermedad, el virus de la negatividad y el irrespeto de mis derechos y de los demas.

Como cosnsecuencia, todos los problemas sociales que hoy nos atañen, la mala interpretacion entre el concepto de libertad y libertinaje y la indiferencia por el caos que empezamos a producir, es producto de nuestra capacidad de arruinar todo lo que pasa a nuestros costados siendo esto bueno o malo.

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